viernes, 4 de octubre de 2013

“Huevos de serpiente y lenguas de dragón” (16) (Schlangeneier und Drachenzungen)


Fósiles usados por la medicina popular y la magia defensiva, antes de 1950, en Austria y algunas zonas limítrofes, de países vecinos (Continuación, 14ª parte) 


El Dr. Julius Georg FRIEBE, del Museo de la Naturaleza del estado federal de Vorarlberg (Vorarlberger Naturschau), en Dornbirn (Austria), es el autor del texto original, en alemán.  
Heraclio ASTUDILLO-POMBO, del Dept. de Medi Ambient i Ciències del Sòl, de la Universitat de Lleida, ha realizado a la traducción y adaptación, al español, del texto original alemán, así como la elección de todas las imágenes ilustrativas y de los comentarios explicatorios.

Creencias y prácticas populares relacionadas con algunos tipos de fósiles, considerados como “piedras curativas” (Heilsteine) o “piedras protectoras”(Schutzsteine) (Continuación, 10ª parte)


Las “piedras de Dragón” (Drachensteine, Dracontium, Drakonit, Trackenstein, etc. )

Antiguamente, diferentes tipos de fósiles habían sido asociados, por la supersticiosa fantasía popular, con los imaginarios y míticos dragones. Las asociaciones más frecuentes se dieron  con los amonites, los corales cerebriformes fosilizados y los dientes fosilizados de tiburón

Ilustración extraída del libro de Konrad Gesner Historia animalium, que encabeza el capítulo titulado "De Dracone", dedicado a describir a los "dragones". Representa el supuesto aspecto de las tres categorías de dragones, imaginados en su tiempo como animales diabólicos, reales: la gran serpiente, la gran serpiente alada y el gran monstruo escamoso, bípedo o cuadrúpedo, alado, cornudo y escupidor de fuegoImagen: Drachen  

Con cierta frecuencia, también, los huesos de osos de las cavernas (Ursus spelaeus), fueron interpretados como "huesos de dragón", en alemán, "Drachenknochen", pues el aspecto terrorífico y el gran tamaño de los huesos de su cráneo, le proporcionaba un aspecto bastante draconiano. 
Precisamente, debido a esta interpretación algunas cuevas alpinas cuyo nombre hace alusión a dragones, se lo deben al hecho de que en su interior se hallaron restos óseos de osos de las cavernas que fueron, erróneamente, interpretados como huesos de dragón. 

Impresionante aspecto, draconiano, del cráneo completo de Ursus spelaeus, procedente de la Drachenhöhle, en Mixnitz (Austria), recubierto por una costra calcárea de precipitación cárstica. © Ch. Brandstätter Verlag, Wien, für AEIOU
Imagen: Die Drachenhöhle bei Mixnitz
 
Por esta causa, ciertas cuevas y sus depósitos de huesos fósiles, pasaron a formar parte de leyendas relacionadas  con dragones. Este es el caso de la “Drachenloch” (la guarida  del Dragón), en Vättis [Suiza], o la “Drachenhöhle” (la Cueva del Dragón), en Mixnitz [Estiria]). 

Los dientes fósiles de mediano a gran tamaño, procedentes de determinas especies de tiburones, recibieron nombres tales como "Drachenzungen", es decir, "lenguas de dragón" o, también "Schlangenzungen", es decir, "lenguas de serpiente"

Lámina del libro de Steno, Elementorum Myologiae Specimen, seu Musculi descriptio Geometrica, cui accedunt Canis Carcharia dissectum Caput, et Dissectus Piscus ex Canum genera, Florentiae, 1667. Mostrando diversos tipos de grandes "Glossopetrae", es decir "lenguas de piedra" o "piedras lengua" que luego compara con los dientes de grandes tiburones contenporáneos
Imagen: Arcana naturae

Además de de los tipos de "piedras", mencionadas  anteriormente, también, existió una única y extraña "piedra de dragón", muy famosa en toda la Europa central, entre los siglos XV y XVIII, se trata de la "Luzerner Drachenstein". A pesar de que, hoy sabemos que no era de origen orgánico y por tanto no se trataba de un resto fósil, debido la curiosa historieta que explicaría su prodigioso origen, sus virtudes maravillosas y su fama mundial, será incluida en este apartado.


Amonites 


En el s. XVII, se llegó a decir acerca de los amonites:
“Se cree que estas „piedras de dragón“ (Drachenstein), poseen una fuerza extraordinaria contra la brujería, especialmente cuando las vacas dejan de dar leche, porque las brujas  las hayan ordeñado durante la noche,
mediante engaños satánicos. En esas circunstancias, deberá ser colocadas esta piedra dentro del cubo de ordeñar a la vaca, afectada, por cuyo efecto benéfico, esa vaca volverá a dar leche, de nuevo.” (REISKIUS, 1688; citado por ABEL, 1939)

Ammonites "ligeramente" manipulado para aumentar su parecido con una serpientes petrificada.
En este caso se trata de un Dactylioceras sp. del Jurásico (Lias), ejemplar procedente de  Whitby, en Yorkshire, Reino Unido

Imagen: FossilsForSale 



Corales meandriformes

Un tipo muy diferente de "piedra de dragón" es el que Konrad von Megenberg cita en su "Libro de la Naturaleza" (1350), en donde describe el procedimiento correcto con que debe obtenerse, dicha piedra, para que resulte virtuosa :
“La „piedra de dragón“ (Drachenstein) se debe tomar del cerebro de un dragón vivo. Si no se extrajese del cerebro de un dragón, vivo, no tiene ningún poder porque se ha obtenido de una forma no apropiada, es decir, sin correr riesgos ni demostrar valentía. Los hombres valientes deberán introducirse, sigilosamente, en la guarida del dragón [cuando esté duermiendo] y luego deberá partirle el cráneo, en dos, de un solo golpe. Inmediatamente, mientras todavía está retorciéndose, pero aún
sigue vivo, debe sacarle la piedra del cerebro. Se cuenta que esa piedra es buena contra los animales venenosos y que es excelente para resistir los evenenamientos. Estas piedras son translúcidas.” (citado por RÄTSCH & GUHR, 1989)

En este caso, particular, quizá podría tratarse de “coral cerebriforme” fósil, ya que su superficie muestra numerosas surcos y resaltes, en forma de intrincados meandros que le proporcionan un aspecto similar al de la superficie de un cerebro. 

Aspecto densamente meandriforme de la superficie de un "coral cerebro"
Imagen: La Costa de Venezuela en Fotos



Un objeto volante no identificado: la célebre "piedra del dragón de Lucerna"

Antiguamente, se contaba que en el área de Rothenburg, cerca de Lucerna (Suiza), cierto día, del verano de 1421, extraordinariamente bochornoso, se hallaba un agricultor apellidado Stämpfli, trabajando sus tierras, cuando vió un dragón volador, que volaba escupiendo fuego, desde el monte Pilatus en dirección al de Rigi. En su trayectoria aérea, el dragón pasó a baja altura, dejando caer sobre su cabeza, un objeto. Debido al susto y al calor, el campesino perdió el conocimiento y cayó a tierra. Cuando lo recobró la consciencia, observó que junto a él había un bulto, cubierto de sangre coagulada y que desprendía un gran hedor. Cuando se atrevió a tantear y hurgar sanguinolento el bulto, , extrajo de su interior una extraña piedra esférica, que recogió y se llevó a Lucerna

Grabado del s. XVII, del libro del cronista Johann Leopold Cysat  (1601-1663), en el que se han representado las supuestas circunstancias históricas en las que se produjo el hallazgo de la piedra del "Pilatusdrache". En la parte inferior, derecha, se ve la susodicha piedra, vista por sus dos hemisferios, junto a otras piedras "raras", propias, de la misma zona
Imagen: Luzern - Die Drachenstadt

Existe un documento de 1509, en el que  constata que en ese año se produjo un cambio de propietario, un descendiente de Stämpfli, el agricultor, vendió la piedra a Martin Schriber, cirujano en Lucerna. En esa época la piedra tenía una gran fama curativa, pues estaba considerada como un remedio prodigioso contra la peste negra, la disentería y el flujo de sangre.
En un documento de 1523, se alaba el poder milagroso de esta "piedra de dragón", para proteger a la ciudad de Lucerna, durante la epidemia de peste negra  que amenazaba la ciudad.
H
asta finales del siglo XVIII, la
"Luzerner Drachenstein", fue considerada como una celebridad mundial, no sólo por su origen maravilloso, sino también por sus supuestos efectos curativos y protectores contra diversas enfermedades:
 "Es especialmente buena contra la peste [negra o bubónica], si hay bubones debe frotarse [con la piedra] alrededor de ellas, varias veces, durante 24 horas. Si los bubones están en la axila, la piedra debe ser sujetada con un paño sobre la mano del brazo, correspondiente. Entonces, extraerá el veneno y la herida sanará casi inmediatamente. Si los bubones están en la ingle, entonces deberá sujetarse [la piedra] con un paño sobre el pie, en la pierna correspondiente." (CYSAT, 1661; citado por LUTZ, 1956)
La famosa "Luzerner Drachenstein", actualmente, expuesta en la exposición permanente de la sección de "Ciencias de la Tierra" en el primer piso del Museo de Historia Natural, en Lucerna 
Imagen: Natur-Museum Luzern

 Como la famosa piedra, debido a sus implicaciones sociales, tiene un gran valor histórico, no se han usado técnicas destructivas, de análisis, para conocer su verdadera naturaleza y poder descartar, facilmente, las hipótesis que desde el siglo XVIII vienen proponiéndose. Según algunos científicos podría tratarse de un pequeño meteorito, recubierto por una envoltura cerámica artificial. Según otros, podría ser una concreción mineral que inicialmente hubiese sido redondeada y pulida, para darle forma esférica y extrema lisura que, posteriormente, habría sido esmaltada en tres tonos de color café. Según unos terceros, podría tratarse de una esfera, modelada en finísima arcilla que luego de ser alisad, pintada y barnizada, habría sido cocida en un horno para obtener una esfera cerámica, dura, lisa y coloreada.
 
Reportaje televisivo de la cadena suiza MTWsobre las investigaciones científicas, realizadas sobre la "piedra del dragón de Lucerna", emitido del 08.06.2006, de 4:56 min., de duración, en alemán. ;-)) 

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