Mostrando entradas con la etiqueta Balaton. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Balaton. Mostrar todas las entradas

domingo, 6 de julio de 2025

Folclore paleontológico húngaro (5)

por Heraclio ASTUDILLO-POMBO. Univ. de Lleida

Las pezuñas de cabra petrificadas del lago Balaton (Hungría) (2)

Recapitulación

En la entrada de hoy se continuarán presentando varias de las leyendas populares magiares,  inspiradas en la interpretación legendaria de los restos degradados de valvas de conchas de congerias, debido a que se les atribuyó un origen fabuloso. Habiéndose imaginando que se trataba de las supuestas pezuñas petrificadas de un rebaño de cabras ahogadas en el lago Balaton. Puesto que se trataba de  unos objetos extraños, curiosos y con un aspecto muy familiar y que surgían del fondo del lago con el oleaje y quedaban depositados en las orillas, de ciertos lugares. La imaginación popular consideraba estos objetos como mudos testimonios  y recordatorios de unos supuestos sucesos legendarios sucedidos en el pasado lejano. 

En la entrada anterior, publicada el 8 de enero de 2024, se presentaron las tres primeras leyendas que habían sido seleccionadas, igual que las presentadas hoy, por quien escribe, debido a la vinculación paleontológica de una parte de su relato, para formar parte de la serie de interpretaciones populares y de sus correspondientes relatos legendarios que nos complacía dar a conocer a nuestr@s lectores/as.

Las conchas fósiles de congeria, del lago Balaton, cuando están íntegras, son de forma  triangular y tienen el tamaño de media palma de la mano, aproximadamente. Pero cuando se desgastan por efecto de su fricción con los materiales duros del fondo, quedan reducidas a una porción mucho más pequeña cuyo nombre científico es Congeria ungula caprae. Sus ejemplares intactos son tan populares entre los coleccionistas de fósiles como los ejemplares "trabajados" por el oleaje de fondo, en las aguas del lago Balatón. Las valvas de Congeria no son los únicos fósiles del contenido paleontológico de los estratos arcillosos del periodo de Panonia, pero sí los más abundantes y comunes, pudiéndose encontrar acumulados en masa en ciertos sitios favorables de las orillas del lago Balaton. 

Diversos ejemplares de "pezuñas de cabra" de la península 
de Tihany" expuestas en la palma de la mano de un hombre. Puede apreciarse su aspecto y tamaño. Imagenhttps://boroskastely.hu/a-kecskekorom-es-a-balaton-tortenete/

La principal característica de las conchas  de los ejemplares de Congeria ungula caprae es que tienen la parte apical de sus valvas muy engrosada. Es precisamente esa parte apical engrosada de las valvas la única que se conserva una vez han sido arrastradas por el oleaje de fondo, quedando desaparecida por desgate erosivo la parte más delgada de las valvas. De esta manera se transforman en unos objetos llamados popularmente "pezuña de cabra de Tihany" o "pezuña de cabra del Balaton", denominación lógica debido a su relativa semejanza morfológica con una pezuña de cabra
Las conchas fósiles de varias especies del género Congeria han sido halladas en muchos lugares de la cuenca de los Cárpatos, como p.e. en Fonyód, Mályi, Nagyárpád, Nagyvázsony, Nyárád, Somlóvásárhely, Sopron, Szántód y Szekszárd, pero solamente en la zona del lago Balaton han dado origen a interpretaciones populares legendarias, siendo ignoradas en el resto de los territorios antes mencionados.

Aspecto característico del alargado y estrecho lago Balaton, en un mapa de carreteras
. Puede verse el contorno de la península de Tihany en la parte superior derecha de la orilla del lago, adentrándose en la masa de agua. Este es el territorio en el que se desarrollan los relatos legendarios que se darán a conocer aquí. Nótese la abundancia de localidades ubicadas alrededor de las orillas del lago más grande de Europa Central y el gran número de topónimos que incluyen el prefijo Balaton en su composición.  Imagen: https://es.wikipedia.org/wiki/Balaton

Casi no existe ninguna guía turística sobre la península de Tihany que no mencione al menos las pezuñas de cabra, por lo que las Congerias desempeñan un papel importante como símbolo de la unidad del paisaje en la vida de los lugareños, la celebración anual del Festival de las pezuñas de cabra, es un testimonio de ello. 

Caja de madera expositora, expuesta en un mercadillo callejero, con destino a satisfacer el deseo de los visitantes y turistas de poseer un recuerdo legendario de su visita a la localidad. 
En el papel que anuncia la naturaleza del objeto puesto a la venta, bajo un dibujo, se puede leer: "Kecskeköröm - eredeti, 5 millio eves kagylo" (Pezuña de cabra: concha original de 5 millones de años).
La Asociación de Turismo de la península de Tihany organiza anualmente la "Fiesta de la Pezuña de Cabra" en la que todo gira en torno a los sucesos legendarios. Imagenhttps://boroskastely.hu/a-kecskekorom-es-a-balaton-tortenete/


Relatos protagonizados por princesas cantantes, princesas silenciosas, príncipes enamorados, reyes de las olas furiosos, viejas diabólicas envidiosas y cabras de pelo dorado  (2)

Leyenda de la princesa silenciosa

El poema más conocido, de todos los conocidos, en el que se trata sobre el origen de las  pezuñas de cabra petrificadas del lago Balayon, es el reggae de János Garay cuyo motivo principal trata sobre el origen del misterioso eco de Tihany. Basado en el relato popular que los vendedores de "pezuñas de cabra" petrificadas del Balaton contaban a los visitantes de la península de Tihany. El tema principal de esta leyenda es el origen del eco sorprendente y misterioso existente   en una zona de de la península de Tihany, y que, secundariamente, también incluye el origen de las curiosas pezuñas de cabra petrificadas. Uno de los protagonistas del relato es una princesa cabrera que no solo era muy hermosa, sino que también era totalmente silenciosa, ya que al parecer por alguna causa desconocida aquella muchacha había perdido la voz y se había quedado muda. 

Cuenta el relato que cierto día, repentinamente, apareció  en las colinas de alrededor de Tihany, una bella y joven pastora forastera, acompañada de un rebaño de hermosas cabras de pelo tan fino como la seda y de tonalidad dorada. Luego descendió hasta las orillas del lago, donde se instaló con sus cabras, pues la humedad del terreno ofrecía, a su rebaño, suculentos y abundantes pastos verdes y tiernos. Todos los días, la bella pastora, acompañaba   silenciosamente a sus hermosas cabras de pelo dorado, y nunca jamás, nadie pudo oírla cantar ninguna canción, ni pudo escucharla entablar o mantener conversación alguna con nadie

Al poco tiempo de la llegada de la forastera, Pannon, el rey del lago Balaton, una especie de Poseidón de agua dulce, también vio a la hermosa muchacha pastoreando su rebaño de hermosas cabras, por las orillas del lago en el que reinaba y observó, sorprendido, su hermético y permanente silencio. 

Pannón tenía un solo hijo, de salud frágil que yacía en su lecho, gravemente enfermo y afectado de fuerte melancolía. Sabiendo el rey que la leche de aquellas cabras tenía virtudes curativas, se acercó a la pastora y le pidió que le diera un jarro de la leche de sus cabras, cada día, para sanar a su único hijo, enfermo, y le prometió a la muchacha que a cambio de la leche sanadora de sus cabras, él la liberaría de su indeseado silencio. 

El príncipe se fortaleció y mejoró notablemente, gracias al consumo de la leche prodigiosa de aquellas cabras y la muchacha pudo recuperar la capacidad de volver hablar con voz sonora y elocuente. Al recuperar la muchacha su hermosa y elocuente voz, aumentó su atractivo, y empezaron a aparecer diversos pretendientes de categoría social en las orillas del lago para cortejarla.

Tan pronto como el joven príncipe, una vez recuperado de su enfermedad, vio a la hermosa muchacha, se enamoró de ella y empezó a cortejarla, pero la orgullosa princesa cabrera, por arrogancia, le despreció y se negó a hablar con él e, incluso se atrevió a rechazar las proposiciones amorosas del hijo del rey del lago, un muchacho muy sensible de corazón y muy delicado de salud, quien acabó muriendo de pena. 

El rey del lago, furioso por la muerte de su hijo y por la causa de ella, maldijo a la cruel muchacha y los boques de las colinas se incendiaron, el rebaño de cabras de pelo dorado enloqueció de pánico y al huir se precipitó en el lago, donde todas aquellas hermosas cabras murieron ahogadas. A ella la encerró dentro de una cavidad subterránea, tras un monolito de roca, donde nunca más vería el sol, ni persona alguna, ni su rebaño. 

Ilustración de una vieja tarjeta postal, de 1935, que representa el momento más dramático del poema de János Garay, cuando el rey del lago enfurecido porla muerte de su hijo, maldice a la princesa pastora. Imagen: https://svetvykupu.sk/eshop/umelecke/5974-1935-piesen-ozveny-tihany-hnedobiela-pohladnica-madarske-kralovstvo.html#&gid=null&pid=1

Otra ilustración semejante a la anterior, en otra vieja tarjeta postal, de la misma época y estilo, que representa el mismo momento más dramático del poema de János Garay, "A Tihanyi visszhang" (El eco de Tihany)
Imagen: https://www.darabanth.com/en/online-auction/399/categories~Postcards/Hungary~1000004/Tihany-A-tihanyi-visszhang-Rege-irta-Garay-Janos-EB~II2438790

La maldición del rey se apoderó de su voluntad y así como antes no hablaba con nadie, si no le apetecía hacerlo, ahora encerrada en la roca, deberá responder de buen grado a quien se dirigeja a ella. Así. la voz de la prisionera del rey del lago se convirtió en el origen del misterioso eco de Tihany, al menos según el relato del poema de János Garay. También se menciona que las pezuñas de cabra petrificadas que aparecen en las orillas del lago son los únicos despojos de las cabras ahogadas que pueden verse y que sirven para recordar el castigo infligido. por el rey del lago, a la arrogante e insensible pastora, causante de la muerte de su único hijo enfermo.

El eco en Tihany fue uno de los fenómenos más conocidos de Tihany, desde el siglo XVIII pero ya era conocido desde mediados de siglo XI, cuando se construyó allí la abadía. La esencia del eco de Tihany es que las palabras gritadas desde un lugar de la colina Visszhang se reflejaban desde el lado norte de la abadía, que está a más de 350 metros de distancia, mientras que recorren la distancia de ida y vuelta de casi 700 metros en sólo unos dos segundos. En el mejor de los casos, el eco se repetía hasta siete veces. Para facilitar la mejor posición posible de los voceadores se colocó un pequeño pilar en la ladera para que la gente pudiera llamar a la iglesia desde aquel lugar, aquel pilar se llamó "la piedra del eco".

Un visitante encaramado sobre el pilarcillo llamado "Piedra del eco", gritando en dirección de la abadía, para comprobar personalmente la efectividad del fenómeno físico que desde hace siglos es una curiosidad natural y una atracción local . Foto: funiQ

Imagen: https://fivesneakers.com/blog/2017/08/28/echo-tihany-legend-must-try/

A principios del siglo  20 se observó que la anterior potencia tradicional del eco de Tihany estaba disminuyendo sin saber cuál podía ser la causa. Parece ser que la mayor parte de la culpa de la disminución del eco de Tihany la tuvieron las numerosas villas recién construidas, y la reforestación de sus alrededores como mejora paisajística para gozo de los nuevos residentes. Se ha demostrado que el denso follaje de los numerosos árboles plantados entre la colina y la iglesia para recrear un denso paisaje  boscoso sería el culpable de arruinar el disfrute del espectáculo sonoro del eco, y en años recientes, el ruidoso tráfico turístico,  cada día en aumento, no ha hecho más que empeorar la situación, aún más.

Un visitante comprueba personalmente la existencia y peculiaridad del eco de Tihany, enfocando su voz con sus manos y encarado en dirección a la abadía, desde la "piedra del eco" Foto: funiQ
Imagen: https://funiq.hu/2660-tihanyi-visszhang

La leyenda de las pezuñas de cabra se hizo muy conocida no sólo en Hungría sino también en el extranjero. Las pezuñas de cabra, según esta leyenda popular en muchas versiones, son los restos de unas cabras de pelo dorado de una princesa que fue castigada por su orgullo y perdida en el lago Balaton. La historia de János Garay, sobre la princesa que guardaba las cabras de pelo dorado y el hijo del Rey del Lago que luchaba por el amor de ella, puede haber tenido un papel importante en la fama de las pezuñas de cabra. 

Según la leyenda, el príncipe murió de pena por el amor rechazado, por lo que el Rey del Lago maldijo a la princesa junto con sus cabras. Los montes de Tihany reventaron escupiendo roca fundida y fuego que incendió los bosques, las aguas del lago Balatón embravecidas se agitaron y crearon enormes olas, las cabras presas del pánico huyeron hacia la orilla en la que habían pastado tranquilamente, anteriormente, pero las feroces olas del lago las arrastraron y fueron tragadas por el agua. La princesa también desapareció porque la tierra se abrió bajo sus pies y quedó atrapada en una cavidad bajo tierra, en el interior de unas peñas.

Escultura monumental existente en la orilla del lago Balaton, en la localidad húngara de Zamardi. Una representación alegórica del drama amorosos narrado por una leyenda local, protagonizada por un enamoradizo príncipe enfermo y una orgullosa princesa cabrera. Fotografía de Fanni Imagen: https://dynamic-media-cdn.tripadvisor.com/media/photo-o/1b/d8/ff/7f/photo0jpg.jpg?w=1100&h=-1&s=1


Leyenda de la princesa cantante

La leyenda trata sobre la frustrada relación amorosa de una hermosa princesa llamada Tihany, en otra versión es un hada, y el único hijo del rey y señor de las aguas del lago, llamado Balaton. 

Todos los días la princesa bajaba al lago con sus cabras, donde se entretenía cantando con una hermosa voz. El príncipe no podía resistirse a la belleza del canto y todos los días salía del agua para escuchar cantar a la muchacha. Al cabo de un tiempo, se enteró de que todo el mundo de la localidad disfrutaba escuchando sus canciones, así que decidió sacar provecho de su hermosa voz y hizo saber que solamente volvería a cantar si la audiencia le pagaba por escucharla. Hizo saber la nueva situación a Balaton, el señor del lago, y a su hijo. A partir de ese momento la princesa sólo cantaba cuando el hijo de balaton le regalaba puñados de preciosas perlas de los miles que decoraban su tienda subacuática hecha de algas y preciosas perlas.

Cierto día el muchacho enfermó gravemente y le rogó a su padre en su lecho de enfermo que hiciera venir a la muchacha para que le cantara sus maravillosas canciones. Balatón transmitió la perición y pagó el servicio contratado con un puñado de perlas y la princesa cantó todos los días a cambio de perlas. Sin embargo, al cabo de un tiempo, el tesoro perlífero del lago se agotó y Tihany no quiso volver a abrir la boca para cantar, para desconsuelo del muchacho enfermo. Balaton rl rey del lago, suplicó a la caprichosa y avara princesa Tihany, pero ella no cedió y acabó sucediendo lo peor: el muchacho enfermo acabó muriendo. 

Una noche Balatón, el rey de las aguas del lago, enfurecido por la perdida de su único hijo, se vengó de la princesa, haciendo que sus furiosas olas atraparan al rebaño de cabras cuando estaba reunidas al pie del acantilado. Al no poder huir para escapar, todas fueron arrastradas hacia el lago donde se ahogaron. Las olas también amenazaban con alcanzar a Tihany, quien aterrorizada huyó hacia una cueva cercana que conocía, pero una vez dentro, la entrada de la cueva fue bloqueada por una enorme roca que se despeñó por voluntad de Balatón. Entonces el señor del agua maldijo a la muchacha, condenándola a quedar prisionera bajo tierra, eternamente, y a que desde entonces estaría obligada a repetir siete veces las palabras de quienes se dirigieran a ella, sin cobrar nada a cambio. 

Moderna escultura de bronce representando a Tihany, la cruel y avariciosa princesa pastora, o hada, cantante.  Escultura de Miklós Borsos titulada Eco de Tihany,  situada en un parque público en la orilla del lago Balaton representada en actitud de responder a los gritos de los paseantes con el eco de su voz, obligada por la maldición de Balatón, el rey del lago. Imagen: https://szallas.hu/programok/tihanyi-visszhang-tihany-p385

Desde esos horribles sucesos, en ciertos lugares de la orilla del lago se pueden encontrar las pezuñas petrificadas de aquel rebaño de cabras que se ahogaron en las aguas del lago, a causa de la avaricia y dureza de corazón de su propietaria.



lunes, 8 de enero de 2024

Folclore paleontológico húngaro (3)

por Heraclio ASTUDILLO-POMBO. Univ. de Lleida

Interpretaciones fabulosas y relatos legendarios en algunas localidades del entorno del lago Balaton (Hungría) (1)

Las pezuñas de cabra petrificadas del lago Balaton (Hungría) (1)

Introducción 

En la entrada de hoy retornamos al folclore paleontológico húngaro, para dar a conocer diferentes versiones literarias de unas pocas interpretaciones legendarias de origen popular sobre la formación misteriosa de unos objetos pétreos de aspecto familiar. Esos objetos similares a pezuñas caprinas petrificadas, son los restos desgastados de conchas fósiles de un tipo de pelecípodo particular (Congeria ungula caprae). Su presencia en las orillas del lago Balaton se hacía mucho más notoria tras las tempestades más violentas, durante las cuales el oleaje de las embravecidas aguas del lago las vomitaba sobre la arena de sus orillas, para asombro de los habitantes del contorno y de los visitantes forasteros.

El lago Balaton, con más 77 kms. de largo y 5 kms de ancho, es el mayor lago de agua dulce de Europa del Este y uno de los mayores de Europa. Por sus grandes dimensiones es denominado el "mar" húngaro. En la península Tihany que forma un promontorio de su orilla norte, se encuentra uno de los más antiguos monasterios benedictinos de Hungría, en su cripta se conserva la tumba del rey Andrés I, quién fundó este monasterio en 1055.

Aspecto de una acumulación de zonas umbonales de valvas de Congeria ungula caprae, en las orillas del lago Balaton. Estos fragmentos son conocidos localmente con el nombre popular de "pezuñas de cabra" ("kecskekörmök") o "pezuñas de cabra del Balaton" ("Balatoni kecskekörmök")Imagen: Congeria Sailing Team:  https://www.facebook.com/congeria/photos/pb.100063638973218.-2207520000/1459068771068032/?type=3

Antiguamente, su presencia y origen eran justificados por medio de fantasiosas explicaciones mágico-fabulosas que dieron origen a varias narraciones de tipo legendario, algunas de las cuales fueron adoptadas y versionadas por escritores húngaros de la época romántica.

Las diferentes versiones legendarias

Se presentarán resúmenes de los diferentes relatos legendarios que hacen mención del origen de los restos fósiles, procedentes de la parte conservada del umbo de las valvas del bivalvo Congeria ungula caprae, pues la reproducción integra y fiel del contenido literario de cada una de las diversas leyendas, ocuparía demasiado espacio y tiempo de lectura, sin sentido en un blog como es este.

Efectos desastrosos de la furia rencorosa y de la maldición del rey de Hungría

Por el protagonismo real y divino, la elemental estructura y el mensaje religioso del relato y su relación con hechos históricos reales, probablemente estos son los relatos más antiguos y populares que intentan explicar el origen de las pezuñas petrificadas de cabra, del lago Balaton, de todos los reunidos y presentados aquí.

Según cuenta uno de los tres relatos recogidos, protagonizados por el rey de Hungría: D
ebido a los enormes gastos necesarios para organizar, pertrechar y transportar un gran ejército de miles de caballeros e infantes con el que acudir a Tierra Santa, a socorrer a los cristianos que resistían el empuje bélico de los musulmanes, el país entero y el propio rey András II se habían empobrecido enormemente. El rey Andrés II de Hungría se preguntaba cómo podría conseguir más dinero para poder reponer todo el que había gastado en su expedición cruzada, para participar en la Quinta Cruzada, yendo a defender los Santos Lugares, en Palestina, sin tener que grabar al pueblo y a la aristocracia con nuevos impuestos. 
Alguien de su entorno le dijo que en el condado de Zala vivía un ganadero muy rico que tenía tanto dinero como paja y que tenía tantas cabras que no se podían contar. El rey se alegró tanto con la noticia que fue él mismo, en persona, hasta el lugar en donde vivía el rico ganadero para pedirle un préstamo o una donación para su causa. Pero al ganadero no le pareció un buen negocio y le dijo al rey que su informante le había engañado sobre su gran fortuna y enorme patrimonio. Que realmente estaba arruinado, que sólo tenía un rebaño de cabras que ni siquiera le daba lo suficiente para vivir dignamente y que por tanto no podría ayudarle económicamente. Perjurando, por Dios y por su fe cristiana, que no disponía del dinero que el rey le solicitaba.
El rey se enojó tanto por este burdo intento de engaño que maldijo al pastor y a sus rebaños, diciendo con gran enfado:
¡Pero como Dios sabe que mientes y que tienes mucho dinero escondido y numerosos rebaños, y no quieres ayudar a la causa cristiana, te castigará y hará que perezcas con todos tus bienes y rebaños!

Escultura que recuerda a los fallecidos en el naufragio del vapor 
Pajtás, el 30 de mayo de 1954, en el lago Balaton. Pero también podría servir para recordar la leyenda del rico ganadero ahogado con su rebaño, al producirse la formación milagrosa del lago Balatón, como castigo a su avaricia. 
Imagen: /Blog los viajeros.com
https://www.losviajeros.com/Blogs.php?e=66460&q=Hungria-Lago-Balaton

Cuando el rey se marchó sucedió 
un milagro, sonó un trueno y la tierra se abrió, y por aquella abertura salió tanta agua que el pastor, su casa y todos sus rebaños de cabras fueron tragados por las aguas que salieron del interior de la tierra. En las aguas del lago recién formado murieron ahogados el pastor y todas las cabras de sus rebaños.
De esta manera catastrófica y milagrosa fue como se formó el lago Balatón y por ese origen en el barro de las orillas del lago, todavía, se pueden encontrar las pezuñas petrificadas, procedentes de los cuerpos de cientos de cabras tragadas por el agua del lago, formado como castigo divino al egoísmo de su amo, siendo conocidas popularmente como "pezuñas de cabra" del lago Balaton.

Fuente: Dénes Lengyel: Antiguos cuentos húngaros

Debieron existir otras varias versiones, con un contenido más o menos semejante, como es el caso de la versión recogida, de un informante local, por el paleontólogo alemán Othenio Abel (1939: 68). En esta otra segunda versión, el rey húngaro furioso era András I (1046-1058). Los hechos legendarios ocurrieron cuando el rey recaudaba dinero con el que quería financiar la edificación de una iglesia, en la península de Tihany, para dedicarla a la veneración de la Virgen María, como núcleo fundacional de un futuro monasterio, ocupado por una comunidad de monjes benedictinos, responsables de organizar las actividades de culto

Escultura del rey András I, fundida en bronce, existente en la localidad de Zirc (Hungría). Se le ha representado con el modelo de la Abadía de Tihany, en su mano derecha, este detalle lo identifica como su fundador. Imagen: Ziegenklauen und Riesenknochen. Fossilien und Sagen 

La población de Tihany comenzó a formarse y creció en derredor a esta abadía benedictinaCuenta la leyenda que el rey Andrés I, angustiado por la falta de dinero con el que llevar a cabo su magna obra religiosa, recurrió a visitar a un rico propietario de grandes rebaños de cabras, asentado en las orillas de lago Balaton, cerca de la península de Tihani, pero el rico ganadero no era una persona religiosa porlo que se negó a prestarle la elevada ayuda económica que el rey le solicitaba, disfrazando su negativa esgrimiendo argumentos falsos y razonamientos engañosos. 

El rey, frustrado por no haber obtenido el préstamo que esperaba conseguir e indignado por las evidentes mentiras del ganadero, se enfureció sobremanera ante la negativa del préstamo solicitado. Entonces se arrodilló y alzando los brazos hacia el cielo pidió a Dios que castigara al ganadero por poco religioso y mentiroso y luego maldijo a los rebaños de cabras del ganadero. Poco tiempo después todas las cabras enloquecieron y se dirigieron en masa hacia el lago Balaton, en cuyas aguas se fueron introduciendo, como guiadas por un pastor invisible, muriendo todas ahogadas en sus aguas. 

Las pezuñas petrificadas de cabra que luego aparecieron y que aún siguen apareciendo en las orillas del lago, serían la prueba evidente de la realidad de aquella hecatombe caprina portentosa, como castigo a su avaro propietario.

En una tercera versión, el rey furioso protagonista del relato legendario fue el rey de Hungría Bela IV (1235-1270). 

Cuenta la leyenda que Béla IV, rey de Hungría y Croacia entre 1235 y 1270, huía de los tártaros tras una batalla perdida. No tenía dónde refugiarse y el enemigo le pisaba los talones, en aquellos angustiosos momentos solamente le acompañaba su única posesión, un preciado rebaño de cabras. Huyendo a la desesperada, finalmente acabó  refugiándose en un lugar sin escapatoria posible, la península de Tihany, creyendo que allí sus perseguidores le perderían la pista. 

Miniatura representando al rey Bela IV de Hungría, huyendo de los perseguidores  mongoles que intentaban capturarlo tras la derrota sufrida en la batalla de Mohi, en 1241. Es una lástima que el ilustrador no haya incluido, en esta representación gráfica, al legendario rebaño de cabras que le acompañaba. Imagen: Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Orden_de_San_Esteban_de_Hungr%C3%ADa

Pero los enemigos tártaros que lo perseguían de cerca, sin llegar a perder su rastro, descubrieron su escondite y lo cercaron, amenazándole con quitarle el apreciado rebaño.  Entonces el rey Bela IV de Hungría, para que sus preciadas cabras no cayeran en manos de los enemigos tártaros, condujo su rebaño hacia la orilla del lago Balaton y luego arreándolas con tristeza las condujo hasta el interior del lago donde todas se ahogaron. Las pezuñas de aquellos pobres animales sacrificados por su dueño para que no se convirtieran en botín del enemigo, se convirtieron en piedra y desde entonces han sido arrastrados por las olas hasta la orilla del lago Balaton, sin que disminuya su número. 


Relatos legendarios protagonizados por princesas cantantes, princesas silenciosas, príncipes enamorados, reyes de las olas furiosos, pastoras absortas, viejas diabólicas envidiosas y cabras de pelo dorado, pastores flautistas y ninfas seductoras  (1)

Las restantes relatos legendarios por el tipo de protagonistas, el fantasioso mensaje y la elaborada estructura del relato y que no se relacionan con personajes o con hechos históricos, pertenecen a la categoría del cuento maravilloso más que al de la leyendas popular. Probablemente estos son los relatos más modernos y menos populares de todos los reunidos y presentados aquí, relacionados con el intento de explicar el origen de las pezuñas petrificadas de cabra, del lago Balaton.

Las cabras de pelo dorado, la joven pastora forastera y la vieja diabólica envidiosa

Una vieja jactanciosa y envidiosa, esposa de un granjero malicioso que habitaba en el promontorio de Tihany, era dueña de un rebaño de hermosas cabras de pelo blanco como la nieve. Un día, inesperadamente, vio aparecer una hermosa muchacha forastera que pastoreaba, en la orilla del lago, un magnífico rebaño de cabras de pelaje y pezuñas doradas, la vieja sintió una envidia maligna de la muchacha. La muchacha forastera y su rebaño se instalaron en la punta extrema del promontorio de Tihany, donde podían aprovechar fácilmente la abundancia de pasto tierno y de abundante agua limpia. 

Empujada por su maldad, la envidiosa y codiciosa mujer del granjero maliciosos, pactó con el Diablo un plan para eliminar a la joven pastora y apropiarse de su rebaño de hermosas cabras. Un día, al anochecer, unció a un enorme arado a los seis bueyes más fuertes que tenía en su establo y se fueron al lugar donde la pastora tenía su refugio. Mientras la pastora dormía y sin hacer ningún ruido para que la muchacha no se diera cuenta, con la ayuda del Diablo excavó un surco enorme alrededor del refugio donde reposaba la pastora. Era tan ancho y profundo que la muchacha nunca podría atravesarlo. Entonces el Diablo provocó fortísimos vientos, truenos terribles y enormes olas, cuando el estruendo despertó a la pastora, ella oyó la inquietud de su rebaño y quiso llegar hasta sus cabras para calmarlas y conducirlas a un sitio más tranquilo y seguro. Pero no pudo atravesar el enorme surco que la rodeaba y que el oleaje del lago ya había llenado de agua muy agitada. De repente una fuerte ola del lago arrastró a la desgraciada pastora hasta el interior del surco. Mientras la pastora se estaba ahogando, se despedía entre gritos y lamentos de sus pobres y queridas cabras. Los fieles y atemorizados animales, al oír los lamentos y voces de su ama, acudieron en tropel hacia el borde del surco mortal, donde se ahogaba su protectora. 

La vieja diabólica, al ver que podía perder su ansiado rebaño de cabras de pelo dorado, corrió para cortarles el paso y detener su segura precipitación al agua, pero sus viejas piernas no le permitieron llegar a tiempo, perdiendo el ansiado rebaño que se ahogó con su pastora. 

El rebaño de la vieja malvada, al ver correr desesperadamente a su ama, acudieron corriendo en tropel hacia donde estaba la vieja, para reunirse con su ama, pero con tan mala suerte que, en el preciso momento del encuentro, llegó una enorme y violenta ola que tumbó a la vieja y a sus cabras y, luego con el reflujo, las arrastró hasta el agua del gran surco, que las arrastró hasta el lago, donde también se ahogaron todas ellas

De las cabras doradas de la muchacha y de las cabras blancas de la malvada vieja, no quedaron más restos que sus pezuñas petrificadas, como único testimonio  evidente de su anterior existencia. Desde entonces, tales pezuñas de cabra son depositadas en la orilla del lago por el oleaje, con cada nueva fuerte tempestad lacustre.

Las dos ilustraciones anteriores, son creaciones del artista húngaro Zoltán Zugor, realizadas para iluminar el libro Cuentos populares húngaros, de Benedek Elek, publicado por la Editorial Csodaország & Novum, en 2006.

Continuará