por Heraclio ASTUDILLO-POMBO. Univ. de Lleida
Las pezuñas de cabra petrificadas del lago Balaton (Hungría) (2)Recapitulación
En la entrada de hoy se continuarán presentando varias de las leyendas populares magiares, inspiradas en la interpretación legendaria de los restos degradados de valvas de conchas de congerias, debido a que se les atribuyó un origen fabuloso. Habiéndose imaginando que se trataba de las supuestas pezuñas petrificadas de un rebaño de cabras ahogadas en el lago Balaton. Puesto que se trataba de unos objetos extraños, curiosos y con un aspecto muy familiar y que surgían del fondo del lago con el oleaje y quedaban depositados en las orillas, de ciertos lugares. La imaginación popular consideraba estos objetos como mudos testimonios y recordatorios de unos supuestos sucesos legendarios sucedidos en el pasado lejano.
En la entrada anterior, publicada el 8 de enero de 2024, se presentaron las tres primeras leyendas que habían sido seleccionadas, igual que las presentadas hoy, por quien escribe, debido a la vinculación paleontológica de una parte de su relato, para formar parte de la serie de interpretaciones populares y de sus correspondientes relatos legendarios que nos complacía dar a conocer a nuestr@s lectores/as.
Caja de madera expositora, expuesta en un mercadillo callejero, con destino a satisfacer el deseo de los visitantes y turistas de poseer un recuerdo legendario de su visita a la localidad.
Relatos protagonizados por princesas cantantes, princesas silenciosas, príncipes enamorados, reyes de las olas furiosos, viejas diabólicas envidiosas y cabras de pelo dorado (2)
Leyenda de la princesa silenciosa
El poema más conocido, de todos los conocidos, en el que se trata sobre el origen de las pezuñas de cabra petrificadas del lago Balayon, es el reggae de János Garay cuyo motivo principal trata sobre el origen del misterioso eco de Tihany. Basado en el relato popular que los vendedores de "pezuñas de cabra" petrificadas del Balaton contaban a los visitantes de la península de Tihany. El tema principal de esta leyenda es el origen del eco sorprendente y misterioso existente en una zona de de la península de Tihany, y que, secundariamente, también incluye el origen de las curiosas pezuñas de cabra petrificadas. Uno de los protagonistas del relato es una princesa cabrera que no solo era muy hermosa, sino que también era totalmente silenciosa, ya que al parecer por alguna causa desconocida aquella muchacha había perdido la voz y se había quedado muda.
Cuenta el relato que cierto día, repentinamente, apareció en las colinas de alrededor de Tihany, una bella y joven pastora forastera, acompañada de un rebaño de hermosas cabras de pelo tan fino como la seda y de tonalidad dorada. Luego descendió hasta las orillas del lago, donde se instaló con sus cabras, pues la humedad del terreno ofrecía, a su rebaño, suculentos y abundantes pastos verdes y tiernos. Todos los días, la bella pastora, acompañaba silenciosamente a sus hermosas cabras de pelo dorado, y nunca jamás, nadie pudo oírla cantar ninguna canción, ni pudo escucharla entablar o mantener conversación alguna con nadie.
Al poco tiempo de la llegada de la forastera, Pannon, el rey del lago Balaton, una especie de Poseidón de agua dulce, también vio a la hermosa muchacha pastoreando su rebaño de hermosas cabras, por las orillas del lago en el que reinaba y observó, sorprendido, su hermético y permanente silencio.
Pannón tenía un solo hijo, de salud frágil que yacía en su lecho, gravemente enfermo y afectado de fuerte melancolía. Sabiendo el rey que la leche de aquellas cabras tenía virtudes curativas, se acercó a la pastora y le pidió que le diera un jarro de la leche de sus cabras, cada día, para sanar a su único hijo, enfermo, y le prometió a la muchacha que a cambio de la leche sanadora de sus cabras, él la liberaría de su indeseado silencio.
El príncipe se fortaleció y mejoró notablemente, gracias al consumo de la leche prodigiosa de aquellas cabras y la muchacha pudo recuperar la capacidad de volver hablar con voz sonora y elocuente. Al recuperar la muchacha su hermosa y elocuente voz, aumentó su atractivo, y empezaron a aparecer diversos pretendientes de categoría social en las orillas del lago para cortejarla.
Tan pronto como el joven príncipe, una vez recuperado de su enfermedad, vio a la hermosa muchacha, se enamoró de ella y empezó a cortejarla, pero la orgullosa princesa cabrera, por arrogancia, le despreció y se negó a hablar con él e, incluso se atrevió a rechazar las proposiciones amorosas del hijo del rey del lago, un muchacho muy sensible de corazón y muy delicado de salud, quien acabó muriendo de pena.
El rey del lago, furioso por la muerte de su hijo y por la causa de ella, maldijo a la cruel muchacha y los boques de las colinas se incendiaron, el rebaño de cabras de pelo dorado enloqueció de pánico y al huir se precipitó en el lago, donde todas aquellas hermosas cabras murieron ahogadas. A ella la encerró dentro de una cavidad subterránea, tras un monolito de roca, donde nunca más vería el sol, ni persona alguna, ni su rebaño.
Ilustración de una vieja tarjeta postal, de 1935, que representa el momento más dramático del poema de János Garay, cuando el rey del lago enfurecido porla muerte de su hijo, maldice a la princesa pastora. Imagen: https://svetvykupu.sk/eshop/umelecke/5974-1935-piesen-ozveny-tihany-hnedobiela-pohladnica-madarske-kralovstvo.html#&gid=null&pid=1Otra ilustración semejante a la anterior, en otra vieja tarjeta postal, de la misma época y estilo, que representa el mismo momento más dramático del poema de János Garay, "A Tihanyi visszhang" (El eco de Tihany)
Imagen: https://www.darabanth.com/en/online-auction/399/categories~Postcards/Hungary~1000004/Tihany-A-tihanyi-visszhang-Rege-irta-Garay-Janos-EB~II2438790
La maldición del rey se apoderó de su voluntad y así como antes no hablaba con nadie, si no le apetecía hacerlo, ahora encerrada en la roca, deberá responder de buen grado a quien se dirigeja a ella. Así. la voz de la prisionera del rey del lago se convirtió en el origen del misterioso eco de Tihany, al menos según el relato del poema de János Garay. También se menciona que las pezuñas de cabra petrificadas que aparecen en las orillas del lago son los únicos despojos de las cabras ahogadas que pueden verse y que sirven para recordar el castigo infligido. por el rey del lago, a la arrogante e insensible pastora, causante de la muerte de su único hijo enfermo.
El eco en Tihany fue uno de los fenómenos más conocidos de Tihany, desde el siglo XVIII pero ya era conocido desde mediados de siglo XI, cuando se construyó allí la abadía. La esencia del eco de Tihany es que las palabras gritadas desde un lugar de la colina Visszhang se reflejaban desde el lado norte de la abadía, que está a más de 350 metros de distancia, mientras que recorren la distancia de ida y vuelta de casi 700 metros en sólo unos dos segundos. En el mejor de los casos, el eco se repetía hasta siete veces. Para facilitar la mejor posición posible de los voceadores se colocó un pequeño pilar en la ladera para que la gente pudiera llamar a la iglesia desde aquel lugar, aquel pilar se llamó "la piedra del eco".
Imagen: https://fivesneakers.com/blog/2017/08/28/echo-tihany-legend-must-try/
A principios del siglo 20 se observó que la anterior potencia tradicional del eco de Tihany estaba disminuyendo sin saber cuál podía ser la causa. Parece ser que la mayor parte de la culpa de la disminución del eco de Tihany la tuvieron las numerosas villas recién construidas, y la reforestación de sus alrededores como mejora paisajística para gozo de los nuevos residentes. Se ha demostrado que el denso follaje de los numerosos árboles plantados entre la colina y la iglesia para recrear un denso paisaje boscoso sería el culpable de arruinar el disfrute del espectáculo sonoro del eco, y en años recientes, el ruidoso tráfico turístico, cada día en aumento, no ha hecho más que empeorar la situación, aún más.
Un visitante comprueba personalmente la existencia y peculiaridad del eco de Tihany, enfocando su voz con sus manos y encarado en dirección a la abadía, desde la "piedra del eco" Foto: funiQ
Imagen: https://funiq.hu/2660-tihanyi-visszhang
La leyenda de las pezuñas de cabra se hizo muy conocida no sólo en Hungría sino también en el extranjero. Las pezuñas de cabra, según esta leyenda popular en muchas versiones, son los restos de unas cabras de pelo dorado de una princesa que fue castigada por su orgullo y perdida en el lago Balaton. La historia de János Garay, sobre la princesa que guardaba las cabras de pelo dorado y el hijo del Rey del Lago que luchaba por el amor de ella, puede haber tenido un papel importante en la fama de las pezuñas de cabra.
Según la leyenda, el príncipe murió de pena por el amor rechazado, por lo que el Rey del Lago maldijo a la princesa junto con sus cabras. Los montes de Tihany reventaron escupiendo roca fundida y fuego que incendió los bosques, las aguas del lago Balatón embravecidas se agitaron y crearon enormes olas, las cabras presas del pánico huyeron hacia la orilla en la que habían pastado tranquilamente, anteriormente, pero las feroces olas del lago las arrastraron y fueron tragadas por el agua. La princesa también desapareció porque la tierra se abrió bajo sus pies y quedó atrapada en una cavidad bajo tierra, en el interior de unas peñas.
Escultura monumental existente en la orilla del lago Balaton, en la localidad húngara de Zamardi. Una representación alegórica del drama amorosos narrado por una leyenda local, protagonizada por un enamoradizo príncipe enfermo y una orgullosa princesa cabrera. Fotografía de Fanni Imagen: https://dynamic-media-cdn.tripadvisor.com/media/photo-o/1b/d8/ff/7f/photo0jpg.jpg?w=1100&h=-1&s=1
Leyenda de la princesa cantante
La leyenda trata sobre la frustrada relación amorosa de una hermosa princesa llamada Tihany, en otra versión es un hada, y el único hijo del rey y señor de las aguas del lago, llamado Balaton.
Todos los días la princesa bajaba al lago con sus cabras, donde se entretenía cantando con una hermosa voz. El príncipe no podía resistirse a la belleza del canto y todos los días salía del agua para escuchar cantar a la muchacha. Al cabo de un tiempo, se enteró de que todo el mundo de la localidad disfrutaba escuchando sus canciones, así que decidió sacar provecho de su hermosa voz y hizo saber que solamente volvería a cantar si la audiencia le pagaba por escucharla. Hizo saber la nueva situación a Balaton, el señor del lago, y a su hijo. A partir de ese momento la princesa sólo cantaba cuando el hijo de balaton le regalaba puñados de preciosas perlas de los miles que decoraban su tienda subacuática hecha de algas y preciosas perlas.
Cierto día el muchacho enfermó gravemente y le rogó a su padre en su lecho de enfermo que hiciera venir a la muchacha para que le cantara sus maravillosas canciones. Balatón transmitió la perición y pagó el servicio contratado con un puñado de perlas y la princesa cantó todos los días a cambio de perlas. Sin embargo, al cabo de un tiempo, el tesoro perlífero del lago se agotó y Tihany no quiso volver a abrir la boca para cantar, para desconsuelo del muchacho enfermo. Balaton rl rey del lago, suplicó a la caprichosa y avara princesa Tihany, pero ella no cedió y acabó sucediendo lo peor: el muchacho enfermo acabó muriendo.
Una noche Balatón, el rey de las aguas del lago, enfurecido por la perdida de su único hijo, se vengó de la princesa, haciendo que sus furiosas olas atraparan al rebaño de cabras cuando estaba reunidas al pie del acantilado. Al no poder huir para escapar, todas fueron arrastradas hacia el lago donde se ahogaron. Las olas también amenazaban con alcanzar a Tihany, quien aterrorizada huyó hacia una cueva cercana que conocía, pero una vez dentro, la entrada de la cueva fue bloqueada por una enorme roca que se despeñó por voluntad de Balatón. Entonces el señor del agua maldijo a la muchacha, condenándola a quedar prisionera bajo tierra, eternamente, y a que desde entonces estaría obligada a repetir siete veces las palabras de quienes se dirigieran a ella, sin cobrar nada a cambio.
Desde esos horribles sucesos, en ciertos lugares de la orilla del lago se pueden encontrar las pezuñas petrificadas de aquel rebaño de cabras que se ahogaron en las aguas del lago, a causa de la avaricia y dureza de corazón de su propietaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario