martes, 27 de enero de 2015

Grandes huesos fósiles, mitos y leyendas de gigantes (5)

Por Heraclio Astudillo Pombo. Universitat de Lleida

Los gigantes en los mitos y en la literatura de la antigüedad (3ª parte)


Posible origen de las creencias en gigantes (2ª parte)


Antiguas interpretaciones, erróneas, de algunos hallazgos arqueológicos o paleontológicos, entonces, sorprendentes e inexplicables

Las antiguas interpretaciones de algunos hallazgos arqueológicos o paleontológicos que en aquella época resultaban sorprendentes e inexplicables, por esos mismos motivos favorecían las explicaciones total o parcialmente erróneas. Dado que en esas épocas predominaban las unas condiciones culturales supersticiosas y las capacidades intelectuales de las élites religiosas y políticas muy limitadas que eran quienes determinaban aquello que era correcto e incorrecto, socialmente y lo que era verdadero o falso. Tales errores antiguos, hoy día deben ser disculpados y comprendidos, por ser congruentes con el contexto general propio y dominante de su tiempo

Hoy día, interpretaciones del mismo tipo, surgidas en el seno de sociedades industrializadas avanzadas, no sólo resultan absolutamente ridículas sino incongruentes con el contexto tecnológico y científico dominantes, siendo inaceptables, dado el avanzado nivel de conocimientos paleontológicos y arqueológicos, contrastados por la comunidad internacional, disponibles, muchas veces accesibles por medio de Internet o consultables en en bibliotecas públicas y cuyo contenido más o menos especializado, resulta comprensibles, para personas con una formación especializada en ciertas áreas relacionadas, de nivel medio-superior. 


Una reproducción de un supuesto fémur de gigante, hallado en Turquía, expuesta en el museo paleontológico creacionista Mount Blanco. El personaje fotografiado junto al montaje expositivo, es Joe Taylor, un artista plástico, escultor de reproducciones de huesos fósiles, creador del museo, guía y animador de visitas y director del Mt. Blanco Fossil Museum y del Mt. Blanco Art Museumexistentes en el pueblecito de Crosbyton, en Texas (EE.UU)
Imagen: Final Frontier

Las explicaciones más sensatas, de tipo racionalista, naturalista y científico, lógicamente, no pueden resultar demasiado atractivas para los "investigadores" insensatos por ser analfabetos en materia arqueológica o/y paleontológica, ni  para los mal alfabetizados, por fanatizados por sus creencias religiosas míticas que acceden a las pruebas, fascinados por imaginativas narraciones míticas y seducidos por planteamientos explicativos de tipo mágico-religioso. 
Tampoco resultan convincentes las explicaciones científicas "ordinarias y comunes" para algunos "investigadores" bien alfabetizados pero cuyos conocimientos arqueológicos o/y paleontológicos, académicos, son deformados por obsesiones personales de tipo esquizoide o paranoide, a quienes las explicaciones más probables les resultan inaceptables y las improbables les pareces las más posibles e incluso las únicas posibles. 


Admirables constructores humanos sobredimensionados

Las construcciones de grandes dimensiones, tanto las de tipo escultórico, monolíticas, y las de tipo arquitectónico, de muros ciclópeos, fueron descubiertas en lugares, hasta ese momento apartados de la civilización, por su dificuldad de acceso, terrestre o marítimo. Siendo lugares que llevaban siglos o milenios deshabitados por sus primitivos constructores, por lo que los ocupantes modernos o los descubridores procedentes de las zonas lejanas, al desconocer su verdadero origen ya habían inventado las correspondientes explicaciones legendarias muy fáciles de elaborar con un poco de imaginación y muchos mitos o vicebersa. Según cada caso y lugar, los constructores podían haber sido ciertas divinidades, genios, magos o alguna raza de gigante y hasta por algún animal... 

Excavación moderna, reciente, de una enorme escultura monolítica de un Moai, en la isla de Pascua. Obsérvense las desproporcionadas dimensiones del objeto arqueológico excavado
Imagen: Did Master Megalithic Builders Exist In Polynesia…Before The Polynesians?



Ciertas fábulas contaban que tales construcciones servían para honrar la memoria de sus sobrehumanos constructores, otras que protegían de enemigos saqueadores las grandes riquezas de sus antiguos propietarios, o que  ocultaban tumbas enormes, conteniendo ricos ajuares funerarios, o tal vez que existían valiosos tesoros ocultos, abandonados en una huida precipitada. Tesoros, bien escondidos y protegidos por peligrosos seres malignos, poderosos encantamientos o trampas mortales que constituirían los peligros imaginarios que amenazaban gravemente o mortalmente a quienes osasen acercarse a curiosear o se internarsen en ellos con fines expoliadores.



Huesos gigantescos

En ciertos lugares del mundo, en los que habitó megafauna terrestre, se hallaron grandes o grandísimos huesos de procedencia real desconocida que aparecían expuestos en locales de culto religioso o sepultados en sepulcros construidos ex-profeso para protegerlos y conservarlos, por considerarse que habían pertenecido a gigantes mitológicos. Tales huesos míticos, con frecuencia se habían hecho visibles como consecuencia de haber sido desenterrados, por movimientos de tierras, accidentales, causados por ciertos fenómenos violentos de la naturaleza. Unas veces fueron terremotos que abrieron grandes zanjas en el terreno, otras fueron hundimientos cársticos de las bóvedas de cavernas y con frecuencia, por erosión torrencial en las laderas de fuerte inclinación de barrancos, por erosión fluvial en los márgenes de ríos y hasta por erosión marina en las bases de acantilados costeros. 
En otras ocasiones, aparecían al arar los campos cultivados, cavar los huertos y viñas o al excavar el suelo para construir canales fluviales, fundamentar murallas o crear habitáculos subterráneos. 
Igual que en el caso de las construcciones megalíticas, los descubridores de los grandes huesos, inventaron las correspondientes leyendas explicativas, también protagonizadas por el mismo tipo de seres sobrehumanos, aquello sólo podían ser los restos de humanos gigantes, héroes y semidioses o restos monstruos gigantescos que se les habían enfrentado en la antigüedad mítica y que habían muerto en aquel lugar

La credulidad, la fantasía y la ignorancia de la antigüedad siguen vivas hoy en día, como demuestra este recorte de prensa, sobre una falsa noticia inventada en Internet, a partir de un fotomontaje que aún se mantiene en circulación, después de una década, en ciertos sectores sociales, anticientíficos y antirracionalistas.
Imagen: Gigantes en la India y más




Creencias míticas, grande huesos y enormes piedras, una mezcla explosiva

La asociación de dos hechos constatados en diferentes lugares, generalmente, de forma separada, como eran la existencia de construcciones realizadas con grandes bloques de piedra y la existencia grandes osamentas, fue la solución ideal y definitiva para dar una respuesta satisfactoria a la existencia de ambos elementos de explicación racionalista problemática. Las grandes piedras fueron labradas y manejadas por alguna "raza de gigantes", cuyas osamentas enormes, encontradas en otros sitios alejados, eran el testimonio de su origen y viceversa. 


Restos de una muralla ciclópea, existente en Ibros, población cercana a Baeza (Jaén), construidas con enormes bloques de piedra, por los íberos o celtíberos que habitaban el lugar, el siglo I a.d.C.. Esta muralla también tiene su leyenda de gigantes constructores.
Compárese el tamaño de las piedras, de la muralla, con el del vehículo todo-terreno que aparece al fondo del callejón. Fotografía de Ginés Villacarrillo. 
Imagen: Cajón de Sastre 

Teniendo como referente histórico y cultural, diversos mitos cosmogónicos y fundacionales, primitivos, cada uno de ellos con ciertas particularidades, propias de cada sociedad humana particular, se tomó en consideración el mayor o menor parecido de los huesos hallados con huesos humanos, tanto en la forma como en las dimensiones, en los diversos lugares. 
Hay que advertir, contra una creencia errónea muy extendida, que los conocimientos de anatomía ósea, humana, son bastante recientes, posteriores al s. XVI; y poco extendidos, incluso entre médicos y cirujanos que, fueron los encargados de autentificar el origen de los huesos y dientes hallados. Por otra parte, la "anatomía comparada" es una disciplina científica de finales del s. XVIII, principios de XIX dominada por zoólogos especializados, pero no por médicos y menos aún por personas corrientes.


Fotografía de un sencillo y efectivo montaje ilustrativo, comparativo y demostrativo de intención didáctica, realizado por A. Mayor, con dos modelos de plástico, a escala. Ilustración aparecida en "The Firts Fossil Hunters". A la izquierda los esqueletos a escala de una persona y de un elefante enano, en una disposición natural. 


A la derecha, los mismos esqueletos pero con una disposición distinta, el del elefante se ha dispuesto, en posición bípeda, ahora, ambos muestran un mayor grado de semejanza. Se podría llegar, sin demasiada dificultad, a la "invención" de los huesos de gigantes y a la interpretación de huesos de megafauna terciaria y cuaternaria, extinta, como "huesos de gigantes" y "demostración" de que en tiempos remotos estos seres existieron. 
Imagen: Where Monsters Come From, Or Bad Paleontology

En la antigüedad remota o reciente, cuando los grandes huesos hallados fueron atribuidos a seres de aspecto, más o menos, humanoide, por que se asemejaban, más o menos, a los huesos humanos. Los grandes huesos que no se asemejaban a los huesos humanos, fueron atribuidos a animales terroríficos de aspecto monstruoso y cuando se encontraron mezclas de huesos que reflejaban ambas características,  fueron atribuidos a seres monstruosos de aspecto antropo-zoomorfo.

El hallazgo de restos óseos gigantescos, los únicos residuos esqueléticos de los grandes animales terrestres o marinos que habían vivido en la prehistoria y que habían logrado conservarse, fosilizados, muy raramente, consistió en esqueletos más o menos completos y articulados. En general, mayoritariamente, lo que se encontraba, fueron huesos desperdigados o verdaderos revoltijos de huesos, generalmente, formados por los huesos menos frágiles, es decir algunos huesos largos, ya fuesen de las extremidades, anteriores o posteriores, junto con parte de los costillares y algunos huesos cortos, consistentes en trozos de columna vertebral o grupos de vértebras sueltas, falanges de los dedos, a veces, algunos dientes dispersos y muy raramente, fragmentos de cráneos y trozos de mandíbula. Todo ese "rompecabezas" óseo, en la antigüedad, resultaba imposible de ensamblar correctamente y por tanto no proporcionaba una idea del aspecto anatómico suficientemente clara como para que se pudiera interpretar, lucidamente, es decir con racionalidad.
 
Dibujo moderno realizado a partir de una escultura griega, en relieve, esculpida en el muro de una construcción, en ruinas. Representando a Zeus, dios olímpico. luchando contra los gigantes, obsérvese que en dos de ellos todo su cuerpo es humano, y un tercero tiene piernas serpentiformes
Imagen: http://mythologica.fr/grec/geant.htm



Hasta finales del siglo XVIII o principios del XIX, según el nivel de avance de la cultura de las gentes más sabias que habitaban el lugar del hallazgo, resultaba imposible, conseguir identificar, correctamente, los restos esqueléticos hallados. En todas las ocasiones que alguien se lo propuso, el impedimento consistió en queno se pudo disponer de suficientes conocimientos anatómicos e históricos para lograr una correcta interpretación realista o racionalista de los restos óseos. 

Para dificultar, aún más la interpretación, de los restos óseos hallados, generalmente, se trataba de restos esqueléticos incompletos y fragmentados que pertenecían a animales prehistóricos, pertenecientes a género y especies que estaban extinguidas desde hacía muchos miles de años o, incluso, algunos millones. Unas circunstancias faunísticas  tan poco favorables a la identificación, determinaron que cualquier hueso antiguo encontrado, resultase desconocido y que, además, fuese totalmente incomparable con los huesos de cualquier género de animal, contemporáneo, que pudiese ser conocido en eses lugar y época, estimulando su identificación fantástica, fabulosa y mitológica.



Identificación imposible de restos de faunas extintas

En la antigüedad clásica, de las diversas culturas europeas, las "reliquias óseas" halladas,  nunca resultaban fácilmente clasificables y, muy difícilmente identificables, por lo que poderlas atribuir, con más o menos certeza, a algún género o alguna especie animal, de entre aquellas que eran conocidas en ese momento histórico, que no eran muchas, pues se viajaba a lugares no muy lejanos y muchos continentes estaban por explorar y alguno por descubrir.

Vista cenital de un yacimiento paleontológico, mostrando un revoltijo de huesos de un proboscidio prehistórico. Algo semejante a esto, pudo haber sido el aspecto de lo que antiguamente se creyó que era la tumba y los huesos, de un gigante". Pero, en realidad, los amasijos de grandes huesos suelen proceder de diversos tipos de grandes mamíferos fósiles. Con frecuencia de mastodontesmamuts, dinoterios y elefantes antiguos “normales” y de elefantes isleños “enanos”. También rinocerontes, osos de las cavernas y otras bestias, contribuyeron a generar multitud de mitos y leyendas, sobre huesos y sepulturas de gigantes, recogidas en el folklore europeo, desde los tiempos más antiguo hasta la época moderna.

Imagen: "Skeleton of Giant" Is Internet Photo Hoax


Tales condiciones, ambientales y culturales tan, extremadamente, restrictivas hicieron que casi nadie, ni siquiera los cirujanos y médicos de la antigüedad, que eran personas que podían tener unos conocimientos anatómicos humanos, más o menos, buenos, pero que eran poco expertos en anatomía esquelética zoológica y, menos aún, en anatomía comparada pudieran intuir quienes fueron los seres vivos que fueron sus verdaderos poseedores. Por ese motivo, y por la fuerte influencia social de la religión, en las diversas ocasiones en que tuvieron que certificar la naturaleza animal, sobrehumana o monstruosa de unos grandes huesos, hallados casualmente, tuvieron que basarse en la mucha o poca semejanza de los huesos hallados, con los huesos humanos y que acabaran los atribuyéndolos, sin mucho acierto, a restos óseos de auténticos gigantes de la antigüedad.




Las limitaciones impuestas por la biomecánica y la fisiología animal, justificarían porqué humanos y humanoides, gigantes, nunca pudieron haber existido

Si el tamaño de un animal se ampliara al doble, su fuerza muscular relativa no aumentaría de forma proporcional al incremento de tamaño, sino de manera muy reducida, ya que la sección transversal de sus músculos se incrementaría solo por el cuadrado del factor de escala (2x2), mientras que su masa se incrementaría por el cubo del factor de escala (2x2x2). Como resultado del aumento de peso, las funciones cardio-vasculares y respiratorias, se verían gravemente comprometidas y el individuo agigantado, empezaría tener graves problemas de salud, por fallos fisiológicos severos que no favorecerían en nada su vitalidad, ni su competitividad, comprometiendo su capacidad de supervivencia.

En el caso de animales voladores, la carga alar sería mayor si estos se ampliaran, y por lo tanto tendrían que volar más rápido para obtener la misma cantidad de sustentación que otros más pequeños y menos pesados. Además cualquier caída al suelo resultaría mortal o grave ya que la resistencia del aire por unidad de masa, es también más alta para los animales más pequeños, por lo que una hormiga no puede resultar aplastada por su propio peso, tras la caída desde una altura considerable.


Como aclaró J.B.S. Haldane, no es por casualidad que los animales grandes no se asemejan a los animales pequeños: un elefante no puede ser confundido con un ratón de tamaño muy ampliado. Los huesos de un elefante son necesariamente proporcionalmente mucho más grandes que los huesos de un ratón, ya que deben soportar y transportar un peso proporcionalmente mucho mayor. 


Para citar el ensayo seminal de Haldane: Ser del tamaño correcto , "... considerar un hombre de 60 pies de altura... como los gigantes Pope y Pagan que aparecen en El Progreso del Peregrino .... Estos monstruos ... pesan 1.000 veces más que Cristian . Cada pulgada cuadrada de un hueso de gigante debe soportar 10 veces el peso que soporta por una pulgada cuadrada un hueso humano. Como el fémur humano se rompe con cerca de 10 veces el peso humano, Pope y Pagan romperían sus fémures cada vez que dieran un paso. "

Esquema recopilatorio de los gigantes más famosos de la Historia, citados en narraciones y textos antiguos y, fundamentalmente, en la Biblia. Elaborado por los expertos del famoso Biblical Mt. Blanco Fossil Museum y los del incomparable   American Institute of Omniology  

Los animales gigantes que se ve en las películas de terror como, por ejemplo, Godzilla o King Kong, también son poco realistas, ya que su tamaño les obligaría a colapsar todos sus sistemas bio-mecánicos y fisiológicos. Sin embargo, no es ninguna coincidencia que los animales más grandes que existen hoy en día, sean animales acuáticos 
gigantescos, ya que la flotabilidad del agua contrarresta, en cierta medida los efectos de la gravedad. Por lo tanto, las criaturas del mar pueden crecer a tamaños muy grandes, sin necesitar las mismas estructuras músculo-esqueléticas que se requeriría en las criaturas terrestres de tamaño similar. Desgraciadamente, para los grandiosos monstruos marinos, cuando embarrancan, en la costa su propio peso acaba por causarles graves lesiones internas y asfixia.  


Por tanto se puede afirmar que toda la culpa de que no puedan haber existido los gigantes mítológicos la tiene la maldita ley del cuadrado-cubo que relaciona la proporción existente entre el aumento de tamaño y los correspondientes aumentos de volumen y peso, puede enunciarse como sigue:
Cuando un objeto se somete a un aumento proporcional en tamaño, su nuevo volumen es proporcional al cubo del factor multiplicador y su nueva superficie es proporcional al cuadrado del factor multiplicador.


Por ejemplo, si una persona de 1,80 m. de estatura y 80 kg. de peso, "creciese" hasta doblar su estatura hasta alcanzar los 3, 6 m de altura, su peso se multiplicaría por 8 (2x2x2), es decir, podría alcanzar un peso de unos 640 kg. 
mucho más grande que el doble.  Según los actuales estándares de salud esa persona agigantada padecería de una patología compleja, semejante a la de la obesidad mórbida y en el caso de que no alcanzase un peso tan elevado, sus problemas biomecánicos y fisiológicos no le proporcionarían una vida demasiado larga y feliz, tal como ya les sucede a los gigantes humanos reales que superan los 2,30-2,40 m. de estatura

Sultan Kosen un turco de 2,51 m es, en la actualidad, el hombre más alto del mundo. Aquí aparece posando, en 2010, junto a He Pingping, de 73 cm, el hombre más pequeño del mundo, durante la conmemoración de sus respectivos Records Guinness de estatura extrema
. Ambos tenían diversos problemas derivados de las causas determinantes de su anormal estatura y Pingping falleció poco después. Como ha acostumbrado a suceder, hasta ahora, con otros gigantes y gigantas famosos que le precedieron, a Kosen no le quedan muchos años de vida, ni mucha calidad de vida, como consecuencia de las variadas patologías que le afectan.

Imagen: Chilanguerias


Aviso, para personas de imaginación desbocada y/o  credulidad superlativa

Diversas "leyes naturales", de tipo físico, químico y biológico que han condicionado y aún condicionan el buen funcionamiento de los organismos de todos los tipos de seres vivientes, existentes en el planeta Tierra, impiden la existencia real de gigantes humanos y humanoides de más de 2,50 m. de altura, por el mero hecho de que tales individuos no resultarían viables en las condiciones ambientales naturales existentes en este planeta y no serían capaces de crecer y sobrevivir sin un soporte tecnológico inexistente.


Fuentes: 

- Anónimo. Ley cuadrático-cúbica. Wikipedia 
- Anónimo. 2012. ¿Podría un humano ser tan grande como un dinosaurio? Noticias del Mundo de BBC 8 diciembre 2012
- Antelo, Jesús H. 2000. Mitos de gigantes. Gigantes en la Mitología, el Arte, la Ciencia y la Historia 
- Garnier, Eduardo. 2006 (1886). Fenómenos. Enanos y gigantes que hicieron historia. Barcelona Circulo Latino Editorial.
- Gayrard-Valy, Yvette. 1989. Los Fósiles, huellas de mundos desaparecidos. Ed. Aguilar. 192 p.
- Gregoire, Henri. 1950. Comment Guillaume de Toulouse devint Guillaume d'Orange. Provence Historique, Tome 1, Fasc. 1,  p. 32- 44
- Martinón Sánchez, Federico. 2014. Los gigantes en la mitología y antiguos textos
Faro de Vigo.  02/03/2014 

- Mayor, Adrienne. 2002. El secreto de las ánforas. Grijalbo, 429 pág.
Owen, James . 2007. "Skeleton of Giant" Is Internet Photo Hoax. National Geographic News. December 14, 2007
- Schnapper, Antoine . 1986. La persistence des géants. Annal. Économomies, Sociétés et Civilisations, nº 1 pp. 177-200
- VV.AA. El retorno de los gigantes. Estudios de las Escrituras blogspot
- VV.AA. Gigante (mitología). Wikipedia

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