lunes, 20 de febrero de 2023

El registro fósil en la heráldica municipal europea (42)

  por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Universitat de Lleida.


Blasones municipales, de algunas localidades europeas que se muestran orgullosas de su patrimonio paleontológico (Parte trigésimonovena)

Introducción

Hoy se presenta un blasón polémico, cuya simbología es de interpretación discutible. De momento, existen dos bandos de defensores de interpretaciones particulares. Por un lado están las basadas en hechos reales y que potencialmente podrían ser la causa de una misma representación heráldica. Adoptando los partidarios de cada interpretación hipotética un punto de vista y una posición dialéctica contraria a la de sus oponentes.

Aspecto de una lumaquela con abundantes valvas de pectínidos. Fotografía original de Ignacio Benvenuty Cabral. Imagen: Banco de Imágenes Geológicas

Por nuestra parte, dadas nuestras inclinaciones personales particulares, confesadas en múltiples ocasiones anteriores, hemos tomado partido por una de las partes, la que relacionaba una serie de figuras heráldicas de conchas de bivalvos pectínidos, con sus correspondientes conchas fósiles. Este fue un tipo de valva que antiguamente fue abundantes en los depósitos sedimentarios de naturaleza arenoso-calcárea formados por acumulaciones masivas de restos de conchas de moluscos, caparazones de equinodermos y crustáceos y dientes de peces marinos, todos ellos agregados de forma más o menos coherente, y consistente por un cemento calizo y que son denominados "falun" por los habitantes de la región. Este tipo de material sedimentario de origen orgánico, generalmente poco consistente,  puede llegar en algunos casos a formar un tipo de calizas conchíferas, bastante compactas y consistentes que fueron utilizadas como piedra de construcción, en la Antigüedad tardía y en la Alta Edad Media, entre los siglos V y X. Fueron utilizadas para levantar edificios religiosos y para elaborar sarcófagos, en los que se sepultaron los cadáveres de ciertos personajes importantes de aquellas épocas. Tal vez esos usos tan particulares, de este material geológico pudiera estar relacionado con ciertas supuestas propiedades mágicas, atribuidas antiguamente, en época pagana, a las conchas petrificadas de moluscos lamelibranquios, relacionadas con la protección del alma del difunto en el tránsito al "otro mundo" en el que residen los espíritus de los muertos y los malos espíritus, al acecho de los espíritus recién ingresados que transitan como perdidos en "el más allá". Usos también relacionados con un determinado simbolismo de este tipo de organismos marinos, por su relación con el medio acuático y las supuestas virtudes depurativas del agua, sobre la salud corporal y espiritual de las personas. Y con ciertas creencias mágico-religiosas, asociadas al renacimiento del ser humano tras la supuesta resurrección de los muertos... Por si esto no fuera suficiente, en los territorios cristianos, se creía que las conchas fósiles de pectínidos se formaban de forma milagrosa, espontáneamente, en todos aquellos lugares en los que había estado o pasado Santiago Apóstol, predicando el Evangelio o guerreando contra los moros....

Crouzilles, (Francia)

Crouzilles es un pequeño municipio rural situado en el departamento de Indre-et-Loire, en la región Centre-Val de Loire, en la antigua provincia de Turena, en Francia.


Aspecto del escudo municipal de la localidad de Crouzilles. Destacan las cinco conchas negras de vieiras dispuestas sobre los brazos de la cruz blanca, sobre fondo azul. Realizado por Dominque Morche, diseñador publicitario en Larçay, el escudo de armas de Crouzilles incluye cinco conchas dispuestas a lo largo de las dos ramas de una cruz. Como una forma sutil de reconciliar a los defensores de dos supuestos orígenes contrapuestos.
Diseño heráldico realizado por Dominique Morche, diseñador publicitario residente en Larçay.

Imagen:  Commune de Crouzilles

Varias interpretaciones de la simbología heráldica

El aspecto de este blasón municipal es igual al del antiguo escudo del priorato de Notre-Dame de Crouzilles, institución que existió hasta finales del siglo XVII, cuando desapareció. Según informa la "Bibliographie Armorial général de la Touraine", pero no se informa sobre el significado indudable de su simbología heráldica. 

Como ya se ha avanzado en la introducción, sobre el posible significado de la simbología heráldica de las cinco conchas, en la actualidad, hay dos corrientes interpretativas contrapuestas, cada una con sus respectivos argumentos particulares, usados para su defensa y fundamentación.

Según una hipótesis interpretativa que es la que goza más de nuestra simpatía, el nombre de la localidad francesa de Crouzilles, tal vez pudiera provenir del latín crucellia (= concha), en referencia a la abundancia de concha marinas fósiles, halladas frecuentemente en las capas de arcilla que es explotada desde la época galo-romana usada para la fabricación de objetos de cerámica y de azulejería, en el municipio. Además, en toda la región de Centre-Val de Loire, abundan los depósitos sedimentarios marinos de origen conchífero denominados "falun". 

Aspecto de una pequeña porción de la superficie de una masa de falún de Turena. Se puede apreciar la enorme acumulación sedimentaria de conchas de bivalvos marinos, parcialmente cimentados, por sedimentos finos y carbonato de calcio.

Imagen. Sortie géologique: les faluns de Touraine. 

El falún es un depósito sedimentario de origen marino y antigüedad cenozoica, a menudo extendido en grandes áreas. El material constituyente mayoritario está compuesto por "escombros" de conchas, a veces enteras o parcialmente rotas. Se trata de un material geológico de naturaleza caliza formado por acumulación biodetrítica. 

Ocasionalmente, puede dar origen a la formación de una roca bastante compacta y coherente, cuando se haya producido una cementación arcillo-silícea fina y densa. Pero generalmente permanece como una roca suelta y friable, porque más comúnmente aparece mezclada con arena y arcilla, tradicionalmente se había utilizado en agricultura, como material corrector calcáreo de la acidez, para mejorar la productividad agrícola de aquellos suelos excesivamente ácidos.

Gran concha fósil de pectínido procedente de un depósito de falún, de la cuenca de Noyant-Savigne, Touraine, Francia. Valva superior de un ejemplar de la especie Gigantopecten ligerianus  (18x21 cm). Quizás la presencia y abundancia de conchas "petrificadas" semejantes, en el territorio del municipio, podrían haber inspirado, antiguamente, su representación en el viejo escudo del priorato de Notre-Dame de Crouzilles, escudo que modernamente sería adoptado por el ayuntamiento.

Imagen: Le Vieux Fossile (PALEOMANIA)

La segunda interpretación hipótesis sugiere que el nombre Crouzilles podría provenir del latín crucicula (= crucecita), aludiendo a la existencia de un antiguo cruce de caminos en la localidad de Crouzilles. Correspondiente al cruce de los caminos que enlazaban las localidades de Avon-les-Roches, Crissay sur Manse e l'Île -Bouchard. 

Según esta segunda hipótesis, las conchas representadas en el blasón indicarían que aquel cruce de caminos, formaba un nudo en la red europea de rutas jacobeas de aquella época, en la que la localidad de Crouzilles constituía un punto de confluencia y una etapa de descanso para los peregrinos que se dirigían o regresaban de Santiago de Compostela.

Representación del escudo por Daniel Juric

Imagen: L'Armorial des villes et des villages de France

En la actualidad, la etimología del nombre "Crouzilles" aún sigue resultando de origen incierto y es precisamente esta incertidumbre sobre el origen del nombre de la localidad, aquello que podría explicar la presencia conjunta de las cinco conchas y de la cruz blanca, como emblemas constituyentes del escudo de esta localidad francesa.
El blasón municipal fue adoptado oficialmente el 26 de marzo de 1985.

Fuentes

- Anónimo (1985). Un blason pour Crouzilles. Nouvelle République du Centre-Ouest, 12 et 13 octubre 1985, Indre-et-Loire: https://www.commune-crouzilles.fr/resources/767/20160131%20blason%20article%20NR.jpg

- Anónimo. Crouzilles. Geneawiki. https://fr.geneawiki.com/index.php/37093_-_Crouzilles

- Juric, Daniel.  CROUZILLES (Indre et Loire). Armorial de France     https://armorialdefrance.fr/page_blason.php?ville=4641

miércoles, 18 de enero de 2023

Folclore paleontológico italiano (18)

 Heraclio Astudillo-Pombo. Universitat de Lleida


Interpretaciones, creencias, relatos legendarios y usos populares de algunos fósiles en las regiones alpinas y pre-alpinas italianas (8)

Determinadas secciones de las pseudoconchas y los moldes internos y externos de ciertos bivalvos megalodóntidos, fueron los fósiles que en la antigüedad hicieron volar la imaginación de los montañeses del norte de Italia (8)

Marcas de pisadas de vaca, de buey, de asno, de caballo, de mula, de cabra, de ciervo y también de Jesús, de la Virgen y del diablo, sobre las rocas triásicas de los Alpes y Prealpes italianos (VIII)


Megalodóntidos triásicos, interpretaciones fabulosas y relatos etiológicos, en el norte de Italia (6)

Leyendas etio-paleontológicas de la región de Trentino-Alto Adige/Bozen-Südtirol (2)

Se da continuación a las narraciones fabulosas, inspiradas por la presencia de marcas en forma de pezuña caprina visibles en las superficies de algunas de las rocas existentes en el entorno de diversas localidades alpinas italianas. 

Aspecto del molde interno, en vista lateral, de un ejemplar de Megalodus sp., que con este particular punto de vista, adquiere una forma que recuerda a algunas personas la forma de un corazón petrificado mientras que otras personas ven, claramente, la forma típica de una pezuña de vaca, ciervo o cabra... o la huella petrificada del Diablo. Imagen: megalodon

En esta ocasión, como ya se hizo en la entrada precedente, se tratará sobre las marcas ocasionadas por los restos fósiles de moluscos megalodóntidos triásicos, halladas en el territorio del Tirol del Sur, en la región de Trentino-Alto Adige (it.) o Bozen-Südtirol (al.)Recordemos que esta zona, antes de la Primera Gran Guerra del s. XX, estaba bajo dominio austriaco y era de cultura germánica, razón por la cual, actualmente, es bilingüe y muy influenciada por las tradiciones católicas y las costumbres supersticiosas ancestrales. 

Pisadas del Diablo 

En esta ocasión las narraciones populares, de tipo fabuloso asociadas a las improntas fósiles  de ciertos géneros de bivalvos megalodóntidos triásicos, que se muestran al lector, son tres leyendas explicativas. Dos son originarias de la localidad de Parcines (it.) o Partschins (al.), en la provincia de Bolzano (it.) o Bozen (al.) y la tercera procede de la Val Pusteria (it.) o Pustertal (al.)

Dibujo esquemático, representando un conjunto de secciones de pseudoconchas y moldes internos de restos fosilizados de moluscos megalodontidos, del género Conchodus gumbelii, del Triásico superior, con un aspecto que por su forma y tamaño se asemejan a la de una pezuña bovina o caprina. La concentración de marcas de tales pezuñas, interpretada en clave mítica, parecerían indicar un lugar en el que se han reunido o que ha sido frecuentado, por un tipo de seres dotado de pies bovinos o caprinos y dotados de capacidades sobrehumanas.Este esquema fue dibujado a partir de una losa pulida, existente en el Museo de Historia Natural de Viena. Aquella losa procedía de la zona montañosa, austriaca, de Tennengebirge (Modificado a partir de Zapfe, 1957). Imagen: Fossil shells sections 

En la primera localidad, se han hallado dos tipos de explicaciones fantasiosas o versiones legendarias para un mismo tipo de elemento geológico y para unas mismas marcas que existen en una peña, cercana a la mencionada población de Parcines. Las narraciones surgidas de las dos interpretaciones son tan distintas que consideramos que constituyen dos leyendas diferentes.


"La Losa del Diablo", un lugar de pacto satánico

En una de las leyendas, la narración popular hace referencia a una bruja malvada que hizo un pacto con el Diablo, para obtener de él sus extraordinarios poderes maléficos, que luego utilizaba para perjudicar a sus convecinos y a la iglesia del pueblo. También hace referencia a una losa de piedra, con unas extrañas marcas excavadas, denominada "la lastra del diavolo" (it.) o “Die Teufelsplatte” (al.), muy conocida y popular en la localidad, por que las marcas que hay en su superficie fueron asociadas al Diablo, por la supersticiosa fantasía de algunas personas de la  localidad

Dibujo de Jack Wilson, imitando un grabado xilográfico antiguo. Se ha representado al Diablo, aspergiendo a una bruja con un líquido, para transmitirle conocimientos y poderes diabólicos. Ilustración para "Scenes of the Witches' Sabbath". Imagen: Pinterest

Según cuenta la leyenda popular, habría sido sobre esta piedra, donde se habría realizado el mencionado pacto del Diablo con la bruja. Como testimonio visible y eterno del pacto diabólico, sobre esa piedra habrían aparecido marcadas las señales dejadas por los dos pies del Diablo, los de la bruja y los de cinco demonios que asistieron al acto como testigos.

En las cercanías de la localidad de Parcines (it.) o Partschins (al.) provincia de Bolzano (it.) o Bozen (al.), con finalidades turísticas, se ha diseñado, realizado y señalizado oportunamente, con rótulos rústicos de madera, un itinerario circular apto para toda la familia, con 15 puntos de interés cultural o paradas informativas. Se han combinado los numerosos elementos arqueológicos existentes en el terreno, consistentes en insculturas (cúpulas, canalillos, cruces, etc.), cuevas, restos de construcciones prehistóricas, etc., con diversas leyendas tradicionales, propias de la localidad. 

Varios elementos y paradas del itinerario turístico mencionado hacen referencia a una bruja denominada popularmente “Stuaner-Geada", cuyo nombre real parece ser que era Gertraud von Steinerhof, por el alias o apellido de Gertraud, parece ser que procedería de la vecina localidad de SteinerhofSegún se cuenta en la localidad de Parcines, la tal “Stuaner-Geada" era una bruja horrible, una persona muy malvada, que había realizado muchas maldades en la localidad. Un personaje legendario que todavía está muy presente en las narraciones de brujas que se conservaban entre los habitantes de más edad de Parcines-Partschins

Según relata la leyenda popular, aquella bruja no vivía en la localidad, sino en la montaña, alimentándose de sabandijas y hierbas, y se refugiaba en una cueva denominada “Stuaner- Geada-Hütt”, es decir "cabaña de Geada". En realidad, no se trata de una cavidad excavada artificialmente, sino natural, usada como antiguo abrigo por los habitantes prehistóricos, hace 5000 años, que se ha mantenido en uso como refugio pastoril, hasta tiempos muy recientes, por pastores trashumantes contemporáneos. 

Representación pictórica de la visita de dos mujeres a la cueva de una bruja, tal vez para hacerle un encargo o pedirle un remedio. Obra de 1882, del pintor e ilustrador  Edward Frederick Brewtnall  Imagen: Brujas de Escocia

Sobre la mencionada cavidad hay un gran peñasco plano, conocido como "Geada Zopfnstuan", es decir, "trenzas de Geada Stuan", sobre el que se decía que, en los días soleados, la bruja se sentaba allí, en compañía del Diablo, para hilar enormes madejas de hilo de lana de ovejaEn la superficie de la parte superior de ese peñasco se pueden apreciar varias marcas de diversas formas, se trata de petroglifos prehistóricos, esculpidos hace miles de años. Grabadas en la superficie de la piedra se ven once concavidades pequeñas (cúpulas), dos concavidades mayores, interpretadas como las huellas del asiento de la bruja y las de su rueca, hay otra concavidad más pequeña, ennegrecida por el fuego, considerada la huella dejada por la mano ardiente del Diablo.

Continuando el itinerario turístico marcado, algo más adelante, se llega a una piedra denominada popularmente “la lastra del diavolo” (la losa del diablo) o "Die Teufelsplatte" (la plataforma del diablo). 

Vista general del peñasco denominado "la losa del Diablo" que en realidad es un peñasco, con bastante pendiente.  Fotografía de Francesca Iachelini. Imagen: Val di sole antica

Sobre su superficie pueden verse varias marcas excavadas, interpretadas localmente como los testimonios de lo que ocurrió sobre ella. Hay dos concavidades alargadas interpretadas como las dos huellas de los pies de una mujer y junto ellas seis pares de concavidades, semejantes a huellas de pezuñas de cabra. Estas marcas de huellas caprinas habrían sido dejadas, por los pies del Diablo y de los demonios que le acompañaba, durante la ceremonia de pacto diabólico.

Detalle de "la losa del Diablo" en la parte en que aparecen las concavidades naturales y artificiales, interpretadas como marcas de origen extraordinario. Fotografía de Francesca Iachelini. Imagen: Val di sole antica

"La Losa del Diablo", lugar de descanso diabólico y peluquería satánica

En la otra leyenda popular la narración  cuenta que "El Diablo que, como es bien sabido por todos [en aquella zona], tiene una pata de cabra [como también sucede con el Krampus], había raptado a una muchacha de moral poco estricta y muy presumida, en algún lugar del valle de Schnals (al.) o Senales (it.). El Diablo se la había llevado volando, en dirección a una de las varias entradas del Infierno que cuentan que existen por aquellos contornos. 

Ilustración representando al Diablo, como una especie de "vampiro nocturno", en el momento de salir por una estrecha ventana, para iniciar el vuelo hacia el Infierno, con una muchacha, dormida o desmayada, en sus brazos. Imagen: Pinterest

Cuando el Diablo iba volando de camino hacia el infierno,  cargando a cuestas la muchachase sintió algo cansado mientras sobrevolaba aquel lugar y viendo que parecía acogedor decidió descender para descansar un rato allí. 

Se dice que la hermosa muchacha, viendo que su melena rubia por efecto del vuelo diabólico había quedado muy desaliñada, como era tan presumida, le pidió al Diablo que peinase su larga cabellera rubia, para tener mejor aspecto cuando llegase al infierno. En aquella roca quedaron marcadas las huellas de las pezuñas del "infernal" peluquero alrededor de las huellas de los pies de la presumida muchacha del valle de Schnals, de camino a cumplir su condena en el infierno. 


En la imagen de la izda., una vista de conjunto de "la losa del Diablo", con el rótulo identificador del lugar. En la imagen de la dcha., detalle de las concavidades, remarcadas en sus bordes con tiza blanca para su fácil visualización. Fotografía   WWW.PARTSCHINS.COM.  Imagen: Partschinser Sagenweg 

Pero resulta que no lejos del lugar antes comentado, existe otro punto de interés turístico, en el que existe una roca con forma de asiento, denominado popularmente "Steinsitz" (asiento de piedra) o "Kleine Steinbank" (pequeño banco de piedra), en relación al cual Francesca Iachelini ha recogido una narración popular que relata el suceso legendario anterior. La fantasía popular es muy creativa y quien sabe si los sucesos imaginarios, con el paso del tiempo, no se han ido translocando de un elemento geológico a otro...

Aspecto del rústico asiento de piedra, donde según la leyenda popular, de camino hacia el infierno, habría sido peinada una muchacha por el Diablo. Fotografía de   WWW.PARTSCHINS.COM. Imagen: Partschinser Sagenweg 

Como seguramente, habrán imaginarse l@s lectores/as perspicaces, las supuestas "marcas de pies de cabra" o "huellas de las pezuñas del Diablo", en realidad, corresponden a  diversas improntas fósiles de las conchas de bivalvos triásicos megalodóntidos, que tantas leyendas populares han contribuido a inspirar, en la mente de los habitantes de estas zonas alpinas.


Rastros diabólicos que indican los itnerarios del Krampus, "el diablo de la Navidad", buscando niñ@s mal@s

En la Val Pusteria (it.) o Pustertal (al.), uno de los valle más bellos de los Alpes italianos, en el Tirol del Sur, y los Dolomitas, existe una interpretación diabólica, muy particular, de las figuras en forma de pezuña caprina o bovina que muestran las rocas de ciertos lugares, en su superficie. 
 
Aspecto de una sección de la réplica de una concha de Megalodus sp., abajo a la derecha, se ve una moneda de 1 euro que sirve de escala para poder hacerse idea del tamaño. Antiguamente este tipo de marcas eran identificadas como la marca dejada por el contacto de la pezuña del diablo con la roca que la muestra. Imagen: Bressan-Geoconsult

En la Val Pusteria, como en otras zonas alpinas de las vecinas Austria, Alemania, Francia, Eslovenia y Suiza, la noche del 5 al 6 de diciembre, se celebraba y aún se sigue celebrando la "Krampusnacht", es decir, "la noche de Krampus". 

Vieja tarjeta postal, en B/N, de principios del siglo XX. Se ha representado al "Krampus", "el diablo de la Navidad" con su característico aspecto diablesco y burlón, arrastrando despiadadamente a dos niños muy malos. Contrariamente a la versión tradicional la captura se ha producido en horario diurno, en un nevado paisaje periurbano. Los dos mequetrefes han sido capturados por su reclacitrante mala conducta. Imagen: Pinterest

Según la mitología popular germánica, de la región de los Alpes, el diabólico Krampus, es una clase particular de demonio, con la mitad superior del cuerpo de aspecto humano  y la mitad inferior de cabra, que en la noche del 5 de diciembre: "la noche de Krampus", se dedica a capturar niñ@s mal@s. Durante toda esa noche, el Krampus recorre todo el país, buscando, capturando y raptando a los niños y niñas que durante ese año se han portado muy mal.

En la Val Pusteria (it.) o Pustertal (al.), en los siglos XIX y XX, los mayores explicaban a los niños que las figuras en forma de pezuña caprina o bovina que aparecen estampadas en la superficie de las rocas de ciertos lugres, eran las huellas dejadas por el paso del el Krampus.

Estampa decimonónica en la que se ha representado, 
durante la "Krampusnacht", a san Nicolás obispo, repartiendo golosinas a los niños buenos y, a su lado, al Krampus metiendo a un niño malo en su saco, para llevárselo al infierno.
Imagenhttps://www.pinterest.es/pin/455848793535877922/

Tales marcas quedaban impresas cuando recorría todo el territorio de los montes Dolomitas, durante su búsqueda incesante de los niños más traviesos, gandules y desobedientes, durante sus correrías de la "Krampusnacht". Con la finalidad de capturarlos, meterlos en su saco, y llevárselos al infierno a pasar una temporada, como escarmiento.

No fue hasta 1781, después de que los naturalistas compararan las extrañas huellas en las rocas, con las formas de las conchas de los moluscos modernos, que se pudo reconocer que las supuestas marcas de las pezuñas del diablo, en realidad, eran secciones transversales de las conchas de un tipo particular de bivalvos prehistóricos. Hace entre 216 y 203 millones de años, unos grandes bivalvos de la familia Megalodontesidae vivían en el fondo fangoso del océano Tethys. Después de su muerte, sus conchas fueron enterradas, por la acumulación de sedimentos, en el fondo marino y parcialmente rellenadas con lodo carbonatado fino. Posteriormente, cuando el sedimento se endurecía, sus conchas se disolvieron y el espacio vacío se rellenó con disoluciones minerales provenientes del entorno. 

Aspecto de las réplicas o pseudoconchas de dos ejemplares de bivalvos megalodóntidos (
Megalodus sp. ), del Triásico. Su hallazgo, entre los derrubios de pendiente, sin ser excepcional, no es frecuente, por lo que su conocimiento no estuvo muy extendido entre la gente del país. Imagen: Bressan-Geoconsult

Posteriormente,  hace unos 65 a 40 millones de años, los antiguos sedimentos del océano Tethys, ya convertidos en capas de roca fueron empujados hacia arriba por movimientos tectónicos generados al chocar la placa africana con la europea, elevandose miles de metros. Hoy en día, la erosión ha ido desgastando y eliminando lentamente el material sedimentario circundante, revelando las secciones con forma de corazón o con forma de pezuña, creadas por las pseudoconchas de unos animales marinos emparentados con las almejas y los berberechos.


Fuentes

- Anónimo. Geheimnisvolle Partschinser Sagen. Mystische Schalensteine und vorzeitliche Kultstätten in Südtirol. https://www.merano-suedtirol.it/de/partschins-rabland-und-toell/natur-kultur/sehenswuerdigkeiten/praehistorische-kraft-kultplaetze-in-partschins.html
- Anónimo. Il sentiero delle leggende. `Ove il diavolo si alleò con la strega´. https://www.outdooractive.com/it/route/escursione/merano-e-dintorni/il-sentiero-delle-leggende/58395238/
Anónimo. Partschinser Sagenweg. Wanderweg zu vorgeschichtlichen Siedlungs– und Kultstättenhttps://www.merano-suedtirol.it/de/partschins-rabland-und-toell/natur-kultur/sehenswuerdigkeiten/praehistorische-kraft-kultplaetze-in-partschins.html 
-Bressan,David (2019). The Fossils Of The Dolomites: From Myth To Science.   http://www.bressan-geoconsult.eu/the-fossils-of-the-dolomites-from-myth-to-science/
Iachelini Francesca (2016). Gita lungo il sentiero delle leggende a Parcines (Bolzano):  http://www.valdisoleantica.net/gite/gita_parcines_2016.htm

viernes, 16 de diciembre de 2022

El registro fósil en la heráldica municipal europea (43)

 por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Universitat de Lleida.

Blasones municipales, de algunas localidades europeas que se muestran orgullosas de su patrimonio paleontológico (Parte cuadrigésima)

Introducción

El blasón paleontológico francés, que se presenta en la entrada de hoy, es la más reciente   localización heráldico-paleontológica conseguida en Internet, por quien escribe estas líneas. Durante el pasado mes de julio, tras varias jornadas dedicadas a la búsqueda que resultaron estériles, finalmente, el azar quiso premiar la constancia y la insistencia de este buscador. En la pantalla del ordenador apareció otra rara muestra de heráldica paleontológica europea. ¡ Era de categoría dinosauriana! 

Este inesperado y agradable hallazgo proporcionó al buscador un enorme subidón de satisfacción, y una buena dosis de optimismo, pues el nuevo hallazgo y su rara categoría parecían querer anunciarle que el filón heráldico-paleontológico europeo aún no se había agotado del todo. Puesto que después de tantos años "picando piedra (2009) y extrayendo ejemplares de fósiles heráldicos" aún se podrían seguir encontrando algunos nuevos ejemplares. 

El conjunto de emociones positivas y el optimista estado de ánimo del buscador eran  comparables a aquellas sensaciones que nos proporcionaban los primeros hallazgos de casos  de heráldica paleontológica, en 2009, cuando se inició la sección temática en este blog.  En aquellas fechas el autor desconocía completamente el alcance del tema, por lo que se imaginaba que los blasones municipales europeos con contenido paleontológico serían unas autenticas rarezas, por lo que resultarían muy escasos y difíciles de localizar. 

Los resultados de un articulo escrito en 2009 por el amigo geólogo, Carlos Martín Escorza (fallecido el pasado mes de febrero), dedicado a la divulgación entre geólogos de la heráldica geológica mundial, titulado  Geología y heráldica, fueron los que me animaron a querer  iniciar la exploración personal del tema de la heráldica paleontológica europea. Los sucesivos hallazgos, en este campo, que se iban produciendo y la creciente acumulación de casos, me iban animando, mes tras mes, a continuar con la investigación sobre heráldica paleontológica europea. Aunque la investigación prosiguió en los años siguientes, los hallazgos cada se hicieron más escasos, pero los sucesivos hallazgos consiguieron que la investigación se haya mantenido viva hasta el día de hoy, trece años más tarde. 

Me complace, enormemente, poder compartir  este nuevo y raro hallazgo heráldico-paleontológico europeo, con los seguidores y seguidoras del blog. Se trata de un blasón paleontológico francés, de creación muy reciente, que incluye una figura heráldica emblemática muy rara, pues se trata de la representación de un tipo de dinosaurio europeo muy antiguo.

Louppy-le-Château, Mosa (Francia)

Louppy-le-Château es un municipio francés ubicado en el departamento de Mosa, en la región histórica de Lorena, en la región administrativa de Grand Est en el noreste de Francia. Se trata de un pequeño municipio rural dedicado a las actividades agrícolas, en un a zona con poca o muy poca densidad de población.
El pueblo es conocido en los círculos paleontológicos del país, porque allí se hicieron importantes descubrimientos en el siglo XIX. En particular el hallazgo de un esqueleto de un dinosaurio del género Erectopus. Siendo el primer carnosaurio descubierto en Europa. El descubrimiento lo realizó Louis Pierson en el depósito de fosfato de La Penthèive. Pero en el mismo yacimiento, también se hallaron esqueletos perfectamente conservados de varios plesiosaurios, ictiosaurios y cocodrilos.

Aspecto del blasón municipal de la localidad francesa de Louppy-le-Château. Solamente vamos a dedicarle nuestra atención, como es lógico en un blog dedicado a la paleontología cultural, a la figura heráldica oscura que aparece en la parte inferior izquierda del blasón, por su aspecto claramente dinosauriano. Un parecido nada extraño pues se trata de una representación heráldica de un tipo de dinosaurio terópodo. Trabajo artístico de Thom.lanaud
Imagen: Wikimedia


El dinosaurio protagonista:  Erectopus superbus

Erectopus superbus es la única especie conocida del género extinto Erectopus ("pie erecto"), un tipo de dinosaurio terópodo, probablemente carnosauroide, que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 111 millones de años, durante el periodo Albiense, en el territorio de lo que hoy es Europa.
Erectopus era un depredador de tamaño mediano. El fémur tiene una longitud de 48 centímetros y el pie de 23 centímetros, lo que indicaría en un proporción adecuada, una longitud del cuerpo de 4 a 5 metros. El peso ha sido estimado, por Allain, en unos doscientos kilogramos, aproximadamente. Los dientes son alargados, estando aplanados y curvados hacia atrás, con una longitud de corona de unos seis centímetros, indicando un régimen alimentario carnívoro.

Esquema comparativo, mediante dos siluetas. Se puede apreciar el tamaño relativo y la forma característica del cuerpo de ambos tipos de seres vivientes. De haber podido convivir juntos, el erectopo hubiera podido resultar un depredador peligroso para los humanos prehistóricos, a pesar de sus modestas dimensiones...


Descubrimiento, pérdida, hallazgo e investigación de los restos paleontológicos 

El material paleontológico que compone el holotipo (MNHN 2001-4) de la especie fue descubierto a finales del siglo XIX, entre principios de la década de 1870 y antes de 1882, en el lecho de fosfatos de la cantera La Penthèive, en Louppy-le-Château, al este de Francia, en la zona de Mammilatum del Albiense inferior. Esta misma localidad francesa también ha proporcionado restos de plesiosaurios, ictiosaurios y cocodrilos. 

Dibujos que reproducen los diversos elementos óseos del espécimen holotipo, pero no están representados, entre sí, a escala.
Imagen: Wikipedia

Los huesos de Erectopus permanecieron originalmente en la colección privada de Louis Pierson y fueron descritas por primera vez por H. E. Sauvage en 1882. Fue el mismo Sauvage quien realizó el informe para un nuevo taxón: Megalosaurus superbus
En 1932, el material fue estudiado y redescrito, nuevamente, por Friedrich von Huene (1875-1969), quien argumentó que no debería ser incluido en el género Megalosaurus y reubicó el terópodo de Pierson en un nuevo taxón, Erectopus sauvagei
Posteriormente, tras la muerte de Pierson su colección de fósiles se dispersó y se perdió el rastro del holotipo, que se creyó perdido para la ciencia. Sin embargo, los moldes de algunos de los huesos han sido encontrados en el almacén del Museo Nacional de Historia Natural de Francia (MNHN, París), y la parte anterior del maxilar izquierdo, descrito por Sauvage en 1882, fue encontrado a finales siglo XX, a través de un distribuidor autorizado de fósiles parisino, y comprado por Christian de Muison, un paleontólogo del MNHN. 
Los moldes y el maxilar incompleto permitieron una nueva evaluación del género Erectopus, lo que determinó que el nombre correcto para el material fuese confirmado como E. superbus. El maxilar recuperado se ha señalado como lectotipo, y los moldes del espécimen de Pierson se han convertido en el plastotipo para el taxón. El plastotipo incluye una mano derecha parcial, el fémur izquierdo, el calcáneo izquierdo, las mitades proximal y distal de la tibia derecha, y el metatarsiano II derecho.

Esta es otra versión del mismo blasón municipal que se ha mostrado más arriba. Ha sido realizado por Pierre-Louis Molitor, alcalde de Louppy-le-Château, y Robert André Louis, heraldista. 

La etimología del nombre genérico Erectopus procede de la estructura particular del pie de este tipo de dinos (latín erectus = " erecto" + griego pous = "pie"). De acuerdo con morfología distal del extremo de la tibia y la morfología deducida del astrágalo, Allain (2005, p. 83) colocó al Erectopus superbus, dentro de la familia Allosauroidea y, además, lo consideró como un carnosaurio. 
Erectopus superbus es el tercer carnosaurio más antiguo de los conocidos del Cretácico inferior, de Europa. Cronológicamente estaría situado después del denominado "Terópodo de Montmirat", del Valanginiense del sur de Francia y del Neovenator salerii del Barremiense, de la isla de Wight, en el Reino Unido.

Camiseta serigrafiada ofrecida a los turistas como recuerdo de su visita (souvenir) y también como promoción de la oferta turística paleontológica. 
Imagen: Alchetron


Clasificación paleozoológica

En 1923 Von Huene asignó el género Erectopus al grupo de los Carnosauria. En 1932 creó la familia Erectopodidae pero ese nombre no fue aceptado. Los investigadores posteriores, por lo general, colocaron la especie con los Megalosauridae. Allain concluyó en 2005 una colocación en la Allosauroidea, principalmente debido a la forma de la conexión del calcáneo con la tibia. La mayoría de los científicos piensan que esta idea es demasiado prematura, todavía, y como no es posible una determinación más precisa, no mayor que un Tetanurae más general. Los tetanuros (Tetanurae, gr. "colas rígidas") son un clado de dinosaurios que incluye a varios grupos de terópodos, tales como los tiranosáuridos, megalosáuridos, ornitomímidos, alosáuridos, maniraptoriformes y las aves.


Antigüedad del blasón

Este blasón municipal que resulta tan singular por la inclusión de una figura dinosauriana, es de creación y adopción extremadamente reciente. El actual escudo municipal de Louppy-le-Château fue adoptado legalmente por el ayuntamiento de la localidad, el 6 de noviembre de 2020.

Fuentes

- Anónimo. Erectopus superbus. Wikipedia:  https://es.wikipedia.org/wiki/Erectopus_superbus

- Anónimo. Louppy-le-ChateauWikipedia: https://fr.wikipedia.org/wiki/Louppy-le-Ch%C3%A2teau

- Anónimo. Blason de la ville française de Louppy-le-Château (Mosa):  https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Blason_ville_fr_Louppy-le-Ch%C3%A2teau_(Meuse).svg

- Juric, Daniel (2020). Louppy-le-Chateau (Meuse)Armorial de France, 19/11/2020:   https://armorialdefrance.fr/page_blason.php?ville=13358

lunes, 14 de noviembre de 2022

Folclore paleontológico italiano (17)

Heraclio Astudillo-Pombo. Universitat de Lleida

Interpretaciones, creencias, relatos legendarios y usos populares de algunos fósiles en las regiones alpinas y pre-alpinas italianas (7)

Determinadas secciones de las pseudoconchas y los moldes internos y externos de ciertos bivalvos megalodóntidos, fueron los fósiles que en la antigüedad hicieron volar la imaginación de los montañeses del norte de Italia (7)

Marcas de pisadas de vaca, de buey, de asno, de caballo, de mula, de cabra, de ciervo y también de Jesús, de la Virgen y del diablo, sobre las rocas triásicas de los Alpes y Prealpes italianos (VII)


Megalodóntidos triásicos, interpretaciones fabulosas y relatos etiológicos, en el norte de Italia (5)


Introducción

Los restos fosilizados de los grandes moluscos lamelibranquios marinos, de tipo megalodóntido, no fueron los únicos fósiles conocidos y asimilados culturalmente por los habitantes de los territorios alpinos y pre-alpinos del norte de Italia, pero sí fueron los fósiles que generaron mayor número de interpretaciones fabulosas. 
Durante siglos, los montañeses del norte de Italia habían estado encontrando varias clases de piedras en su camino, algunas con formas o marcas curiosas para unos y temibles para otros. Estas piedras de formas extrañas y marcas pétreas intrigantes para unos e inquietantes para otros, siglos atrás, fueron interpretadas de la única manera que les era posible hacerlo en aquella época histórica y en aquella zona geográfica, de manera equivocada y a menudo supersticiosa. 
De aquellos fósiles y de sus diversas interpretaciones populares se tratará en esta y en las próximas entradas, puesto que fueron capaces de interesar a los humanos e impulsarlos a generar una gran cantidad de productos culturales inmateriales, tales como fueron creencias,  usos y narraciones legendarias explicativas (etiológicas). Todas esas producciones culturales, en ocasiones, resultan muy semejantes entre si, pero tratándose de los mismos tipos de fósiles y de una zona geográfica no demasiado extensa, las creencias, usos y narraciones acompañaron a sus portadores-narradores en su periplo vital, siendo distribuidas por el territorio visitado y compartidas con su audiencia, la cual repitió el proceso transfiriendo estas creencias, usos y narraciones en su entorno social y a las siguientes generaciones.


Bucólica vista panorámica estival de un típico paisaje alpino, en las proximidades de las montañas Dolomitas. Se trata del idílico paisaje que rodea 
a la población de Funes-Villnöß (Villnoess), en la Provincia Autónoma de Bolzano. 

Leyendas etio-paleontológicas en algunas localidades de la prov. de Belluno, Reg. del Véneto (2)

Se prosigue con la exposición de interpretaciones populares de tipo fabulosos o legendario surgidas de la observación perpleja de las extrañas marcas, en relieve positivo o negativo, con figuras en forma de pezuñas de animales domésticos o salvajes, visibles en la superficie de las rocas calizas de muchos lugares montañosos de la región. Tales formas curiosas, determinadas por las secciones erosivas de los moldes interno o externos de las conchas bivalvas de los  megalodones triásicos (Megalodon gümbeli), incluidos en la matriz rocosa, fueron interpretadas de manera muy equivocada y alejada de la realidad, en épocas y lugares en los que se desconocía su verdadera naturaleza paleontológica. Pues realmente se trataba de los restos fosilizados de unos moluscos marinos que habitaron los fondos fangosos de mares prehistóricos, hace aproximadamente unos 220 millones de años, durante el Triásico inferior.

Répica natural de una concha bivalva de un megalodóntido triásico. Se trata de un ejemplar de la especie Gemmellarodus seccoi Parona 1887, procedente de Val di Brenta, Solagna (VI),   Veneto, Italia. Su forma característica de pezuña dividida, en siglos anteriores, dio origen a interpretaciones muy bizarras para nuestra actual mentalidad racionalista. Imagen: http://www.musesplorando.it/

La omnipresencia dominante de un fuerte contexto cultural  de tipo mítico-religioso y supersticioso junto con la escasa presencia de un contexto racionalista, naturalista o científico, condujeron a los observadores rústicos hacia interpretaciones irracionales que prontamente favorecieron la producción de las correspondientes narraciones fabulosas, de tipo explicativo-justificativo, congruentes con la mentalidad predominante en la sociedad de aquel medio geográfico, en aquella época.


Huellas de pisadas de "anguane"

En algunas localidades de la provincia de Belluno existió una curiosa relación entre la paleontología y la mitología antigua, pagana, puesto que las improntas dejadas por las antiguas conchas de los bivalvos megalodóntidos no fueron vinculadas por la fantasía popular con santos cristianos o sus animales domésticos, como se vio en la entrada anterior dedicada a este tema, publicada el 14 de enero de 2022, sino que se vincularon con los residuos de viejas divinidades menores del antiguo paganismo. En tales lugares belluneses, las huellas de las conchas de los bivalvos megalodones, tan constantes y abundantes en los estratos de roca caliza blanquecina que constituye la capa de la Dolomita principal, tan extendidas por todo el territorio dolomítico, antiguamente, fueron interpretados como las huellas dejadas por el paso de unos misteriosos espíritus femeninos acuáticos, activos en horarios crepusculares y 
nocturnos. En esta zona alpina los habitantes de aquellos lugares las denominaban "anguane" (pl.) y "anguana" (s.) por su relación con el medio acuático. En esos lugares se creía que estas misteriosas y ambiguas figuras femeninas, ligadas a los curso y masas de agua de aquellas montañas tenían la mitad superior del cuerpo de forma humana, mientras y la mitad inferior de su cuerpo como el de las cabras montesas, razón por la que sus pies dejaban al pasar un rastro de marcas de pezuñas de aspecto caprino, tales marcas también aparecían en la superficie de las piedras, siendo denominadas "impronte d'anguana", es decir, "marcas o pisadas de anguana".

Fotocomposición formada superponiendo un dibujo que representa una anguana sobre una fotografía de un remanso bajo una pequeña cascada alpina. Puede verse que este ser mitológico femenino es híbrido de humano y cabra, con un aspecto muy semejante al de un fauno.
Imagen: Museo Etnográfico de la Provincia de Belluno y Parque de los Dolomitas de Belluno:   http://patrimonio.museodolom.it/items/show/3772

 
Parece obvio recordar que tales interpretaciones populares  sobre la naturaleza de las improntas dejadas por las conchas fósiles de megalodones triásicos, realizadas durante los siglos XVII a XIX, bien visibles en la superficie de las rocas, parecen ser una antigua herencia o residuo cultural de tiempos antiguos, muy anteriores a la época citada. Probablemente un residuo cultural de antiguos mitos y cultos precristianos que posiblemente eran muy comunes en aquella región, un milenio y medio o dos antes de la época moderna y contemporánea.
Por tanto los restos fósiles de los bivalvos megalodóntidos contribuyeron a la formación de una creencia errónea y supersticiosa sobre la existencia real de unos seres míticos femeninos, emparentados con los faunos de la mitología romana y con otros seres de la mitología celta, venerados y temidos, hace más de 2000 años, entre los montañeses alpinos, más crédulos y supersticiosos. Esos  mismos fósiles contribuyeron a mantener viva la creencia supersticiosa en su existencia real, hasta tiempos tan recientes como el siglo XIX e inicio del s. XX

Aspecto de una impronta de megalodón en la superficie de la roca dolomítica blanquecina que constituye la capa denominada la "Dolomía principal". Este tipo de fósiles, debido a su forma y siendo del tamaño adecuado, fueron confundidos con la huella dejada por la pisada de una cabra montesa. 
Imagen: Museo Etnográfico de la Provincia de Belluno y Parque de los Dolomitas de Belluno:  http://patrimonio.museodolom.it/items/show/3772

En la zona de las Dolomitas de Belluno, las "anguanas" eran una clase de criaturas míticas, ligadas al medio acuático, con características morfológicas y funcionales que las hacían, en parte, similares a las ninfas de la mitología griega y romana. Pero las "anguanas" de la mitología alpina veneciana, eran imaginadas con un aspecto físico particular que las hacía asemejarse, físicamente, a los faunos de la mitología romana.
En la mayoría de los lugares eran consideradas como seres inmateriales, pertenecientes al mundo de los espíritus nocturnos que podían materializarse con aspecto humano o de seres híbridos, medio humanos y medio animales y cuyo encuentro no solía presagiar nada bueno, generalmente.

Otra representación del supuesto aspecto corporal de las "anguane" de la zona bellunesa. En este caso, su cuerpo femenino adolescente, solamente manifiesta rasgos bestiales en la parte inferior de sus piernas, con unas pezuñas de 
aspecto totalmente caprino. 

Se creía que caminar de noche cerca de los lugares donde habitan estas criaturas era una imprudencia muy peligrosa, pues a menudo atraían a los ingenuos caminantes y luego los ahogan, si no les gustaba su trato, pero si les gustaba 
su compañía, los hacían prisioneros en su mundo acuático subterráneo, fuera del tiempo de los mortales.

Con frecuencia se describe a las "anguanas" como mujeres muy jóvenes, a menudo muy atractivas, capaces de seducir a los hombres que las sorprendían haciendo la colada o peinándose su larga melena, a la luz de la luna, junto al espejo del agua. Otras veces las describen como seres adolescentes, en algunas ocasiones con la mitad superior de mujeres jóvenes y la mitad inferior de serpiente o de pescado. Sin embargo, en otras ocasiones, se las describe como viejas horribles, capaces de aturdir gritando muy fuerte y de forma muy desagradable. En la región del Veneto existiño, hasta hace poco tiempo, la expresión popular "Sigàr come n'anguana", es decir, "gritar como una anguana" para referirse a una persona que vociferaba.

En la actualidad la anguana es un personaje de ficción cuyo recuerdo se conserva en algunas narraciones fantásticas para jóvenes y niños y recopilaciones de leyendas tradicionales. Cubierta de un libro moderno (2010) que reúne viejos cuentos y leyendas populares protagonizadas por "anguanas". Se trata de un recopilatorio de narraciones originadas o conservadas en la región del Veneto y en otras partes del noreste itálico. Redactadas con un estilo y  lenguaje adaptados a los gustos de los lectores de los tiempos actuales.
Imagen: Amazon

También se creía que tenían la capacidad de convertirse instantáneamente en animales semiacuáticos, tales como serpientes, peces, nutrias o salamandras, capaces de escapar a la primera señal de peligro lanzándose y sumergiéndose en el agua. De este supuesto comportamiento derivaba la expresión popular veneciana "Ndar via come n'anguana", es decir, "escaparse rápido como una anguana"

En cualquier caso, todas las leyendas sobre las "anguane" tienen en común que estas criaturas presentaban uno o más rasgos no humanos sino bestiales: patas de cabra, de gallina, de pato o piernas escamosas, un lomo "ahuecado" que disimulaban cubriendo su espalda con un manto y rellenando la concavidad con musgo y trozos de corteza.
El otro elemento común en el que coinciden todas las leyendas es que las "anguane" vivían cerca de manantiales, surgencias cársticas, cascadas, lagos y arroyos, siendo seres protectores de las aguas y de los animales acuáticos y anfibios que las habitaban, como también la pesca, castigando a quienes abusaban de ellas. Pero pueden traer buena suerte a los pescadores, si las habían sabido hacer propicias a su actividad, tratándolas con respeto, con oraciones y ofrendas de veneración.
Muchas leyendas cuentan cómo, antiguamente, las "anguane" eran seres femeninos afables que enseñaron a los primeros habitantes que llegaron para colonizar aquellas montañas muchas de las actividades artesanas tradicionales, como criar ganado adaptado a las duras condiciones de aquel territorio, esquilar e hilar lana o hacer mantequilla y queso, a cambio de un pacto de silencio y de un compromiso inviolable.
Según cuentan las viejas leyendas, algunas "anguane" se llegaron a casar con un mortal y a tener hijos con él, imponiendo unas condiciones muy estrictas para poder realizar y mantener el matrimonio, el pacto matrimonial disponía que el marido no podía realizar determinadas acciones, contraria a los intereses de su mujer no humana, bajo pena de disolución inmediata del matrimonio y abandono del hogar. Generalmente, todas esas historias, terminan con que los humanos rompen el acuerdo pactado, o no se muestran suficientemente agradecidos por los dones recibidos y la "anguana" consorte, patrocinadora y protectora del patrimonio familiar, se marchaba de casa ofendida, regresando al medio acuático del que procedía, en medio del bosque y las montañas. Esta clase de seres 
femeninos legendarios del folclore alpino italiano, muestran muchos paralelismos con la leyenda francesa del hada Melusina.
Las mícas "anguane" no solo fueron conocidas en la región del Véneto, sino también en las de Friuli y en ciertas parte de Lombardía, Emilia y Trentino, pero a menudo recibieron otros nombres, tales como "acquane, agane, angane, ogane, gane, vivane, pagane, subiane, zubiane, longane", etc.


Leyendas etio-paleontológicas de la región de Trentino-Alto Adige/Bozen-Südtirol (1)

Se han podido localizar tres relatos etiológico populares, con una probable antigua raíz mítica. Uno protagonizado por unos seres forestales de apariencia humana. masculina, que tiene un cierto paralelismo con el mostrado en el caso anterior. Los otros dos relatos legendarios, relacionados con el Diablo, tienen ciertas semejanzas con algunos de los mostrados anteriormente en varias entradas publicadas en 2020 y 2021. En aquellos, y en este, las marcas caprinas habían sido originadas por el contacto de las pezuñas diabólicas con el suelo, prueba irrefutable del paso del Diablo por aquel lugar. En la próxima entrada que se dedique a tratar este tema, se expondrán estos dos relatos.
El cuarto relato etiológico popular hallado, por su concepción, es en cierto modo de tipo naturalista, pues las marcas son causadas por seres comunes, las vacas, fueron generadas por actividades corrientes, durante su tránsito sobre el terreno, y en condiciones ordinarias.


Huellas de pisadas de "salvàns"
 
En la zona alpina de los montes de las montañas Dolomitas, los geólogos consideran como el fósil guía de las capas de edad triásica a una concha bivalva de forma muy curiosa por su forma característica de pezuña de animal ungulado, cuyo nombre culto es megalodón o megalodonte. Esa forma tan particular e intrigante, hace siglos, inspiró entre los montañeses numerosas leyendas populares sobre sus supuestos orígenes extraordinarios. 
Los primeros habitantes que colonizaron estas montañas, llegados de tierras más bajas o meridionales, que nunca antes habían visto nada semejante, creían que aquella clase de marcas en la roca, eran las huellas dejadas por el paso de unos personajes míticos, misteriosos y sobrehumanos que deambulaban por el bosque y sus márgenes, en horas crepusculares y nocturnas. Eran los llamados “salvàns” (hombres selváticos u hombres forestales salvajes) unos seres masculinos, misteriosos, cubiertos de pelo oscuro, con largas barbas y cabelleras, de conducta ambigua, malévola o benévola, según la actitud y el comportamiento del humano con el que se tropezaban. Este comportamiento era motivo de inquietud entre las personas que tenían necesidad de transitar o pernoctar en zonas en las que se decía que vivían estos seres impredecibles. Las leyendas relataban casos en los que su encuentro casual podía ser causa de alegría o de desgracia para el caminante y por lo tanto de que fueran seres más temidos que apreciados, entre los montañeses supersticiosos. 

"La pelea en el bosque", dibujo de Hans Burgkmair. National Gallery of Art, Washington. El hombre salvaje o ser de los bosques es una figura mitológica que aparece en obras de arte y literatura medieval europea. Imagen: Wikipedia

El hecho de que sus pisadas dejaran huellas en forma marca de pezuña caprina o bovina, indicaría que sus piernas no eran humanas, sino animales y que su naturaleza era híbrida, es decir se trataba de seres monstruosos y por tanto relacionados con el mundo mágico o diabólico.
La ciencia ya descubrió, hace casi dos siglos, que aquellas marca con forma de huella de pezuña hendida, en realidad, era una replica natural de la concha de un molusco prehistórico. Se había formado por la acumulación de un depósito mineral que ocupaba la cavidad dejada por la concha original del molusco, previamente disuelta durante el proceso de litificación de los antiguos sedimentos marinos, a la que sustituía, moldeada por la cavidad en la que se acumulaba.

Grabado antiguo, xilográfico, representando el supuesto aspecto de un "wildermann" u "hombre salvaje", habitante de los bosques más densos y solitarios, situados en los territorios montañosos de los Alpes. Los "salvàns" eran una clase  de seres míticos localizados en la zona dolomítica, en el norte de Italia, muy emparentados con todas las demás variedades de "hombres salvajes" forestales de otras partes de Europa.   Imagen: Fotostock de Alamy.

Según cuentan las viejas leyendas, cuando los primeros hombres llegaron a las inmediaciones de los Alpes, descubrieron que la tierra a la que habían llegado no estaba deshabitada, sino que desde tiempos inmemoriales, los bosques de estos lugares habían estado habitados por una raza de hombres peludos, más fuertes y hábiles que los hombres recién llegados. Los hombres llamaron a estos seres selváticos "salvàns". 
Inicialmente, la convivencia entre los dos pueblos fue fácil. Los "salvàns" enseñaron a los hombres todo lo que ellos sabían sobre agricultura de montaña, cría de ganado, transformación de la leche y la caza de montaña, pero a medida que pasaba el tiempo, más hombres fueron llegado y se instalaron en aquellas tierras, prontamente enriquecidos y fortalecidos por sus nuevos conocimientos, comenzaron a aislar a los "salvàns" y expulsarlos de sus tierras. Esos seres, antes tan amistosos y cooperadores, pronto se convirtieron en seres agresivos, rencorosos y peligrosos de los que había que deshacerse. Y así comenzó el conflicto entre estos dos grupos de viejos amigos. Los "salvàns" empezaron a aprovechar las noches para interferir en todos los trabajos de los hombres, para hacerlos fracasar en su intento de colonización de sus antiguos territorios, e incluso se acercaban a los pueblos para robar niños pequeños, pero los hombres resistieron y nunca se marcharon para regresar a sus tierras de origen, por lo que los "salvàns" tuvieron que refugiarse en lo más profundo de los bosques más alejados del mundo humanizado.

Fragmento de roca mostrando la sección de una pseudoconcha de megalodonte, con su forma característica de pezuña bovina o caprina, según como se mire. Esta clase de piedras debieron ser muy valoradas, buscadas y utilizadas como amuleto por los montañeses dolomíticos, más supersticiosos, en la proximidad de las zonas densamente forestales.
Imagen: Adler Mountain Lodge

En siglos anteriores, los pastores que ascendían en verano con sus rebaños hasta estos lugares solitarios, para aprovechar los pastos naturales de la alta montaña, buscaban y recogían piedras con este tipo de marcas de pezuña caprina, convencidos que era la huella del pie de un "salvàn" y las usaron como amuletos para proteger el contenido de sus cabañas estivales de la mala influencia de cualquier clase de espíritus malignos que pudieran estar al acecho, con malas intenciones, por los alrededores, fuesen ladrones de ganado, lobos u osos, brujas, demonios o "salvàns" malignos. Por tal motivo colocaban las piedras con las marcas de la pisada de los salvàns en los cimientos o las incrustaban en los muros de sus cabañas.
Por las pisadas en forma de huella de pezuña de cabra o de toro, parece ser que se identificaba a los salvàns con una especie de seres semejantes a faunos o sátiros. Incluso en algunas fuentes se dice que la raza de mujeres que compartía con los "salvàns" el territorio situado en torno a las montañas de las  Dolomitas eran las "anguanas", también con pies en forma de pezuña caprina.


Huellas antiguas de pisadas de vacas

En el Alpe di Siusi, el altiplano alpino más grande de los montañas Dolomitas, también se han hallado un par de nombre populares modernos y una interpretación popular asociada a ellos y a este tipo de fósiles con forma de pezuña.  
En este caso parece evidente que la cultura vaquera del "Tirol del Sur" debió influir en el momento de interpretar popular de este tipo de fósiles, en una época relativamente cercana a la actual, pues tanto la interpretación como las denominaciones populares, halladas, no contienen indicios que puedan vincularlos con la fantasía mítica o legendaria, sino con las actividades comunes de la vida cotidiana de los ganaderos de vacuno.

l fósil guía que utilizan los geólogos, en la zona de las Dolomitas, para identificar la capa de caliza blanquecina denominada Dolomia principal, de edad triásica, son los grandes bivalvos triásicos denominados megalodones o megalodontes. Tales fósiles debido a su característica  forma de pezuña de vaca, cuando aparecían incluidos en la superficie rocosa eran denominados por los pastores y vaqueros de la zona, en su dialecto alemán "Kuhtritte", es decir, "pisada o huella de pie de de vaca" y también "versteinerte Kuhtritte", es decir, "pisada o huella de vaca petrificada" Los pastores y vaqueros italohablantes se refieren a ellos como "peste di mucca" o "impronte di vacca“ y  también como "impronte di mucca pietrificate", con el mismo significado

Dibujo esquemático, representando un conjunto de secciones de pseudoconchas y moldes internos de restos fosilizados de moluscos megalodontidos, del género 
Conchodus gumbelii, del Triásico superior, con un aspecto que por su forma y tamaño se asemejan a la de una pezuña bovina o caprina. La concentración de marcas de una tal clase de pezuñas, al ser interpretada en clave naturalista, parecería indicar que es un lugar en el que se han reunido o que ha sido frecuentado, por un tipo de seres naturales dotado de pies bovinos o caprinos, es decir, rebaños de vacas o de cabras.
Este esquema fue dibujado a partir de una losa pulida, existente en el Museo de Historia Natural de Viena. Aquella losa procedía de la zona montañosa, austriaca, de Tennengebirge (Modificado a partir de Zapfe, 1957).

Este tipo particular de fósiles, a menudo, se encuentra bien visibles, en la superficie de los bancos masivos de una clase de roca caliza blanquecina (Dolomía principal), reconocible por su característico color blanquecino pero no pueden extraerse sin romperse. Pueden encontrarse sueltos, individualizados, especialmente en los acúmulos de detritus rocosos, cumulados en la base de las paredes de los acantilados y taludes rocosos, tras haberse desprendido de la roca matriz por efecto de la disolución diferencial o/y de la gelifracción.

En un solitario paisaje alpino del altiplano de Alpe di Siusi (Tirol del Sur), en prados naturales situados a casi 2.000 metros sobre el nivel del mar. dos vacas pastan tranquilamente, algo alejadas del resto de su rebaño, durante la época estival. Fotografía de Roland Mayr
Imagen: Mein Bezirk

Hace dos o tres de siglos, en algunos lugares se aplicó una interpretación naturalista a la presencia de este tipo de fósiles, megalodóntidos, partiendo de su aspecto y de su localización. Como tenían la forma y el tamaño aproximados de pezuñas de vaca y de becerro y como su distribución coincidía con ciertas zonas frecuentadas por el ganado vacuno, ya fuese en aquellos lugares donde las vacas transitaban durante sus desplazamientos migratorios estacionales o en los que residían durante el verano, su existencia se atribuyó a esta causa. Tales motivos y explicaciones, hace 200 o 300 años, eran aparentemente lógicos y razonables, por lo que este tipo de fósiles se identificaron con las viejas marcas dejadas sobre el terreno, en la antigüedad, por el paso de los rebaños de vacuno, durante su trashumancia estacional y su estancia estival en los prados de alta montaña.


Fuentes

- Anónimo. Impronte di Megalodon. Museo Etnografico della Provincia di Belluno e del Parco delle Dolomiti Bellunesi:https://patrimonio.museodolom.it/items/show/3772 
- Anónimo. Anguana. Wikipedia: https://it.wikipedia.org/wiki/Anguana
- Anónimo. Una conchiglia chiamata "Zoccolo del diavolo" provincia de Bolzano Region de Trentino-Alto Adige. Adler resorts: https://www.adler-resorts.com/it/adler-lodge-alpe/unesco/368-53957.html
- Anónimo. (2011) Parchi naturali Alto Adige: Parco naturale Puez-Odle.  Editore: Provincia autonoma di Bolzano-Alto Adige. Regione Trentino-Alto Adige: http://www.provincia.bz.it/natura-ambiente/natura-territorio/pubblicazioni.asp?publ_action=300&publ_image_id=215206
- Jori, Francesco (2018)). Storia del Veneto dalle origini ai giorni nostri. Biblioteca dell'Immagine.
- Mornese, Michele (2010). L’uomo selvatico ci parla ancora. Lo sguardo di Massimo Centini. FORESTA, MITO, MESSAGGIO. FOCUS ARGOMENTI:  http://archivio.cai.it/fileadmin/documenti/Comunicati_Stampa_2010/Resoconti/Lo_sguardo_di_Massimo_Centini.pdf
- Schweiggl, Martin & Unterholzner, Leo (2011 ) Naturparks Südtirol. Naturpark Puez-Geisler. Herausgeber: Autonome Provinz Bozen-Südtirol Abteilung Natur und Landschaft Amt für Naturparke:
http://www.provinz.bz.it/natur-umwelt/natur-raum/publikationen.asp?publ_action=300&publ_image_id=215207
-Zenn (2022) Le anguane, le mitiche creature dei filò. Veneto storia, 19-03-2022 . https://www.venetostoria.com/?p=20378