domingo, 12 de septiembre de 2010

“Huevos de serpiente y lenguas de dragón” (1) (Schlangeneier und Drachenzungen)

Fósiles usados por la medicina popular y la magia defensiva, antes de 1950, en Austria y algunas zonas limítrofes, de países vecinos.



Algunas aclaraciones, previas, por parte del traductor.

En esta traducción, al español, de la guía "Schlangeneier und Drachenzungen. Fossilien in Volksmedizin und Abwehrzauber", se ha excluido por razones obvias, la parte correspondiente al anexo con las explicaciones, relativa a los minerales y rocas, usados por la medicina austriaca, antigua y medieval, que estaba presente en la guía original. Esta guía se realizó, expresamente, para la Exposición temporal que, sobre esta temática, estuvo abierta en el Museo Estatal de la Naturaleza, (inatura) de Vorarlberger (Austria) que estuvo abierta desde el 23 Septiembre de 1995 hasta el 7 Enero de 1996, luego se convirtió en una exposición itinerante. En la exposición se abordaba un tema muy popular, entre alemanes y austriacos, el de la litoterapia y la magia defensiva mineral, antigua y tradicional.

Imagen: Cubierta de la primera edición de la guía de la exposición “Schlangeneier und Drachenzungen. Fossilien in Volksmedizin und Abwehrzauber”, publicada en 1995. En la que se puede observar, arriba, una representación de un típico "Lindwurm", un tipo particular de "dragón volador", bípedo, en posición rampante, y debajo un par de los denominados popularmente “huevos de serpiente”.
Dr Gerog Friebe


La publicación de la versión española del texto, antes citado, se realiza con el permiso expreso del autor de la guía, Julius Georg Friebe, geólogo austriaco y doctor en paleontología, actual conservador de las colecciones de paleontología de "Inatura", el museo local de historia natural, en Dornbirn (Austria)

En bastantes ocasiones, las imagenes ilustrativas de esta versión en español, no coincidirán con las existentes en la guía original, pues no hemos podido consultar la guía original de la exposición, por estar agotada en la actualidad, sino que sólo hemos podido disponer, unicamente, del texto que el Dr. Friebe, tuvo la amabilidad de remitirnos, como documento adjunto, por correo electrónico.

La versión española, del texto original alemán, redactado por el Dr. Friebe, ha sido realizada por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, del Dept. de Medi Ambient i Ciències del Sòl, de la Universitat de Lleida (Catalunya, España).


Introducción a la medicina popular y la magia defensiva, vigentes hasta principios o mediados del siglo XX.

La aparición y propagación de enfermedades epidémicas que afectaban gravemente la salud de los seres humanos y de los animales domésticos, causando grandes mortandades, así como algunos episodios de larga sequía y de granizadas destructivas, extraordinariamente virulentos y de causas inexplicables, que ocasionaban la pérdida de una gran parte de las cosechas, siempre, han sido considerados como graves amenazas a la supervivencia humana y, muy especialmente, entre los habitantes de las zonas rurales.Afortunadamente, en la actualidad, los progresos de la medicina moderna, la mejora de la tecnología productiva agraria y la mayor cobertura de nuestros sistemas de protección social, parecen haber puesto fin a aquellos horrores que, antaño, amenazaban de forma permanente y muy grave la tranquilidad y la seguridad de la vida humana.

Imagen: Escena representando los horrores de una población afectada por una epidemia de la temible “peste negra” que desde la Edad Media, cíclicamente, recorrió Europa.


Las temibles amenazas, mencionadas anteriormente, que surgían del entorno natural y el temor a sus terribles consecuencias, desarrollaron en la mentalidad popular, especialmente en la población rural, la idea y el deseo de poder someter, a su voluntad, a las fuerzas de la naturaleza de consecuencias más terribles.

La ciencia y la tecnología o la magia y la brujería, son sólo dos formas, diferentes, de intentar lograr el objetivo humano, de conseguir dominar a las fuerzas de la naturaleza. La ciencia y la magia, que hoy se presentan como campos tan opuestos, en realidad, están estrechamente vinculadas. Por ejemplo, la Química moderna de de hoy día, tiene sus origenes en la antigua alquimia medieval y renacentista, que tenía como objetivo material, conseguir transformar los metales vulgares en oro. Además, debemos recordar que la ciencia moderna también debe relacionarse con la llamada "magia natural", un tipo de creencia de los siglos XVII y XVIII, contemporánea del racionalismo renacentista y de la Ilustración, que estaba interesada en descifrar ciertos fenómenos físicos y químicos de la naturaleza que, aparentemente, parecían ser de orígen maravilloso (mágico), por lo sorprendentes e inexplicables que resultaban para la mentalidad de la época.

Alcanzar la comprensión racional de las causas de los fenómenos naturales de tipo catastrófico y del origen de las enfermedades infecciosas, estaba reservado a pequeños grupos de personas estudiosas, dedicadas a la realización de experimentos y observaciones que en unos casos, estaban motivados por creencias de tipo mágico o esotérico y, en otros, estaban orientadas por creencias de tipo racionalista, naturalista o científico. Mientras tanto la mayoría de la población que formaba, el pueblo llano, permaneció aferrada a sus "creencias tradicionales", basadas en antiguas creencias supersticiosas, de tipo mágico-religioso.

Imagen: Grabado del artista alemán Alberto Durero, titulado “Melancolía”, representando a un ángel enfrentado a la ardua tarea de descifrar los enigmas de la naturaleza. Hombres y ángeles, tratando de hallar explicaciones racionales a los prodigios que el mundo natural ofrece, quizá han sufrido grandes frustraciones personales que han desencadenado episodios "melancólicos" (depresivos)


En estas circunstancias alguien escribió:
"El ser humano, en su pequeñez, siempre resulta sorprendido e indefenso, por aquellas fuerzas de la naturaleza que son devastadoras de la vida, todo lo bueno de la vida es resultado de la benevolente voluntad divina, y aunque algunos castigos provienen de Dios, todo lo que resulta más negativo para los seres humanos, debe ser considerado como producto de las fechorías de los malos espíritus y los demonios”.

En aquella época, se suponía que Dios atendía las peticiones humanas, cuando iban acompañadas de oraciones, en la mayoría de los casos la ayuda llegaba, a través de la intermediación de los santos, además, se creía que el enojo divino, con las debilidades de los seres humanos para cumplir las normas religiosas, podía ser apaciguado mediante la práctica de ciertas actividades religiosas, tradicionales.

Imagen: Anciana en actitud orante, sosteniendo un "rosario", un artefacto sagrado, seguramente está implorando la ayuda de Dios para que le ayude a resolver alguno de los diversos problemas que, a lo largo de la vida humana, pueden aquejar a toda persona humana.


Antiguamente y hasta mediados del siglo XX, comúnmente, se creía que los demonios y los malos espíritus, podían ser alejados y sus influencias neutralizadas, no sólo mediante el uso de amuletos de todo tipo, religiosos o no, sino también por medio de ciertos conjuros, expresamente, prohibidos por la Iglesia. Pues, ciertas tradiciones y costumbres de origen pagano, pre-cristianas, de tipo mágico que la Iglesia no había podido erradicar, completamente, fueron integradas mediante su cristianización, mediante la estrategia de sustituir a las antiguas divinidades paganas por santos cristianos, mientras que aquellas otras costumbres que no pudieron ser erradicadas, ni cristianizas, fueron prohibidas y demonizadas. Para conseguirlo, la iglesia puso al diablo en el lugar que antes ocupaban las antiguas divinidades paganas a las que pasó a sustituir.

En la época, existía la idea generalizada de que las brujas y los magos, estaban aliados con el diablo que era quien les otorgaba poderes mágicos con los que eran capaces de causar daños a sus semejantes humanos. El hecho y la capacidad para causar daño a humanos, mediante el uso de la magia negra, era uno de los cargos más frecuentes, en los juicios celebrados por brujería, en los inicios de la época moderna, durante los siglos 16 y 17, en el periodo histórico conocido como de “la caza de brujas”.

Imagen: Un grabado popular, en madera, del siglo XVIII, representando la llegada al lugar del akelarre de un trío infernal, formado por una bruja, un demonio y un brujo, cabalgando sobre sendas escobas.


Las prácticas, propias de esta época, relacionadas con la religiosidad popular, la medicina popular y la magia protectora, no pueden separarse las unas de las otras, con facilidad ni completamente, pues presentan muchas interrelaciones. La Medicina Popular de aquel tiempo, había tomado prestadas la mayoría de sus ideas, de las tradiciones antiguas, unas de origen cristiano y otras de origen pagano.

Puesto que lo que la medicina popular pretendía conseguir, eran mezclas sanadoras poderosas, reuniendo diversos agentes curativos, en algunos casos, se consiguieron verdaderos efectos terapéuticos reales, por ejemplo, cuando se usaban de forma apropiada ciertas plantas medicinales, pero siempre partiendo del supuesto básico de que sus efectos eran debido a que esas plantas poseían poderes mágicos, combinadas con poderosos agentes mágicos, tales como ciertos amuletos protectores y, a veces, asociando también al conjunto, determinadas "piedras curativas" (Heilsteine).

El origen del uso medicinal de las piedras, en esta época histórica, a menudo, se ha asociado con ciertos rituales paganos muy arraigados en las tradiciones y que eran propios de las antiguas sociedades pre-cristianas. Sin embargo, en esta época, obviamente, ya estaban completamente cristianizados, puesto que siempre se suponía que el poder terapéutico que poseían las “piedras curativas”, les había sido dado a éstas, por Dios mismo, en persona, como un don o virtud y con la voluntad divina de ayudar y proteger a los seres humanos.

De manera que hacia el final de la Edad Media se podía escribir:
"También es una gran cuestión, llegar a descubrir de dónde y cómo, algunas piedras, pueden obtener una fuerza tan grande y un poder tan extraño. Puesto que tienen una gran influencia sobre la salud de las personas, y sobre otras cosas. [...]
Allí donde ellas [= las piedras] tienen su poder de actuar, su virtud tiene que provenir de Dios, porque todas las fuerzas de la naturaleza tienen su origen en Dios. [...] Las piedras tienen el poder de transmitir frío o calor. Y es por esas cualidades que Dios bondadoso tiene que haber usado su poder omnipotente en [= dotarlas de sus virtudes especiales] las piedras de la salud [=fuerza de actuación] [...] Y es él quien con su divina voluntad les ha dado la virtud y el poder necesarios para poder influir sobre la naturaleza."
(KONRAD VON MEGENBERG, 1350; tomado de MÜLLER, 1984)


(continuará)

1 comentario:

  1. Que hermosa imagen de la ancianita rezando me recordo a mi bisabuelita que siempre rezaba, justo ahora me vino a caer como un alivio ese recuerdo . Gracias.

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