sábado, 9 de julio de 2016

El registro fósil en la heráldica municipal europea (18)

por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Universitat de Lleida.


Blasones municipales, de algunas localidades europeas que se muestran orgullosas de su patrimonio paleontológico. (Continuación, parte decimo-octava).

'Samu', el "hombre más viejo"  de Vértesszőlős (Hungría)


El pequeño municipio de Vértesszőlős, en Hungría, está situado entre las ciudades de Tata y Tatabánya, está situado al pie de las Montañas Gerecseen el valle del río Átalér, un afluente del Danubio. La erosión fluvial del río Átalér, a lo largo de los últimos periodos glaciales e interglaciales, ha formado en la parte alta de las laderas del valle, cuatro a cinco terrazas en las que abunda depósitos de la roca de travertino. Esas mismas terrazas fluviales durante el Paleolítico eran zonas ideales como lugar de asentamiento para grupos prehistóricos nómadas. En esas terrazas fluviales, desde la época romana hasta la actualidad, se han abierto canteras para extraer esa variedad de piedra caliza cavernosa, que se adapta muy bien para la construcción debido a su fácil corte y bajo peso.
En una de las canteras del municipio dedicadas a la explotación de piedra travertino, en la década de 1960, se produjo un importantísimo hallazgo paleoantropológico, a nivel europeo y mundial, que hizo muy famoso, en todo el mundo, a este pueblecito húngaro. En la localidad se encontró un gran asentamiento prehistórico, supuestamente ocupado por un grupo de individuos de una especie considerada una forma de transición entre el Homo erectus y el Homo sapiens más primitivo, a la que se denominó H. sapiens paleohungaricus.



Blasón municipal de Vértesszőlős

Un suceso histórico y científico tan sumamente importante para la pequeña localidad, quiso el gobierno municipal que quedara recogido de forma simbólica y permanente en el escudo municipal de la pequeña localidad magiar. El nuevo escudo municipal fue diseñado y aprobado legalmente, hacia 1970.

Aspecto del escudo cívico de la población de Vértesszőlős, con los  4 elementos heráldicos más representativos de la localidad.
El actual escudo municipal del pueblo de Vértesszőlős presenta en el tercio inferior una forma puntiaguda de color verde claro que simboliza la colina Vértes, un elemento orográfico de importancia local, cuyo nombre se encuentra como prefijo en el nombre de este pueblo, desde 1909.

En el interior de la figura orográfica antes citada, aparece incluida la cabeza y el cuello de un hombre calvo, representada de perfil. Se trata de un personaje prehistórico que es apodado "Samu" y con menos frecuencia "Sam", por los habitantes de la localidad y de la comarca, como forma abreviada del nombre "Samuel", que le fue impuesto por el Dr. Laszlo Vertes, tras su descubrimiento. Se le atribuyen unos 300.000 años de antigüedad y es el elemento paleontológico de este escudo cívico magiar.

Sobre la cima de la colina y por encima de la cabeza humana, un racimo de uvas doradas sobre una hoja de parra verde oscuro, en alusión a la actividad agrícola más típica e importante de los viejos tiempos que dio origen al nombre del pueblo: Szőlős (viñedo), usado hasta 1909 en que se decidió modificarlo, y que se ha conservado como sufijo del nombre actual.

El color azul claro del fondo, se refiere al cielo soleado de la comarca, pero también al emblema de los repobladores de origen eslovaco que desde principios del siglo XVIII viven en esta zona. Cuando los condes Antal y József Eszterházy, atrajeron como repobladores a campesinos católicos de esta etnia para que se instalaran en las aldeas de su propiedad, después de vencer a los ocupantes otomanos de este territorio y que la zona hubiera sido abandonada por los habitantes turcos que anteriormente la ocupaban, bajo dominación otomana y con la finalidad de que los campesinos católicos contrarrestaran a los repobladores húngaros luteranos de aldeas de zonas circundantes.


Un poco de historia del sitio arqueológico 

A pesar de las numerosas excavaciones arqueológicas realizadas en Hungría, con anterioridad a 1960, nunca antes había sido encontrado un sitio arqueológico del Paleolítico en todo su territorio.

En 1950 Viktor Budó y István Skoflek, profesores de biología en la Escuela Secundaria de Eötvös mientras realizaban prospecciones biológicas en el lugar, descubrieron algunos restos fósiles de la flora prehistórica en una cantera de piedra caliza travertínica. Su edad se estimó entre 400000 y 500000 años de antigüedad.

En 1962 el geólogo Márton Pécs, que llevaba a cabo unos estudios estratigráficas en las capas de travertino de una cantera en la que se extraía este tipo de roca, encontró los primeros artefactos arqueológicos prehistóricos: unos canto de cuarcita tallados al modo Olduvayense mezclados con huesos de animales, como restos de cocina.

Desde 1963 hasta 1968, un equipo de arqueólogos dirigido por el Dr. Laszlo Vertes llevó a cabo una amplia investigación arqueológica en las canteras de travertino de la localidad en el transcurso de la cual se hallaron diversos restos óseos humanos.

Réplica del fragmento de cráneo humano fósil, expuesta en el Museo de Vértesszőlős con el rótulo "Homo erectus (seu sapiens) palaeohungaricus, apodado Sámuel"
Imagen: Wikipedia

Durante las excavaciones del yacimiento, entre 1962 a 1968, se encontraron un total de 8890 piezasarqueológicas entre las que, además de los pocos fragmentos de huesos humanos de fama mundial, también se hallaron alrededor de 100 dispositivos completos manufacturados en el Paleolítico inferior, considerados como herramientas prehistóricas de piedra tallada, consistentes en fragmentos de piedra utilizados como herramientas de corte tales como cinceles con acabado unifacial, cuchillas bifaciales, sencillas hachas de mano, raspadores y ralladores. 
Además se hallaron muchos fragmentos de huesos de animales, con marcas de haber sido manipulados para obtener carne o tuétano. De los restos óseos de animales que fueron descuartizados por humanos, hallados en el yacimiento de Vértesszőlős se han identificado restos de caballos de bosque (Equus mosbachensis), ciervos comunes europeos (Cervus elaphus) y bisontes esteparios (Bison Schoetensack = B. priscus). También se encontraron un gran número de huesos de osos de las cavernas ancestrales (Ursus deningeri) de los que no está claro si se depositaron de forma natural por causas no humanas o si fueron una acumulación de origen humano.

Además en los depósitos de travertino también se habían conservado muchas huellas de algunos animales que habían pasado por el lugar, se habían acercado a beber o se habían revolcado en el lodo.

Aspecto del nivel estratigráfico de travertino, en el yacimiento de Vértesszőlős que contenía abundantísimos restos arqueológicos, antropológicos y paleontológicos, según muestra una fotografía realizada durante la época de excavación. Al fondo, dos arqueólogos realizando trabajos rutinarios de limpieza

Dada la extraordinaria importancia mundial de los hallazgos arqueológicos en Vértesszőlős, el gobierno estatal hizo lo posible para que el día 1 de mayo de 1968 se abriese en la localidad, un pequeño museo a cielo abierto, como una extensión local del Museo Nacional de Budapest. 

Tan implicado estaba el profesor László Vértes 
en las excavaciones del yacimiento de Vértesszőlős que a menudo decía: "Vivo y muero por Vértesszőlős." Esta declaración de amor por el estudio del yacimiento más importante de su vida se confirmaría trágicamente poco después de la apertura del museo. El 20 de agosto de 1968, a los 54 años de edad, el Dr. Vértes murió de colapso cardíaco. Su inesperado fallecimiento provocó que el trabajo que él dirigía personalmente, en el yacimiento de Vértesszőlős, resultase muy difícil de continuar sin su presencia y se estancase.

Placa conmemorativa de bronce colocada en el lugar donde se produjo el hallazgo de los primeros restos óseos de un hombre prehistórico en Hungría. La leyenda escrita en idioma magiar dice: "En este lugar se hallaron huesos del cráneo del Hombre de las cavernas. 1965, VIII, 21" 
En parte derecha se ha representado la reconstrucción del perfil imaginario de un hombre primitivo que es apodado popularmente “Samu”, abreviación de Samuel, debido a que los primeros indicios del futuro hallazgo se produjeron el 20 de agosto, festividad de San Samuel, profeta y la extracción completa se realizó al día siguiente.
Imagen: Wikipedia


Un poco de paleontología humana

Durante las excavaciones de 1965  se encontraron cuatro fragmentos de dientes de leche inequivocamente humanos, pertenecientes a un niño de cerca de siete años, en las capas de travertino de una cantera de la localidad. Pertenecían a un canino y a molares inferiores del lado izquierdo de la mandíbula (En la literatura los ejemplares se conocen como VSZ I ). 
El denominado Homo sapiens paleohungaricus de Vértesszőlős, inicialmente considerado como una variedad antigua y local del Homo sapiens, posteriormente fue asimilado a la variedad de humanos antiguos denominada Homo sapiens heidelbergensis que acabó convirtiéndose en la especie Homo heidelbergensis  de la que por lo tanto también formaria parte "Samu" y toda su gente.
El origen humano de los fragmentos de dientes de leche era cuestionable, sus características indicaban que debieron pertenecer a niños del tipo de personas que vivieron en Europa, antes del hombre de Neanderthal, muy probablemente correspondieron a un niño/a del hombre de Heidelberg 

Durante la misma campaña de excavación, el 21 de agosto de 1965, igual que en el caso anterior, en una capa de travertino, a unos 8 metros de distancia del hallazgo de los dientes humanos, se encontraron de nuevo restos óseos del hombre prehistórico (En la literatura se conoce como VSZ II ). 
Se trataba de parte del hueso occipital que probablemente pertenecía a un varón adulto, joven. Las deformaciones que son visibles en el hueso se produjeron a título póstumo por el almacenamiento en capas de travertino, ninguna fue de origen patológico. En la gran apertura occipital hay rastros perceptibles, de los cuales L. Vértes creyó que eran restos de remoción del cerebro y posiblemente el resultado de canibalismo ritual. Sin embargo este punto de vista, actualmente, se considera poco probable. 
Antropologicamente con el fragmento de hueso es difícil determinar con precisión el volumen cerebral del del cráneo de "Samu", pero estaría comprendido entre 915 cc. y 1225 cc.,  aproximadamente, entre la capacidad craneana de Homo erectus y la de Homo heidelbergensis.

Representación artística e imaginaria de una reunión familiar de un grupo de humanos prehistóricos, de la especie Homo antecessor, precursora de H. heidebergensis
La reconstrucción morfológica se ha llevado a cabo a partir de los restos óseos hallados en ls Sima de los Huesos, en el yacimiento de Atapuerca (Burgos). Dibujo original del paleoartísta Mauricio Anton 
Imagen: Historia. National Geographic

La edad del nivel de la capa de travertino que contenía el fragmento de cráneo humano, medida utilizando el métodos del torio-uranio, indica una antigüedad de unos 350000 años, mientras que utilizando el método de resonancia electrónica, el resultado indicaba una edad de unos 333.000 +/- 17.000 años. 
La edad de los huesos de animales y de las cenizas se determinó en alrededor de 350000 años y por lo tanto se situaría en el Pleistoceno medio.
Por lo tanto "Samu" y su gente vivieron en el centro de Europa hace unos 300000 años


Fuentes:

- Anónimo. Samu, az ősember és élettere – Régészeti kiállítóhely, VértesszőlősKomárom-Esztergom Megyei 
- Anónimo. Vértesszőlős. Wikipedia
- Anónimo. Vértesszőlős Őstelep. Wikipedia
Anónimo. SamuWikipedia 

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