lunes, 30 de abril de 2012

“Huevos de serpiente y lenguas de dragón” (11) (Schlangeneier und Drachenzungen)


Fósiles usados por la medicina popular y la magia defensiva, antes de 1950, en Austria y algunas zonas limítrofes, de países vecinos (Continuación, 11ª parte)

El autor del te
xto original, en alemán, es el Dr. Julius Georg FRIEBE, del Museo de la Naturaleza del estado federal de Vorarlberg (Vorarlberger Naturschau), en Dornbirn (Austria).
 



La traducción y adaptación, al español, del texto original alemán, ha sido realizada por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Dept. de Medi Ambient i Ciències del Sòl, Universitat de Lleida.


Creencias y prácticas populares relacionadas con algunos tipos de fósiles, considerados como “piedras curativas” (Heilsteine) o “piedras protectoras” (Schutzsteine) (Continuación, 6ª parte)


Las "piedras de la leche" (Milchsteine, Galactiten).

Un tipo de erizos de mar fósiles
que son muy abundantes, en sedimentos del período Cretáceo y de un color particularmente blanquecino, correspondientes a las especies Micraster schroederi, del Cretácico Superior (Campaniense) y Echinocorys ovata, del Cretácico Superior (Maastrichtiense), los cuales a causa de su coloración blanquecina y alguna otra "marca o señal" particular, fueron asociados con la leche y con su producción, siendo denominados por la gente común: "Milchsteine" y por la gente culta, "Galactiten"palabra derivada del latín, pero que en ambos casos, tienen un significado semejante eqivalente a "piedras de la leche".


Ejemplar de Echinocorys ovata, en vista lateral, la forma de pecho femenino humano, o mama, y su coloración blanquecina, facilitaron su asociación, mágica, con la leche. Ello era posible en una época en la que la teoría de los signos celestiales y de las simpatías entre los elementos y las formas de la naturaleza y los órganos del cuerpo humano, estaban a la orden del día.

 
Antiguamente, estos tipos de erizos fósiles, fueron utilizados como piedras mágicas que podían estimular la producción leche”, tanto en las personas como en los animales. Esta creencia supersticiosa, hizo que con esta finalidad, fueran muy buscados y recogidos, ávidamente, para luego ser triturados y molidos hasta reducirlos a un polvo fino que pudiera ser ingerido, sin dificultad. Una vez que había sido dispersado en agua, vino espumoso o aguamiel, era ingerido por las madres lactantes, ya que se creía, crédulamente, que este remedio mágico podía estimular el flujo natural de leche de sus pechos. "

Dos ejemplares de Micraster schroederi, en vista dorsal, la disposición cruciforme de cuatro de los surcos ambulacrales, fue considerada, tras la cristianización, como una marca divina que señalaba la posesión de propiedades protectoras sobrenaturales y su coloración blanquecina, facilitó su asociación con la leche.
  
Como ya hemos indicado antes, este mismo tipo de erizos, después de someterlos a un proceso de pulverización, semejante, era mezclados con la comida o dispersado en el agua de bebida, de las vacas lecheras, con la ingenua pretensión de que, de esta manera, se conseguiría aumentar, mágicamente, la producción de leche, en las vacas lecheras.
 

Además, con el mismo fin de conseguir incrementar la producción lechera de las vacas, a este tipo de erizos fósiles, se les aplicaban otros usos igualmente supersticiosos, como fueron introducirlos en el interior de los cubos de ordeñar y también, se les mantenían en el interior de los establos, en los que se guarecían los bovinos y dentro de los cobertizos, en los que se realizaba el ordeño de las vacas.”


Las "piedras de los Judíos" (Judensteine)

Entre los siglos XI y XIII, los cruzados que habían ido a pelear para defender los Santos Lugares,
trajeron a Europa, desde Palestina, unas piedrecillas con una forma raras piedras, en realidad, se trataba de espinas o radiolas de un tipo particular de erizo de mar fósiles que podrían corresponder a las especies Balanocidaris glandifera, Pseudocidaris mammosa o Tylocidaris sp., de las que se decía, en su lugar de origen, que tenían propiedades mágicas curativas.

Aspecto de un muy raro ejemplar de
Pseudocidaris mammosa que ha conservado las radiolas, unidas al caparazón Imagen: http://www.thefossilforum.com/index.php/topic/24477-casts/


En Europa se les aplicaron diversos usos terapéuticos, extraídos de la farmacopea clásica:
"La piedra de los Judios se encuentra en Judea, tiene forma de bellota, de color blanco, y presenta una serie de líneas en franjas paralelas muy uniformes; pulverizada no tiene sabor. Si es del tamaño de un guisante, pulverizada, puede ser usada como Kollyrion ( ungüentos, crema o pomada); una de estas piedras, molida y disuelta en 3 tazas de agua que luego sea bebida, tiene poder para ayudar a combatir la retención urinaria y para pulverizar las piedras de la vejiga de la orina.·"
(Dioscórides, del primer siglo. DC, Libro V, cap. 154)

Posible "montaje" paleontológico, para coleccionistas de piezas espectaculares, en el que se ha reconstruido, artificialmente, el aspecto de un ejemplar de
Balanocidaris glandifera que, tras la litificación, hubiera conservado las radiolas dispuestas, ordenadamente, alrededor de su caparazón  

Imagen: http://www.fossilplanet.com/ficha_fosil.php?ref=E113&id=00000419

Además, como este tipo de espinas tenía una forma semejante a la de un hueso de aceituna, más o menos grueso, su forma ahusada y redondeada característica, fue comparada y asociada, supersticiosamente, con ciertos órganos humanos, relacionados con la fecundidad y la reproducción.
Las espinas que eran muy anchas, con forma de botijo, fueron comparadas y asociadas a los pechos femeninos. Por otra parte, las espinas o radiolas que eran más alargadas que anchas, se compararon y
asociaron con el falo masculino. Por ambos motivos, de parecido y de asociación, este tipo de radiolas fueron usadas como amuletos protectores de la reproducción humana, las más gruesas para potenciar la fertilidad y lactación, femeninas, mientras que las más alargadas, se usaron para combatir la impotencia masculina, problemas que como muchos otros, antiguamente se suponía, supersticiosamente, que podían ser causadas mediante brujería y por mal de ojo. 


Un par de radiolas de Balanocidaris glandifera, a la izquierda la de tipo "femenino" más hinchada, más menos, de aspecto mamario y a la derecha, la de tipo "masculino", más menos, de aspecto fálico  
Imagen: http://www.thefossilforum.com/index.php/topic/24477-casts/


Nota del traductor y adaptador:

Para completar el texto original, también se ha extraído alguna información, puntual, de la obra de Thenius, Erich & Vavra, Norbert. 1996. Fossilien im Volksglauben und im Alltag. Frankfur. Kramer

 

miércoles, 11 de abril de 2012

Un libro "revolucionariamente clásico" para regalar a jóvenes paleontólo@s, o no, el próximo 23 de abril "Día del Libro"


por Heraclio ASTUDILLO-POMBO. Dept. Medi Ambient i Ciències del Sòl. Universitat de Lleida.

Planet ocean. A story of life, the sea, and dancing to the fossil record

Un libro escrito por Bradford Matsen e ilustrado por Ray Troll, publicado en 1994 por Ten Speed Pres, Berkeley, California.

El libro que hoy presentamos, después del tiempo que ha transcurrido, desde su primera edición, en el hoy ya lejano año de 1994, no pretendemos colarlo como si fuera una una novedad editorial. Nuestra única pretensión es dar a conocer, este divertido ya clásico norteamericano, como una forma reveladoramente alucinada de iniciación a la Paleontología, ya que quizás no es una obra demasiado conocido en nuestro país.


La obra en cuestión es un libro conceptualmente ligero y muy atractivo visualmente, apto para toda clase de lectores: jóvenes y adultos, urbanitas y neorrurales, chicas y chicos, bebedores de cerveza, de tinto, de sidra, de txacolí y abstemi@s, "¿estudias o trabajas?", etc.. El único requisito imprescindible, para poder disfrutar de su entretenido e interesante texto, es que sus lectores potenciales posean un aceptable dominio de la lengua inglesa y, además, que no sean, especialmente, buenos conocedores de la apasionante ciencia dedicada al estudio y comprensión de la evolución de la Vida, en tiempos remotos, es decir que la paleontología les interese pero no tanto como para haber profundizado en ella.

"She sells sea shells”, pastel on paper, 19” x 25”, 1995, © Ray Troll

Leer este libro, en el que nada es ciencia-ficción aunque, a veces, pueda parecerlo, puede ser un placer, incluso para los adolescentes, a pesar de que la mayoría de lo que se narra en él, son sólo hechos sobre la Evolución. Porque aunque a los jóvenes les encanta aprender sobre muchas cosas diferentes, en el caso de la Evolución y de los fósiles, muy rara vez se sienten suficientemente motivados, como para dedicar su precioso tiempo, en ponerse a leer largos, densos y aburridos libros sobre
estos temas. Pero este libro es muy diferente a los libros de divulgación más tradicionales, porque es ligero, fresco, colorido, y lleno de información muy interesante que es presentada de una forma atractiva, entretenida, sorprendente y  comprensible.

“The Lucky Fish Gets the Cheeseburger!”, mixed media on paper, 22” x 30”, 1993, © Ray Troll

Hace aproximadamente 600 millones de años, las primeras formas de vida compleja comenzaron a nadar en el salado océano de nuestro planeta. 

¿Cómo evolucionó la vida desde las primitivas criaturas unicelulares hasta los evolucionados seres multicelulares terrestres? 

La búsqueda concienzuda de la respuesta a esa pregunta, realizada por una pequeña parte de los seres humanos, es la fascinante historia que recoge este libro, titulado “Planeta Océano” y subtitulado "Una historia de la Vida, del mar y del baile del registro fósil". Esta obra, muestra una parte de la evolución biológica, la de sus inicios, que incluye desde unos seres con aspecto de pez, como fueron el Pikaia y el pez pulmonado Eustheopteron, hasta llegar a algunos animales terrestres gigantescos, como fueron el Tyrannosaurus y el Parasaurolophus.

“Blast From the Past”, pastel on paper, 32” x 40”, 1995, © Ray Troll

Este libro narra un irreverente viaje, a través de cientos de millones de años de evolución biológica. Se trata de un recorrido veloz y sin complejos, en el que se combinan, hábilmente, nociones de paleontología, geología, oceanografía e historia natural, anotaciones sobre peculiaridades del itinerario de viaje y observaciones de primera mano, recogidas por Brad Matsen, un paleontólogo aficionado, en su cuaderno de campo. 

En este sorprendente viaje paleontológico, siguiendo un recorrido evolutivo e ilustrativo, que va desde Kansas hasta la Columbia Británica, se van recorriendo algunos de los yacimientos fosilíferos más
interesantes que existen a lo largo del itinerario recorrido. 

Todo el texto aparece debidamente cumplimentado con las hipnóticas, extravagantes, oníricas y coloridas ilustraciones de Ray Troll. Ilustraciones que, a menudo, consisten en unos fantásticos dibujos y unas atrayentes, complejas y divertidas pinturas, todo ello, realizados con técnicas gráficas mixtas.

“Jurassic Seas”, colored pencil on paper, 11” x 20”, 1993, © Ray Troll

Matsen nos relata su viaje, realizado junto al artista Ray Troll, lleno de emocionantes descubrimientos, entrelazando en el relato la información científica que es imprescindible, de una forma muy amena y didáctica. Brad y Ray no se basan en documentación de otros viajeros para inventarse un viaje ficticio, realmente, realizaron diversos viajes a muchos de los lugares que son descritos en el libro como si fueran un único viaje. Contado de forma divertida y entretenida, como un único itinerario de exploración y descubrimiento, amenizado con pequeños toques de humor personales, como la visión del mar cretácico, de Brad, cuando viajaban a través de Kansas, o el descubrimiento y la denominación de una especie totalmente nueva de pterosaurio, por Ray, o la comparación del goce sentido durante sus viajes de pesca, realizados conjuntamente y otras anécdotas semejantes, del tipo que tanto atraen la complicidad del lector. 
De esta manera, se llega a intimar fácilmente con la Historia de la Vida en la Tierra, gracias a las sencillas descripciones del amable narrador acompañadas de ocasionales y amenas historias de experiencias personales.

“Cretaceous Road Dream” colored pencil on paper, 9” x 7”, 1993, © Ray Troll

 Matsen y Troll, destacan que todos nosotros somos descendientes de aquellos primeros peces que, hace unos 375 millones de años, salieron a tierra firme, dando origen, con este sorprendente hecho a todos los vertebrados terrestres, antiguos y actuales, incluidos todos nosotros.
La evolución biológica se muestra en el libro como un hecho imprevisible que ha surgido como resultado de una serie de extinciones en masa, del impensable triunfo, "a priori", de algunas improbables especies supervivientes, de ciertos buenos comienzos, luego fracasados que
dejaron paso a otras especies aparentemente peor dotadas y, también, de posibles factores influyentes, todavía hoy, desconocidos y pendientes de resolución.

El tema central del libro se indica claramente en la primera página: "La naturaleza no es un templo, donde todo está hecho y es inmutable, sino un taller en el que todo lo que se inventa, se pone a prueba y lo que no funciona es desechado".

“Not in Kansas Anymore”, pastel on paper, 32” x 40”, 1993, © Ray Troll
 
Matsen dedica el resto del libro a apoyar esta idea, explicando que la Vida no es el resultado de un diseño inteligente, perfectamente ejecutado y de funcionamiento impecable, sino de la acumulación de un motón de chapuzas para ir saliendo del paso, a pesar de que las especies vivientes parecen haber evolucionado ascendiendo por una escalera de progreso y perfección. Por el contrario, la evolución biológica ha resultado ser una condición ineludible para persistir en el escenario de la Vida, frente a los cambios ambientales que se han ido produciendo, sin un una dirección fija, ni un sentido prefijados, sino completamente al azar, pero lo único que se necesita una especie para persistir en el tiempo, es irse adaptando a los cambios radicales que, cada cierto tiempo, se van produciendo en el lugar del planeta en el que habita y conseguir sobrevivir, para luego poder dejar descendientes que lo sustituyan.

Sabemos que los animales domésticos y las plantas cultivadas, tienen ascendientes salvajes, a los que, generalmente, no se parecen demasiado, por efecto de la selección artificial aplicada por sus criadores. Por medio de este método evolutivo-selectivo se consigue ir produciendo descendientes que con cada generación sucesiva, son ligeramente diferentes, a sus progenitores. 

“Trout Waiting for Dinosaurs to Go Away”,  colored pencil on paper, 11” x 10”, 1992, © Ray Troll

De esta manera se consigue, poco a poco, pero de forma bien visible continuar conservando o eliminando aquellas características que se consideran útiles o inútiles. Consiguiendo que cada generación sea un poco diferente de la anterior, hasta que al cabo de los años, los descendientes más lejanos acaban por no parecerse, casi en nada, a la generación salvaje que fue la matriz original.

Además de la mayor o menor variabilidad genética de una especie, que le permite adaptarse mejor o peor a los cambios ambientales, existen ciertos procesos totalmente ajenos a las especies, como son algunas circunstancias externas o ambientales, a veces evitables y otras inevitables, que acabarán afectando a las especies.  Habiendo veces en que esta influencia externa va a resultar favorable y le va a hacer bien o mucho bien, a toda la especie en su conjunto. Mientras que en otras ocasiones, las circunstancias ambientales van a resultar desfavorables, haciendo que la especie sea empujada hacia un callejón sin salida que la conducirá a su extinción y por lo tanto a sacarla fuera del escenario de la Vida. 

 “Trilos by Fire”, pastel on paper, 19” x 25”, 1995, © Ray Troll

El medio ambiente funciona como el mercado de valores financieros – en el que con suerte se pueden amasar grandes fortunas, y en el que, también, la mala suerte ha hecho que se pierdan fortunas fabulosas. La metáfora del destino de una especie, como el aleatorio resultado de "tirar los dados", aparece varias veces a lo largo del libro.
El texto escrito por Matsen es sumamente entretenido, interesante, y muy informativo. En una
de mis partes favoritas, del libro, describe el éxito de los trilobites, unos seres primigenios que sobrevivieron en los océanos paleozoicos de la Tierra, durante 300 millones de años:
"Eran capaces de comerse cualquier cosa y de reproducirse en cualquier lugar, y se hicieron tan poco atractivo para los depredadores, como les fue posible. Todos tenemos algún familiar que se parece a ellos. Después de su éxito biológico y persistencia temporal [la de los trilobites], su estrategia evolutiva se ha convertido en una regla general de la evolución. Cuanto más se va especializando una especie, se va convirtiendo en menos capaz de afrontar el cambio cuando éste resulta inevitable y una vez que el cambio se ha producido, en su antiguo hábitat, éste ya no les resulta habitable" [...]. En otras palabras, por regla general, perduran más las especies generalistas que las especialistas, porque el progreso evolutivo, no es necesariamente una cuestión de mayor especialización [...] El noventa por ciento del éxito de una especie es, simplemente, saber mantenerse en el escenario de la Vida, mientras dura la función. Pregúntele sino a un artrópodo, como por ejemplo un trilobites o una cucaracha. [...] Bien es verdad que sólo con generalismos y vulgaridades, nadie consigue llegar al Carnegie Hall, con su violonchelo, pero una cucaracha no necesita de un violonchelo para llegar e instalarse en el Carnegie Hall." (p. 14).

“Cambrian Explosion”, pastel on paper, 19” x 25”, 1992, © Ray Troll

El tono desenfadado, propio de una conversación entre amigos, que se muestra en el texto anterior, es utilizado a lo largo de todo el libro y, realmente funciona muy bien. El texto escrito por Matsen nos recuerda el diálogo que siempre nos hubiera gustado tener, después de una clase, con un generoso y muy paciente profesor de
biología. Es como ese tipo de conversación que siempre deseó mantener, con un experto, pero que nunca pudo llevar a cabo. 
Matsen trata varios temas que son muy difíciles de entender, de un modo algo diferente a como lo haría un científico no especializado en divulgación. Matsen los va explicando de una forma tan sencilla que resultan muy comprensibles, pero sin llegar a simplificarlos tanto que puedan resultar un insulto a la inteligencia del lector, cuando éste sea un lector un poco informado.

“Paleo-Fishing Charters”, pastel on paper, 19” x 25”, 1993, © Ray Troll

Sugiere incluso divertido métodos mnemónicos para recordar el orden de las diversas épocas geohistóricas que constituyen los periodos Paleozoico y Mesozoico ("Crying over sleeping dragons may puzzle people, terrify, (or) joyfully convert") así como del  periodo Cenozoico ("Palaeontologists eat only murky plankton porridge hot"). Evidentemente, cuando estas frases, originalmente en inglés, se traduce al castellano, pierden su función nemotécnica original, pero usando un poco de la abundante imaginación ibérica. pueden ser remplazadas con el mismo efecto didáctico….

Por supuesto, no hay que perderse la maravillosa parte artística del libro. Ray Troll es un ilustrador meticuloso e imaginativo, y su personal sentido del humor, tan original como poco convencional, está perfectamente de acuerdo con el espíritu alegre y desenfadado del libro. Por ejemplo, su ilustración representando las dudas de un primitivo pez pulmonado, al decidir si ha de salir a vivir en la tierra firme, fuera del agua, ilustración que Ray Troll titula, "Fuera del cieno y nacido para cruzarlo".

“Out of the Ooze and Born to Cruise”, linoleum block print on paper, 12” x 12”, 1992, © Ray Troll

Tampoco hay que perderse sus imaginativos "falsos anuncios" como el de un reloj de pulsera que mide el tiempo geológico; o el de la Sopa Primordial de la marca Burgess; ni el del gran vino francés, denominado “Chateau Mosasaurio”. Pinturas al pastel y dibujos, muy detallados, están esparcidos por todas partes y contribuyen a que el precio del libro, valga la pena, ya sólo por su calidad intrínseca.
La lectura y el visionado del libro de Matsen y Troll consigue producir en el lector, un doble efecto estimulante, simultáneamente, pues va generando asombro mientras genera emoción. Pues consigue producir en el lector la sensación de que está participando, imaginariamente, en un viaje mágico durante el cual se va informando de todo lo que acontece a sus protagonistas. Puesto que todo lo que se va explicando es mucho más divertido de leer y mucho más fácil de entender que lo que describen aquellos otros textos científicos más comunes. Que a pesar de que se ocupan de explicar las mismas cuestiones científicas, lo hacen de una forma mucho más seria, más completa y muy respetable, también lo hacen de una manera mucho más árida, extensa y difícil de asimilar, por parte de aquellos lectores que no están iniciados en el tema.

“Devonian D-Day”, pastel on paper, 32” x 40”, 1992, © Ray Troll

El difunto Carl Sagan decía que la buena divulgación científica, siempre, debe ser "user-friendly", es decir, atractiva y de fácil comprensión para sus destinatarios.  Nunca debe ser de comprensión dificultosa, ni presentada abusando del uso de la jerga que habitualmente es usada por los científicos especialistas cuando se comunican entre ellos. Sagan decía, que todas las personas en general, deberían poder tener acceso a los últimos descubrimientos científicos, de una forma fácil y rápida, por resultarles accesible, atractiva y muy comprensible. Si  Carl Sagan viviera, en estos tiempos, se sentiría complacido con el libro “Planet Ocean”.

Este libro es una excelente introducción a la Evolución, a la Paleontología, a la Biología marina, y/o a la Oceanografía, realizada de manera divertida y seria, a la vez. Al final del libro, se tiene la sensación de que es una lástima que el libro se termine. Cuya lectura, a pesar de que condensa en su interior 650 millones de años de Historia de la la Vida sobre la Tierra, acaba resultando una experiencia muy gratificante. 

Creemos, por las virtudes ya comentadas, que el libro reseñado constituye una interesante obra de divulgación paleontológica y que su lectura resulta altamente recomendable. Por lo que sugerimos, con gran entusiasmo, que sea puesta al alcance de cualquier persona que tenga algún interés por las Ciencias de la Vida o las Ciencias de la Tierra y muy especialmente si ese interés apunta o ya se ha manifestado, hacia la Paleontología. 
Por todo lo dicho, creemos que este libro debería estar a disposición de sus hij@s, sobrin@os, niet@s, ahijad@s, cuñad@s, prim@s, etc., con inclinaciones a la ciencias antes mentadas y muy especialmente para l@s futur@s paleontólog@s. 

“The Family Tree”, pen and ink on paper with digital color, 18” x 22”, 1994, © Ray Troll 

Hay que felicitar al autor del texto y al ilustrador, por haber conseguido realizar una obra genial que estoy seguro que puede resultar muy útil para reclutar entre los adolescentes que lo lean, a l@s futur@s paleontólog@s de la próxima generación.  


ANEJO PARA PALEOMUSICADICT@S:

Cuando, en 1995, se publicó el libro al que hemos dedicado esta entrada, la Academia de Ciencias de California, en San Francisco, convidó a Ray Troll a exponer su trabajo gráfico en el Smithsonian Museum, en una exposición titulada “Bailando sobre el registro fósil".  A Ray Troll que es músico aficionado, le quedó claro que necesitaba disponer de una banda sonora para aquella exposición artístico-científica que debería resultar genial. Pensó que aquella ambientación musical de su exposición debería estar compuesta por una series de temas musicales inspirados en el contenido científico de aquella exposición. También que debería poder escucharse en los pasillos del el gigante de los museos de Historia Natural, norteamericanos, sin causar distracciones en la atención del público asistente hacia su trabajo artístico. 

“Dancing top the Fossil Record”, linoleum block print on paper with watercolor, 18” x 24”, 1994, © Ray Troll
Ilustración que luego fue utilizada, ligeramente modificada, para la carátula del CD

Ray Troll contactó con su colega musical, Russell Wodehouse, líder del grupo musical “Ratfishs Wranglers" que fue quien escribió la música y la mayoría de las letras de los diferentes temas musicales. En muchas de las letras de las canciones se pueden escuchar grandes perlas de la sabiduría científica. Como las de mi querido amigo el Dr. Rainer Zangerl, en un tema llamado ‘Extinction’s Drums’, del Dr. John McCosker sobre los ataques de los tiburones en ‘The One You Can’t See’, del Dr. Jacques Gauthier sobre la evolución en ‘Seconds in a Lifetime’ y en ‘Chain of Being’ y también del artista y buscador de fósiles y Chuck Bonner, mencionados en ‘Planet Ocean’.


 Carátula del CD: “Dancing top the Fossil Record”

Cliqueando aquí se pueden acceder al web promocional y escuchar, íntegramente, dos de los cortes mencionados, anteriormente: 'Seconds in a Lifetime', con la "participación" del Dr. Jacques Gauthier, actualmente, en la Universidad de Yale, y: 'Dancing to the Fossil Record', usado para promocionar el lanzamiento CD.


ANEJO PARA ADMIRADORES Y SIMPATIZANTES DE LA OBRA ARTÍSTICA DE RAY TROLL o para curios@s impenitentes:

Si las ilustraciones del libro que te hemos mostrado, te han parecido pocas y quieres echarle un ojo a algunas más, solo tienes que clicar sobre le título que te interese, ¡ Así de fácil!:

                                                                        .... and many more!  Por que  el contenido de esta obra es, parcialmente, revisable en "Google books"

¡Ah, ¡Y si quieres tener este libro en tu casa, 'en un plís-plás', en Amazon están 
prestos a servírtelo a domicilio! Mira las condiciones aquí  ;-)

martes, 27 de marzo de 2012

“Huevos de serpiente y lenguas de dragón” (10) (Schlangeneier und Drachenzungen)

Fósiles usados por la medicina popular y la magia defensiva, antes de 1950, en Austria y algunas zonas limítrofes, de países vecinos (Continuación, 10ª parte)

Autor del texto original, en alemán, Dr. Julius Georg FRIEBE, del Museo de la Naturaleza del estado federal de Vorarlberg (Vorarlberger Naturschau), en Dornbirn (Austria).

Traducción y adaptación, al español, del texto original alemán, realizada por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Dept. de Medi Ambient i Ciències del Sòl, Universitat de Lleida.

Creencias y prácticas populares relacionadas con algunos tipos de fósiles, considerados como “piedras curativas” (Heilsteine) o “piedras protectoras” (Schutzsteine) (Continuación, 5ª parte)

Las “piedras huevos de serpientes” o “huevos de serpientes petrificados” (Schlangeneisteine) y el “Ovum anguinum” de Plinio

Los fósiles de los erizos de mar regulares, del grupo de los cidáridos, generalmente, ejemplares de la especie Hemicidaris crenularis, debido a su forma globulosa, casi esférica, y por el hecho de tener la superficie cubierta de numerosas verrugas, más o menos, prominentes, en realidad eran la base, en los puntos del caparazón, en los que se asentaban las espinas o radiolas protectoras y poseer una figura en forma de estrella de cinco puntas, determinada por las alineaciones de los poros ambulacrales, desde muy antiguo, fueron interpretados por pueblos de cultura celta, como auténticos huevos de serpiente, petrificados, con propiedades mágicas.

Ilustración extraída del libro de Konrad Gesner, De omni rerum fossilium genere (1565), mostrando la representación gráfica de un Hemicidaris fosilizado, con la superficie recubierta de las grandes verrugas que caracterizan a esta familia de equinoideos y las cinco franjas, determinadas por los poros ambulacrales
Imagen: De omni rerum fossilium genere,


Según recogió Plinio El Viejo, se diferentes fuentes, entre los galos de su tiempo, en el s. I-II dC, existían diversas creencias supersticiosas relacionadas con este tipo de erizos fósiles:

"El huevo de serpiente petrificado (Ovum anginum o Schlangeneistein), según una creencia muy antigua, se produciría únicamente en aquellos lugares en los que, durante el verano, se habían reunido para copular
un gran número de serpientes.
Se creía que formaba cuando, después de entrelazarse, apretadamente, unas con otras, empezaban a segregar de su cuerpo una especie de bola de saliva o moco que iba creciendo lentamente y tomando la forma globulosa típica, luego, la bola se endurecía hasta convertirse en piedra.
Los druidas decían que al acabarse la formación del huevo y antes dispersarse, las serpientes arrojaban el huevo al aire, mientras lanzan un silbido y quien quisiera disponer de uno de estos huevos de piedra mágicos, debería estar atento para intentar recogerlo antes de que toque el suelo, interponiendo una capa, pues si el huevo toca el suelo pierde toda su virtud. Inmediatamente, el ladrón del "huevo de serpiente" (Ovum anginum, en latín y Schlangeneis, en alemán) deberá salir huyendo a toda velocidad, si puede ser, sobre un caballo, ya que las serpientes lo perseguirán para matarlo inmediatamente. En su huida deberá atravesar algún curso de agua, puesto que el agua es el único tipo de obstáculo que puede detener la persecución mortal de las serpientes enfurecidas.

Ilustración del s. XIII, representando gráficamente como se debía realizar el acto de robar el mágico "huevo de serpientes"Imagen: http://gooblegobbleoneofus.tumblr.com/post/12736460286/mediumaevum-medieval-europeans-didnt-feel-much
Una prueba infalible para determinar la autenticidad de los huevos de serpiente es que siendo de piedra, pueden flotar en el agua, incluso cuando están recubiertos de oro, y además pueden desplazarse flotando a contra corriente. Y el mago que, con habilidad, sabe bien como ocultar su fraude a la percepción de los otros, suele decir que para poder obtenerlo, uno deberá esforzarse por conocer cual es el día exacto en que se reunirán las serpientes, pues este día coincide con cierta fase de la luna, como si la decisión de las serpientes, para realizar su actividad reproductora, dependiera de la luna."
(C. Plinio Segundo, Historia Naturalis, Libro XXIX, párrafo 52-53)

Según comenta Anselmus de Boodt, famoso médico y gemólogo, belga, en su lapidario médico titulado Gemmarum et lapidum historia (1636), más conocido por su versión francesa: Le Parfaict joaillier ou l'histoire des pierreries tratado publicado casi una década más tarde (1644):

"La gente cree que esta piedra puede proteger contra cualquier tipo de intoxicación causada por la contaminación del aire y que es capaz de hacer que los conjuros y encantamientos de las brujas resulten completamente inofensivos para su poseedor.
Sin embargo, por el gran prestigio que esta piedra posee, resulta muy difícil convencer al pueblo de que está engañado y que lo que
cree ser una piedra maravillosa, muchas veces, no es ni siquiera una verdadera piedra, sino que, muy a menudo, tan solo es una imitación hecha de vidrio soplado, que es utilizada por las mujeres de las ciudades como simple pesa de husillo, para poder retorcer con facilidad la fibra, del material usado para tejer, y así poder formar la hebra de hilo."
(Boecio DE BOOT, 1636, citado en Abel, 1939)
Una mujer, hilando a mano con la ayuda del huso cargado en su extremo inferior con una gran fusayola aplanada de madera, artefacto que favorece la continuidad y regularidad del giro imprimido con los dedos, rotación que permite transformar las fibras en hilo
Imagen:
 https://www.youtube.com/watch?v=KUC8NAk1rCQ&ab_channel=dLana


Aspecto de una fusayola esferoidal, de cerámica, usada para hilar a mano, en la
zona andina, artilugio fabricado con la misma intención y función rotatoria que los erizos fósiles belgasImagen: http://ceres.mcu.es/pages/Main

Boetius DE BOOT, señala que en la Bélgica de su infancia, hacia 1555, el uso profano que se daba a los pequeños erizos de mar fosilizados, era como vulgares pesas para hilar o para mantener estirados los hilos en los telares. Pero como debido a su uso generalizado, había una gran demanda social que no podía ser satisfecha con la recolección de los fósiles naturales, llegó un momento en que éstos tuvieron que ser substituidos por pesas artificiales, siendo sustituidos por unas gruesas cuentas de vidrio soplado, fabricadas por los hábiles vidrieros bohemios, que imitaban someramente el aspecto globuloso y verrugoso, característico del caparazón de los erizos cidaroideos que hasta ese momento habán sido usados. Estas simples cuentas de vidrio, algunos avispados charlatanes estafadores, las vendían por las zonas rurales, ofreciéndolas como si fuesen los auténticos y maravillosos Schlangeneisteine, es decir, los famosos y legendarios "huevos petrificados de serpiente" a un precio muy beneficioso para su negocio, basado en explotar la credulidad supersticiosa de sus clientes.

Aunque el objeto de la fotografía, un 
erizos de vidrio soplado, es realmente para uso decorativo, puede servir para hacerse una idea aproximada del aspecto que debieron tener los que, a mediados del siglo XVII, se usaban en Bélgica, como fusayolas de hilandera o pesas de telar. 
Imagen: vintage hand blown juliska sea urchin

En la zona norte de la antigua Bohemia, la actual Chequia, muy cercana a la actual Austria, antiguamente, ciertos tipos de erizos marinos fósiles de la  familia de los "cidaris", como los ejemplares de la especie Hemicidaris crenularis, fueron considerados como objetos peligrosos, con cualidades maléficas. Este tipo de fósiles eran conocidos, por la gente vulgar, con el nombre popular checo: “Duchanek”, es decir "piedra del alma" y la gente culta que usaba fluidamente el latín, los denominaba "lapis Spiritalis", es decir "piedra del espíritu" o "p. del ánima". En ambos casos, el significado de la denominación culta y el de la vulgar, venía a ser el mismo: “piedras de la vida” o “piedras del aliento vital”. Ambos nombres hacían alusión a una imaginaria propiedad de esta clase de piedras extrañas, pues según una antigua y fabulosa creencia popular checa, se decía que esta clase de "piedras" maléficas, poseían poderes  mágicos malignos que resultaban muy peligrosos para la supervivencia de los niños más pequeños. 

Aspecto de un ejemplar de Hemicidaris intermedia, especie de aspecto muy semejante al de H. crenularis. Visto por su parte dorsal, ventral y lateral.
Imagen: International Fossil Shells Museum

Se creía que la simple proximidad de esta clase de piedras podía provocar a los niños pequeños débiles y enfermizos la muerte, ya que provocaban que se escapara del interior de su cuerpo el aliento vital, a través de la boca, causándoles la muerte. Es decir, se las creía una clase de piedras capaces de absorver la capacidad de respiración o lo que es lo mismo, la vida, del interior del niño. Por este motivo se decía que en aquellas casas donde vivían niños muy pequeños, no resultaba nada recomendable mantener este tipo de piedras maléficas, pues si en un descuido de sus mayores, los niños pequeños se acercaban lo suficiente a ellas les aspirarían el aliento vital causándoles la muerte.

Bebé abstraído en sus pensamientos y, al parecer, solo... pero no creo que tengamos que temer por la presencia de una de esas piedras asesinas.
Imagen:
http://www.aorana.com/es/

En mi opinión, es posible que esta creencia popular, tan irracional, pudiera provenir de diferentes y variadas causas responsables de defunciones infantiles. Entre las que que podrían incluir desde el síndrome mortal infantil que ahora se denomina "muerte súbita infantil", ciertas infecciones graves de órganos internos vitales y de efectos fulminantes y sobre todo, hasta, la asfixia infantil accidental, causada por la ingenua o involuntaria deglución, letal, de este tipo de objetos, en bebés de ciertas edades, etapas en las que todo lo que cogen se lo meten en la boca, con resultado mortal de obstrucción de las vías respiratorias.

Aunque el Dr. Julius G. Friebe, no lo menciona en su trabajo, según otras fuentes, parece ser que la razón por la que la gente solía mantener las "Duchaneks" en el interior de sus casas, aún cuando hubiera niños pequeños, fue porque también se creía supersticiosamente que en estas piedras mágicas predominan el lado bueno, con efectos salutíferos protectores familiares muy positivos. 
De forma mucho más generalizada, se consideró a esta clase de piedras con simpatía pues se las creyó como un remedio preventivo excelente y se usaron como amuletos muy efectivo de protección doméstica, frente diversas amenazas latentes para la salud humana, existentes en aquella época, tales como pudieran ser ciertas graves epidemias, frecuentes entonces, tales como la difteria, la gripe y hasta la peste negra.
Además, también se creía que este tipo de piedras mágicas protegían contra todo tipo de envenenamientos, encantamientos y embrujamientos. Contrariamente se creyó que el lado oscuro de tales piedras "Duchaneks", es decir, los supuestos poderes maléficos ejercidos sobre los niños, les eran inducidos o activados, mediante magia negra o brujería, por voluntad de personas malvadas o envidiosas que querían perjudicar gravemente a una familia determinada.

Continuará

domingo, 26 de febrero de 2012

“Huevos de serpiente y lenguas de dragón” (9) (Schlangeneier und Drachenzungen)

Fósiles usados por la medicina popular y la magia defensiva, antes de 1950, en Austria y algunas zonas limítrofes, de países vecinos (Continuación, 9ª parte)

Autor del texto original, en alemán, Dr. Julius Georg FRIEBE, del Museo de la Naturaleza del estado federal de Vorarlberg (Vorarlberger Naturschau), en Dornbirn (Austria).

Traducción y adaptación, al español, del texto original alemán, realizada por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Dept. de Medi Ambient i Ciències del Sòl, Universitat de Lleida.  

Creencias y prácticas populares relacionadas con algunos tipos de fósiles, considerados como “piedras curativas” (Heilsteine) o “piedras protectoras” (Schutzsteine) (Continuación, 4ª parte)

Los corazones petrificados de unas brujas ("Hexenherzen"), que fueron quemadas vivas, hace algunos siglos 

El perfil, en vista lateral, o la sección transversal de algunas conchas fósiles, muestra una forma típicamente acorazonada. A un cierto género de bivalvos marinos, actuales y fósiles, precisamente, les fue dado el nombre latino Cardium que significa corazón, porque su forma es típicamente de corazón. Esta forma tan característica resulta sumamente evidente, cuando la concha de estos bivalvos, se miran, lateralmente.

Concha fósil bivalva del género Cardium, en la que puede apreciarse el gran parecido de este tipo de conchas, vistas lateralmente, con la forma iconográfica de un corazón 
 
Imagen: http://www.fossnet.de/eng/muscheln.php

Cerca de la actual localidad eslovena de Krško, relativamente, cercana a la frontera austriaca, país del que antiguamente formó parte, con el nombre alemán de Gurkfeld, existe un acantilado formado por un tipo de roca caliza, en cuyo interior están incluidos bivalvos 
fósiles, cuyas conchas eran del tipo acorazonado, antes mencionado. Pero en este caso particular, los fósiles no han conservado la concha, pues durante el proceso de litificación del antiguo sedimento marino se disolvió completamente, y no fue sustituida por un precipitado mineral. Sólo se han conservado sus correspondientes moldes internos, o núcleos, actualmente, llamados en muchos lugares del mundo con el nombre alemán steinkerns”, es decir, "piedra corazón" o “corazón de piedra” y los moldes externos o improntas de las conchas hoy desaparecidas.


A la izquierda, fotografía de un "steinkern", en este caso, se trata del molde interno de un bivalvo que aún permanece incrustado en su roca matriz. Resulta visible en la fractura fresca de la roca, alrededor del molde de perfil acorazonado, el espacio vacío que rodea al fósil, correspondiente, a las valvas disueltas durante el proceso de litificación. Imagen:

En ese lugar, como en otros muchos otros en los que se ha dado este mismo fenómeno geoquímico, a veces, de forma natural y fortuita, se desprenden de la matriz rocosa que anteriormente los aprisionaba, algunos de los moldes internos acorazonados que, luego por efecto de la gravedad y la gran pendiente del terreno, ruedan hasta depositarse y acumulares al pie de ese acantilado. Por este mecanismo natural, de tanto en tanto, en ese lugar, se les puede encontrar sueltos y acumulados.

A la derecha, un molde interno de una concha de bivalvo o "steinkern" que ya se ha separado de su roca matriz. Nótese su aspecto cordiforme
Imagen: http://www.canadianrockhound.com


La sorprendente similitud entre el aspecto de este tipo de piedras y el de un corazón de animal, sumada a la creencia en un suceso real o imaginario que, supuestamente, ocurrió en ese lugar, necesariamente, debió influir en el momento de darles un nombre. Pues en vez de denominar a aquellas piedras, simplemente,
steinkerns”, fueron denominadas "Hexenherzen", es decir, “corazones de brujas”. Todo parece indicar que tal denominación popular se produjo como consecuencia de una interpretación legendaria, de un sencillo fenómeno geológico local. 

La leyenda popular dice:
Hace mucho tiempo, cuando la gente de la población de Gurkfeld/Krško estaba quemando, en este lugar, a unas brujas que habían sido condenadas a morir en la hoguera, cuando murieron sus corazones incandescentes, salieron despedidos, violentamente, de sus pechos envueltos en llamas y fueron a incrustarse sobre la cercana pared rocosa, sobre la que, primeramente, quedaron pegados, para luego incrustarse en el interior de la dura roca. Cuando alguien, suficientemente osado y temerario, se atrevió a romper la roca en cuyo interior se habían introducido los corazones de las brujas, comprobó con gran sorpresa que aquellos corazones se habían convertido en piedra. 
Esta rara conversión de los corazones de las brujas en piedra fue interpretada como el claro testimonio que venía a demostrar la gran maldad y enorme impiedad de aquellas mujeres, adoradoras del diablo.

.Grabado en madera, de época renacentista, en el que se ha representado una quema de brujas. Satanás en forma de dragón serpentiforme, alado recoge el alma de la primera de las tres brujas ajusticiadas que ha expirado, mientras los dos verdugos remueven la leña con una larga horquilla para que arda con viveza ajenos al drama. 
Imagen: http://marysharratt.blogspot.com/2011/08/witch-persecutions-women-and-social.html

Años más tarde, aún se podían encontrar
algunos de aquellos corazones petrificados de bruja  que se habían desprendido espontáneamente de aquella pared de roca. 
Quién, casualmente, se encontraba uno de aquellos corazones de bruja petrificados que se habían desprendido del interior de la pared rocosa, y decidía recogerlo para aprovechar sus supuestas "virtudes mágicas", debería comprometerse y acordarse, todos los años sucesivos, de rezar un Padre Nuestro por la salvación del alma de la bruja, cuyo corazón petrificado poseía y hacerlo exactamente en el mismo día en el que había recogido su corazón petrificado.

Se creía que esta conducta piadosa y caritativa de su propietario "activaba" en los "Hexenherzen" o corazones de brujas, la virtud y la fuerza necesarias para actuar como una defensa, eficaz, que 
 si lo llevaba encima protegería a su poseedor contra el impacto del rayo.

Cuando lo que se quería proteger era un edificio, entonces, debería colocarse y mantenerse el "Hexenherzen" en su “esquina izquierda” (tal vez se refiera al lado Oeste). Al mismo tiempo, la piedra mágica, también adquiría virtud como remedio curativo. (Extraído de la tradición oral y citado por Quenstedt, 1938)

Tres moldes internos del bivalvos de la especie Cucullaea vulgaris, de 2 pulgadas de altura, parecen pequeños corazones carbonizados, que por su tamaño, 5 cm. de longitud pueden hacer volar la imaginación, procedentes de Hornerstown Formation (Nueva Jersey), desde finales del Mesozoico superior hasta Paleógeno.
Imagen:
http://digsfossils.com/fossils/nj_shark_vincentown.html

Antiguamente la gente, influida por la combinación de las teorías de las simpatías existentes entre macrocosmos (la naturaleza) y el microcosmos (el cuerpo humano) y la teoría de los signos, según la cual, el "Creador supremo" había dado formas evidentes a ciertos elementos de la Creación para que los hombres, reconociéndolas por su aspecto característico, pudieran beneficiarse de sus virtudes curativas. 
Debido a estas ideas irracionales y supersticiosas, era muy común en épocas pasadas la creencia de que las piedras que se asemejaban, lo suficiente, a un corazón, forzosamente debían poseer virtudes mágicas relacionadas con el gobierno de este órgano, una de ellas era la de infundir valor, a quienes las poseían o las llevaban encima.
Debido a la existencia de este tipo de creencias supersticiosas, no resultaba nada extraño que en ciertas zonas rurales de Austria, hasta principios del siglo XX, se creyera que ciertos remedios caseros basados en el uso de
Hexenherzen pudieran infundir valor en los animales domésticos que parecían padecer de un tipo de hidrofobia benigna. Esta supuesta enfermedad  hacía que los animales que la poseían no quisiesen atravesar torrentes y riachuelos de montaña. Para remediarlo, con los Hexenherzen, se confeccionaba un bebedizo que se hacía ingerir a aquellos animales domésticos que manifestaban ese rechazo a atravesar las corrientes de agua, porque parecían padecer de un miedo incontrolable que les impedía introducirse en los cursos de aguas, más o menos, rápidas.

"Vacas cruzando un río y borrico negándose a atravesarlo " (1656) dibujo a lápiz y pluma de Nicolaes Berchem, Berghen o Berrighem
Imagen: Kühe überqueren einen Fluß

El remedio se preparaba de dos formas distintas, una consistía en reducir a polvo, uno de los corazones de bruja  petrificados y, mezclado con leche, darlo a beber al animal miedoso. El otro sistema consistía en hervir uno de aquellos corazones petrificados, en agua de manantial, para luego darle a beber esa agua infundida de virtud al animal miedoso. 

Ambos remedios, eran administrados por los ganaderos, a los animales "cobardes", con el pleno convencimiento de que mediante este tratamiento, los animales miedosos se volverían más “valientes” y perderían el miedo a atravesar las corrientes de agua.

"Vaca detenida, en el borde de un río, frente a la corriente de agua" (1656) dibujo a lapiz y pluma de Nicolaes Berchem, Berghen o Berrighem
Imagen:
Kühe überqueren einen Fluß