viernes, 14 de enero de 2022

Folclore paleontológico italiano (16)

Heraclio Astudillo-Pombo. Universitat de Lleida


Interpretaciones, creencias, relatos legendarios y usos populares de algunos fósiles en las regiones alpinas y pre-alpinas italianas (5)

Determinadas secciones de las pseudoconchas y los moldes internos y externos de ciertos bivalvos megalodóntidos, fueron los fósiles que en la antigüedad hicieron volar la imaginación de los montañeses del norte de Italia (5)

Marcas de pisadas de vaca, de buey, de asno, de caballo, de mula, de cabra, de ciervo y también de Jesús, de la Virgen y del diablo, sobre las rocas triásicas de los Alpes y Prealpes italianos (V)


Megalodóntidos triásicos, interpretaciones fabulosas y relatos etiológicos, en el norte de Italia (4)

Los grandes moluscos lamelibranquios megalodóntidos no fueron los únicos fósiles conocidos y asimilados culturalmente por los habitantes de los territorios alpinos y prealpinos del norte de Italia. Durante siglos habían estado tropezando con otras varias clases de piedras con marcas curiosas o de formas extrañas que interpretaron de la única forma que les era posible en aquella época y en aquella zona. De ellos y de sus interpretaciones populares se tratará en esta y en próximas entradas, pues generaron una gran cantidad de leyendas populares, algunas de ellas muy semejantes entre si, como veremos a continuación.

Leyendas etio-paleontológicas en algunas localidades de la prov. de Belluno, Reg. del Véneto (1)


La huella de la pisada del asno de San Daniel, en Sospirolo

"En la antigüedad, en la margen izquierda del valle del río Misno lejos de la localidad de Sospirolo, existía el castillo de San Daniel, dentro del cual había una iglesia consagrada al santo mencionado en la que había un hermoso retablo. Se cuentan que cuando los bárbaros que habían invadido el norte de Italia, asaltaron y tomaron aquel castillo y estaban en el interior de la iglesia y estaban a punto de tomar el retablo en que se representaba la vida y muerte de aquel Santo. Sucedió un prodigio consistente en que  este santo montado a horcajadas sobre el lomo de un burro apareció milagrosamente en el interior de la iglesia de aquella fortaleza. Se dirigió a todo galope hacia aquel retablo, lo tomó y se lo puso bajo un brazo, luego dio media vuelta y salió al galope del interior de la iglesia del castillo. A continuación el asno de San Daniel dando un salto enorme, salió volando por encima de la muralla en dirección a una montaña en el lado opuesto del valle, a unos dos kilómetros de distancia." 

Superficie pulida de una caliza, por el paso de los materiales pétreos de las morrenas de fondo de lenguas de hielo de antiguos glaciares alpinos, mostrando la sección de las valvas y del molde interno de una concha de un gran bivalvo megalodóntido triásico. La figura resultante recuerda vagamente la forma de la huella dejada por la pisada del casco de un caballo o un asno sin herrar. Vista con la mente fabuladora e ignorante de una persona de hace 300 o 400 años, su interpretación se decantaría fácilmente hacia un posible origen sobrenatural, mediante la intervención de un personaje sobrehumano. Imagen: Adler Mountain Lodge. Alpe di Siusi 

"Allí donde el burro de San Daniel tocó el suelo al caer, en la cima de un cerro llamado "de le Tranze" (de las Huellas), sobre una gran roca quedó marcada la huella equina de una de sus pezuñas, dejando impresa una marca muy característica en forma de pezuña de asno. 

Después de que los bárbaros invasores, huyeran de aquella zona del país, los fieles devotos del santo, construyeron una ermita en el mismo lugar en que había la huella milagrosa, para celebrar este gran prodigio milagroso y rendir culto a tan grande santo." Informante: Arrigo Balladoro (1899)

Dado que nunca han existido asnos voladores hay que pensar que la leyenda del milagro de san Daniel y su asno volador, tal vez fuese inspirada por la interpretación en clave legendaria de una figura sobre una roca, en forma de un casco equino, impresión que en realidad era la sección del molde interno de una concha de megalodon o de conchodon incluido en la matriz de aquella roca. 


La huella de la pisada del asno de san Víctor, en Feltre

"En la ciudad de Belluno, escuché hablar de que, en cierto lugar de la vecina localidad de Feltre, existían unas marcas semejantes a huellas de pisadas equinas, grabadas en una roca, atribuidas por la tradición local a las marcas de las pezuñas del burro de S. Víctor. Se hallan cerca del santuario dedicado a S. Víctor, en Anzù lugar muy próximo a Feltrelocalidad de la que S. Víctor es el santo patrón y protector." 

Figura incisa en la roca caliza, con una forma y tamaño bastante semejantes a los de la huella dejada por una pisada de un equino. Corresponde a la sección del molde interno de la concha de un ejemplar adulto de bivalvo megalodóntido, de la especie Conchodon infraliasicus. Este tipo de secciones de aspecto equino, tradicionalmente fueron   interpretadas como la huella dejada por el paso de algún caballo, asno o mulo, mítico, por aquel lugar. Foto original de Attilio Selva
Imagen:  Natura e civiltà

"Otros menos crédulos dicen que no muy lejos del santuario de S. Víctoren una peña que allí hay, se pueden ver muy claramente unas marcas, con la forma de una pezuña de cuadrúpedo, figuras  determinadas por la presencia de unos fósiles de megalodon." Informante: Ettore De Toni  (1899).


Las huellas de las pisadas de las vacas que transportaron las reliquias de S. Víctor y de S. Corona, en Feltre  

En Italia hay muchos casos de iglesias construidas sobre o cerca de peñas con grabados piediformes, atribuidos a humanos o animales legendarios, interpretados como las huellas dejadas por el paso de Jesucrito, la Virgen o algún santo, e incluso de algún animal relacionado con ellos, por algún motivo especial. 
Cerca del santuario de los Santos Víctor y Corona, en Anzù, localidad agregada al cercano municipio de Feltre (prov. Belluno), desde la Edad Media hasta el siglo XX, algunos huecos existentes en unas rocas cercanas, han sido interpretados como las huellas dejadas por el paso de las vacas que transportaron los restos mortales de los dos santos mártires, a los que está dedicado el mencionado santuario. Cada año, el día de la festividad de los santos Víctor y Corona, mártires, la exaltación de sus reliquias atraen a centenares de devotos que acuden en peregrinación desde las localidades cercanas.

Aspecto de un antiguo y lujosos carro de época romana, de cuatro ruedas, tirado por cuatro caballos. Tal vez el carro funerario de la leyenda, aquí relatada, que transportaba el arca con las reliquias de los dos santos se asemejaba al de la imagen.
Imagen. Alamy Stock

Cuenta la leyenda que: "Cuando el carro que transportaba el arca con los restos de los cuerpos  de los dos Santos Mártires, san Víctor y santa Corona, después de cruzar el estrecho desfiladero de Piave, llegó al pie del monte Miesna, cerca de Feltre, en cuya ladera había una pequeña capilla, se encontró con una cuesta extraordinariamente empinada. Los caballos que tiraban del carro, después de intentar ascender por ella, varias veces, no consiguieron moverlo del sitio. Ni los gritos ni los palos de los conductores consiguieron hacerlos avanzar ni un solo paso. Durante las horas siguientes se cambiaron los caballos, se unieron bueyes, el obispo organizó oraciones públicas. Todo fue inútil, el carro no se movió del lugar.
Al amanecer, cuando los hombres ya se habían dado por vencidos, apareció una pobre anciana con dos vacas viejas y delgadas, diciendo que venía desde Anzù y que San Víctor se le había aparecido la noche anterior para encargarle la misión de remolcar el carro con sus reliquias hasta el lugar donde estaba su santuario. A pesar de la burlas de todos los presentes, la anciana sujetó sus dos vacas al carro de las reliquias y las dos bestias empezaron a remolcar el carro hasta que lograron superar la cima de aquella empinada cuesta y conducir las reliquias de los dos santos mártires hasta el lugar de aquella montaña donde posteriormente debería construirse su gran santuario actual. 

Aspecto de las supuestas huellas bovinas dejadas impresas, en la superficie de la roca, por las pisadas de las esforzadas vacas, al pasar por aquel lugar remolcando el carro con las reliquias de los santos mártires. Fotografía de Galdino Rota.

Como testimonio de este increíble prodigio, a lo largo de todo el camino recorrido por los dos humildes animales, aparecieron  impresas sobre algunas rocas del camino las huellas de sus pezuñas bovinas, como recuerdo de la fe y compromiso de su propietaria y prueba del esfuerzo realizado por sus dos vacas, en la realización de una tarea tan difícil como importante. Aquellas huellas, impresas milagrosamente, aún permanecen estampadas en las rocas hasta el día de hoy."
En otras versiones de la leyenda, además de las huellas de las vaca, también quedó marcada la huella de la punta de la vara en la que se apoyaba la anciana, mientras guiaba el carro de las reliquias hacia su destino.


Las huellas de los pies de Nuestro Señor, de la Virgen y del burro, en Sottandre

"Cerca de la localidad de Forno di Zoldo, a una hora y media de camino, a pie, partiendo desde Belluno, hay un lugar llamado Sottandre, en ese lugar, y más precisamente a la derecha del sendero que conduce hacia la cima del Monte Punta (1530 m), hay numerosas marcas de huellas impresas sobre las rocas de la ladera. Las huellas situadas a la derecha del observador, tienen la forma, de círculos, ligeramente aplanados en los polos [forma vagamente semejante a huella de una pezuña de équido], y las huellas de la izquierda,  tienen forma rectangular, con sus esquinas redondeadas [forma vagamente semejante a huella de pisada de pie humano].  La tradición popular dice esto sobre ellas:  Cuando Nuestro Señor Jesucristo y Nuestra Señora viajaban por el mundo, les acompañaba un asno. Un día en que habían estado caminando, durante varias horas, por estos accidentados senderos montañosos, para descansar del arduo esfuerzo de cruzar estos montes, se detuvieron en el lugar más confortable que encontraron y, precisamente, ese lugar fue Sottandre. Después de descansar un rato, disfrutando del hermosos paisaje, reanudaron su camino, pero quisieron dejar un recuerdo visible de su satisfación por su agradable estancia en aquel lugar, en el que habían podido aliviar del  cansancio del viaje sus piernas y pies. De manera que hoy día se pueden ver, sobre las rocas de aquel lugar, las huellas dejadas por los pies de Nuestro Señor, los de Nuestra Señora y por las las pezuñas del asno que los acompañaba."

"Muy cerca del mencionado lugar de  Sottandre, yo mismo pude encontrar algunas otras marcas del mismo tipo, que se pueden ver fácilmente y que son de formas y dimensiones muy similares a las mencionadas anteriormente, pero como no pueden ser vistas de inmediato por los caminantes que transitan aquel camino, resultan desconocidas para la gente común. Mientras que las huellas primeramente mencionadas, al estar junto al camino, atraen y ocupan toda la atención e interés de la población, mientras que las otras son totalmente ignoradas. De tal manera que no tienen ningún relato asociado que pretenda explicar su origen." Informante: Eduardo Casal. Belluno, agosto de 1898.

Una sección vertical de los moldes internos de las conchas de megalodones del tipo de la fotografía, o las impresiones externas de su concha (molde externo), de aspecto y dimensiones apropiadas (25-35 cm.), podrían haber generado en la superficie de las rocas unas figuras o depresiones que podrían haber sido interpretadas como una figura representando un par de pies humanos con los talones juntos o como un par de huellas dejadas por sus pisadas. Identificarlos con los de algún personaje sagrado benéfico, serían la opción más deseada y conveniente por su influjo protector sobre la comunidad. Imagen: I Lancelli, una famiglia di recuperanti : https://www.cortinamuseoguerra.it/i-recuperanti/ 

Algunas de las especies de moluscos bivalvos megalodóntidos llegaron a producir unas conchas gigantescas, cuyas diversas secciones dieron origen a infinidad de figuras. Algunas semejantes a huellas dejadas por el paso de distintos tipos de animales o personajes míticos. Algunos de los moldes interno o externo de este tipo de conchas, de grandes dimensiones, tienen formas y tamaños adecuados para inducir confusión en la mente de las personas ignorantes y crédulas, con tendencia natural a las explicaciones e interpretaciones fantasiosas. El aspecto vagamente piediforme induciría a este tipo de observadores a compararlas e identificarlas con las huellas dejadas por pisada de pies humanos o sobrehumanos. Este podría ser el caso de las huellas de Sottandre, en Forno di Zoldo. 

El sr. Rolando Lancedelli, un famoso  buscador, recolector y coleccionista de fósiles de Cortina d'Apezzo, posando tras una muestra de diversos ejemplares de bivalvos megalodóntidos gigantescos del género Dicerocardium, hallados y preparados por el mismo. Recogidos todos en la zona de las Dolomitas d’Ampezzo, más concretamente en Val Travenanzes.

Imagen: I Lancelli, una famiglia di recuperanti:   https://www.cortinamuseoguerra.it/i-recuperanti/ 

Hay que recordar al lector un caso parecido que fue publicado en este blog el pasado 3 de abril de 2021. En la cripta de la capilla de "la Madonnina de Sommaprada", en el barrio de Conca Verde, a poca distancia del centro de la localidad de Rovetta, se expone una losa de piedra, en la que se conservaban estampadas las huellas de los pies de "la Madonna de Sommaprada", según defiende la tradición popular de esa localidad bergamasca.

 

Fuentes

- Anónimo. Le Legende. Metochion-Santuario dei santi martiri Vittore e Corona a Feltre: https://monasterosantabarbara.it/metochia-n-santuari/metochion-santuario-dei-santi-martiri-vittore-e-corona-a-feltre
- Anónimo. Le leggende dei Santi Vittore e Corona. Feltre: https://www.dolomiti.it/it/libri/le-leggende-dei-santi-vittore-e-corona
- Balladoro, Arrigo (1899). L'asino di S. Daniele (Belluno). Impronte maravigliose in Italia. Archivio per lo studio delle tradizioni popolari. Dir.  Giuseppe Pitrè, ‎Salvatore Salomone-Marino). Vol. XVIII. Palermo-Torino. Edit. Carlo Clausen. 
- Casal, Eduardo (1899I piedi della Madonna e de l’asino (Sottandre). Impronte maravigliose in Italia. Archivio per lo studio delle tradizioni popolari. Dir.  Giuseppe Pitrè, ‎Salvatore Salomone-Marino). Vol. XVIII. Palermo-Torino. Edit. Carlo Clausen.   
- De Toni, Ettore (1899). Il piede dell’asino di S. Vittore (Feltre). Impronte maravigliose in Italia. Archivio per lo studio delle tradizioni popolari. Dir. Giuseppe Pitrè, ‎Salvatore Salomone-Marino). Vol. XVIII. Palermo-Torino. Edit. Carlo Clausen.
- Roda, Anna (2014). I protettori di Feltre. Cultura Cattolica, 1/02/2014:  https://www.culturacattolica.it/attualit%C3%A0/mostre-e-luoghi/luoghi/i-protettori-di-feltre

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