lunes, 14 de noviembre de 2022

Folclore paleontológico italiano (17)

Heraclio Astudillo-Pombo. Universitat de Lleida

Interpretaciones, creencias, relatos legendarios y usos populares de algunos fósiles en las regiones alpinas y pre-alpinas italianas (7)

Determinadas secciones de las pseudoconchas y los moldes internos y externos de ciertos bivalvos megalodóntidos, fueron los fósiles que en la antigüedad hicieron volar la imaginación de los montañeses del norte de Italia (7)

Marcas de pisadas de vaca, de buey, de asno, de caballo, de mula, de cabra, de ciervo y también de Jesús, de la Virgen y del diablo, sobre las rocas triásicas de los Alpes y Prealpes italianos (VII)


Megalodóntidos triásicos, interpretaciones fabulosas y relatos etiológicos, en el norte de Italia (5)


Introducción

Los restos fosilizados de los grandes moluscos lamelibranquios marinos, de tipo megalodóntido, no fueron los únicos fósiles conocidos y asimilados culturalmente por los habitantes de los territorios alpinos y pre-alpinos del norte de Italia, pero sí fueron los fósiles que generaron mayor número de interpretaciones fabulosas. 
Durante siglos, los montañeses del norte de Italia habían estado encontrando varias clases de piedras en su camino, algunas con formas o marcas curiosas para unos y temibles para otros. Estas piedras de formas extrañas y marcas pétreas intrigantes para unos e inquietantes para otros, siglos atrás, fueron interpretadas de la única manera que les era posible hacerlo en aquella época histórica y en aquella zona geográfica, de manera equivocada y a menudo supersticiosa. 
De aquellos fósiles y de sus diversas interpretaciones populares se tratará en esta y en las próximas entradas, puesto que fueron capaces de interesar a los humanos e impulsarlos a generar una gran cantidad de productos culturales inmateriales, tales como fueron creencias,  usos y narraciones legendarias explicativas (etiológicas). Todas esas producciones culturales, en ocasiones, resultan muy semejantes entre si, pero tratándose de los mismos tipos de fósiles y de una zona geográfica no demasiado extensa, las creencias, usos y narraciones acompañaron a sus portadores-narradores en su periplo vital, siendo distribuidas por el territorio visitado y compartidas con su audiencia, la cual repitió el proceso transfiriendo estas creencias, usos y narraciones en su entorno social y a las siguientes generaciones.


Bucólica vista panorámica estival de un típico paisaje alpino, en las proximidades de las montañas Dolomitas. Se trata del idílico paisaje que rodea 
a la población de Funes-Villnöß (Villnoess), en la Provincia Autónoma de Bolzano. 

Leyendas etio-paleontológicas en algunas localidades de la prov. de Belluno, Reg. del Véneto (2)

Se prosigue con la exposición de interpretaciones populares de tipo fabulosos o legendario surgidas de la observación perpleja de las extrañas marcas, en relieve positivo o negativo, con figuras en forma de pezuñas de animales domésticos o salvajes, visibles en la superficie de las rocas calizas de muchos lugares montañosos de la región. Tales formas curiosas, determinadas por las secciones erosivas de los moldes interno o externos de las conchas bivalvas de los  megalodones triásicos (Megalodon gümbeli), incluidos en la matriz rocosa, fueron interpretadas de manera muy equivocada y alejada de la realidad, en épocas y lugares en los que se desconocía su verdadera naturaleza paleontológica. Pues realmente se trataba de los restos fosilizados de unos moluscos marinos que habitaron los fondos fangosos de mares prehistóricos, hace aproximadamente unos 220 millones de años, durante el Triásico inferior.

Répica natural de una concha bivalva de un megalodóntido triásico. Se trata de un ejemplar de la especie Gemmellarodus seccoi Parona 1887, procedente de Val di Brenta, Solagna (VI),   Veneto, Italia. Su forma característica de pezuña dividida, en siglos anteriores, dio origen a interpretaciones muy bizarras para nuestra actual mentalidad racionalista. Imagen: http://www.musesplorando.it/

La omnipresencia dominante de un fuerte contexto cultural  de tipo mítico-religioso y supersticioso junto con la escasa presencia de un contexto racionalista, naturalista o científico, condujeron a los observadores rústicos hacia interpretaciones irracionales que prontamente favorecieron la producción de las correspondientes narraciones fabulosas, de tipo explicativo-justificativo, congruentes con la mentalidad predominante en la sociedad de aquel medio geográfico, en aquella época.


Huellas de pisadas de "anguane"

En algunas localidades de la provincia de Belluno existió una curiosa relación entre la paleontología y la mitología antigua, pagana, puesto que las improntas dejadas por las antiguas conchas de los bivalvos megalodóntidos no fueron vinculadas por la fantasía popular con santos cristianos o sus animales domésticos, como se vio en la entrada anterior dedicada a este tema, publicada el 14 de enero de 2022, sino que se vincularon con los residuos de viejas divinidades menores del antiguo paganismo. En tales lugares belluneses, las huellas de las conchas de los bivalvos megalodones, tan constantes y abundantes en los estratos de roca caliza blanquecina que constituye la capa de la Dolomita principal, tan extendidas por todo el territorio dolomítico, antiguamente, fueron interpretados como las huellas dejadas por el paso de unos misteriosos espíritus femeninos acuáticos, activos en horarios crepusculares y 
nocturnos. En esta zona alpina los habitantes de aquellos lugares las denominaban "anguane" (pl.) y "anguana" (s.) por su relación con el medio acuático. En esos lugares se creía que estas misteriosas y ambiguas figuras femeninas, ligadas a los curso y masas de agua de aquellas montañas tenían la mitad superior del cuerpo de forma humana, mientras y la mitad inferior de su cuerpo como el de las cabras montesas, razón por la que sus pies dejaban al pasar un rastro de marcas de pezuñas de aspecto caprino, tales marcas también aparecían en la superficie de las piedras, siendo denominadas "impronte d'anguana", es decir, "marcas o pisadas de anguana".

Fotocomposición formada superponiendo un dibujo que representa una anguana sobre una fotografía de un remanso bajo una pequeña cascada alpina. Puede verse que este ser mitológico femenino es híbrido de humano y cabra, con un aspecto muy semejante al de un fauno.
Imagen: Museo Etnográfico de la Provincia de Belluno y Parque de los Dolomitas de Belluno:   http://patrimonio.museodolom.it/items/show/3772

 
Parece obvio recordar que tales interpretaciones populares  sobre la naturaleza de las improntas dejadas por las conchas fósiles de megalodones triásicos, realizadas durante los siglos XVII a XIX, bien visibles en la superficie de las rocas, parecen ser una antigua herencia o residuo cultural de tiempos antiguos, muy anteriores a la época citada. Probablemente un residuo cultural de antiguos mitos y cultos precristianos que posiblemente eran muy comunes en aquella región, un milenio y medio o dos antes de la época moderna y contemporánea.
Por tanto los restos fósiles de los bivalvos megalodóntidos contribuyeron a la formación de una creencia errónea y supersticiosa sobre la existencia real de unos seres míticos femeninos, emparentados con los faunos de la mitología romana y con otros seres de la mitología celta, venerados y temidos, hace más de 2000 años, entre los montañeses alpinos, más crédulos y supersticiosos. Esos  mismos fósiles contribuyeron a mantener viva la creencia supersticiosa en su existencia real, hasta tiempos tan recientes como el siglo XIX e inicio del s. XX

Aspecto de una impronta de megalodón en la superficie de la roca dolomítica blanquecina que constituye la capa denominada la "Dolomía principal". Este tipo de fósiles, debido a su forma y siendo del tamaño adecuado, fueron confundidos con la huella dejada por la pisada de una cabra montesa. 
Imagen: Museo Etnográfico de la Provincia de Belluno y Parque de los Dolomitas de Belluno:  http://patrimonio.museodolom.it/items/show/3772

En la zona de las Dolomitas de Belluno, las "anguanas" eran una clase de criaturas míticas, ligadas al medio acuático, con características morfológicas y funcionales que las hacían, en parte, similares a las ninfas de la mitología griega y romana. Pero las "anguanas" de la mitología alpina veneciana, eran imaginadas con un aspecto físico particular que las hacía asemejarse, físicamente, a los faunos de la mitología romana.
En la mayoría de los lugares eran consideradas como seres inmateriales, pertenecientes al mundo de los espíritus nocturnos que podían materializarse con aspecto humano o de seres híbridos, medio humanos y medio animales y cuyo encuentro no solía presagiar nada bueno, generalmente.

Otra representación del supuesto aspecto corporal de las "anguane" de la zona bellunesa. En este caso, su cuerpo femenino adolescente, solamente manifiesta rasgos bestiales en la parte inferior de sus piernas, con unas pezuñas de 
aspecto totalmente caprino. 

Se creía que caminar de noche cerca de los lugares donde habitan estas criaturas era una imprudencia muy peligrosa, pues a menudo atraían a los ingenuos caminantes y luego los ahogan, si no les gustaba su trato, pero si les gustaba 
su compañía, los hacían prisioneros en su mundo acuático subterráneo, fuera del tiempo de los mortales.

Con frecuencia se describe a las "anguanas" como mujeres muy jóvenes, a menudo muy atractivas, capaces de seducir a los hombres que las sorprendían haciendo la colada o peinándose su larga melena, a la luz de la luna, junto al espejo del agua. Otras veces las describen como seres adolescentes, en algunas ocasiones con la mitad superior de mujeres jóvenes y la mitad inferior de serpiente o de pescado. Sin embargo, en otras ocasiones, se las describe como viejas horribles, capaces de aturdir gritando muy fuerte y de forma muy desagradable. En la región del Veneto existiño, hasta hace poco tiempo, la expresión popular "Sigàr come n'anguana", es decir, "gritar como una anguana" para referirse a una persona que vociferaba.

En la actualidad la anguana es un personaje de ficción cuyo recuerdo se conserva en algunas narraciones fantásticas para jóvenes y niños y recopilaciones de leyendas tradicionales. Cubierta de un libro moderno (2010) que reúne viejos cuentos y leyendas populares protagonizadas por "anguanas". Se trata de un recopilatorio de narraciones originadas o conservadas en la región del Veneto y en otras partes del noreste itálico. Redactadas con un estilo y  lenguaje adaptados a los gustos de los lectores de los tiempos actuales.
Imagen: Amazon

También se creía que tenían la capacidad de convertirse instantáneamente en animales semiacuáticos, tales como serpientes, peces, nutrias o salamandras, capaces de escapar a la primera señal de peligro lanzándose y sumergiéndose en el agua. De este supuesto comportamiento derivaba la expresión popular veneciana "Ndar via come n'anguana", es decir, "escaparse rápido como una anguana"

En cualquier caso, todas las leyendas sobre las "anguane" tienen en común que estas criaturas presentaban uno o más rasgos no humanos sino bestiales: patas de cabra, de gallina, de pato o piernas escamosas, un lomo "ahuecado" que disimulaban cubriendo su espalda con un manto y rellenando la concavidad con musgo y trozos de corteza.
El otro elemento común en el que coinciden todas las leyendas es que las "anguane" vivían cerca de manantiales, surgencias cársticas, cascadas, lagos y arroyos, siendo seres protectores de las aguas y de los animales acuáticos y anfibios que las habitaban, como también la pesca, castigando a quienes abusaban de ellas. Pero pueden traer buena suerte a los pescadores, si las habían sabido hacer propicias a su actividad, tratándolas con respeto, con oraciones y ofrendas de veneración.
Muchas leyendas cuentan cómo, antiguamente, las "anguane" eran seres femeninos afables que enseñaron a los primeros habitantes que llegaron para colonizar aquellas montañas muchas de las actividades artesanas tradicionales, como criar ganado adaptado a las duras condiciones de aquel territorio, esquilar e hilar lana o hacer mantequilla y queso, a cambio de un pacto de silencio y de un compromiso inviolable.
Según cuentan las viejas leyendas, algunas "anguane" se llegaron a casar con un mortal y a tener hijos con él, imponiendo unas condiciones muy estrictas para poder realizar y mantener el matrimonio, el pacto matrimonial disponía que el marido no podía realizar determinadas acciones, contraria a los intereses de su mujer no humana, bajo pena de disolución inmediata del matrimonio y abandono del hogar. Generalmente, todas esas historias, terminan con que los humanos rompen el acuerdo pactado, o no se muestran suficientemente agradecidos por los dones recibidos y la "anguana" consorte, patrocinadora y protectora del patrimonio familiar, se marchaba de casa ofendida, regresando al medio acuático del que procedía, en medio del bosque y las montañas. Esta clase de seres 
femeninos legendarios del folclore alpino italiano, muestran muchos paralelismos con la leyenda francesa del hada Melusina.
Las mícas "anguane" no solo fueron conocidas en la región del Véneto, sino también en las de Friuli y en ciertas parte de Lombardía, Emilia y Trentino, pero a menudo recibieron otros nombres, tales como "acquane, agane, angane, ogane, gane, vivane, pagane, subiane, zubiane, longane", etc.


Leyendas etio-paleontológicas de la región de Trentino-Alto Adige/Bozen-Südtirol (1)

Se han podido localizar tres relatos etiológico populares, con una probable antigua raíz mítica. Uno protagonizado por unos seres forestales de apariencia humana. masculina, que tiene un cierto paralelismo con el mostrado en el caso anterior. Los otros dos relatos legendarios, relacionados con el Diablo, tienen ciertas semejanzas con algunos de los mostrados anteriormente en varias entradas publicadas en 2020 y 2021. En aquellos, y en este, las marcas caprinas habían sido originadas por el contacto de las pezuñas diabólicas con el suelo, prueba irrefutable del paso del Diablo por aquel lugar. En la próxima entrada que se dedique a tratar este tema, se expondrán estos dos relatos.
El cuarto relato etiológico popular hallado, por su concepción, es en cierto modo de tipo naturalista, pues las marcas son causadas por seres comunes, las vacas, fueron generadas por actividades corrientes, durante su tránsito sobre el terreno, y en condiciones ordinarias.


Huellas de pisadas de "salvàns"
 
En la zona alpina de los montes de las montañas Dolomitas, los geólogos consideran como el fósil guía de las capas de edad triásica a una concha bivalva de forma muy curiosa por su forma característica de pezuña de animal ungulado, cuyo nombre culto es megalodón o megalodonte. Esa forma tan particular e intrigante, hace siglos, inspiró entre los montañeses numerosas leyendas populares sobre sus supuestos orígenes extraordinarios. 
Los primeros habitantes que colonizaron estas montañas, llegados de tierras más bajas o meridionales, que nunca antes habían visto nada semejante, creían que aquella clase de marcas en la roca, eran las huellas dejadas por el paso de unos personajes míticos, misteriosos y sobrehumanos que deambulaban por el bosque y sus márgenes, en horas crepusculares y nocturnas. Eran los llamados “salvàns” (hombres selváticos u hombres forestales salvajes) unos seres masculinos, misteriosos, cubiertos de pelo oscuro, con largas barbas y cabelleras, de conducta ambigua, malévola o benévola, según la actitud y el comportamiento del humano con el que se tropezaban. Este comportamiento era motivo de inquietud entre las personas que tenían necesidad de transitar o pernoctar en zonas en las que se decía que vivían estos seres impredecibles. Las leyendas relataban casos en los que su encuentro casual podía ser causa de alegría o de desgracia para el caminante y por lo tanto de que fueran seres más temidos que apreciados, entre los montañeses supersticiosos. 

"La pelea en el bosque", dibujo de Hans Burgkmair. National Gallery of Art, Washington. El hombre salvaje o ser de los bosques es una figura mitológica que aparece en obras de arte y literatura medieval europea. Imagen: Wikipedia

El hecho de que sus pisadas dejaran huellas en forma marca de pezuña caprina o bovina, indicaría que sus piernas no eran humanas, sino animales y que su naturaleza era híbrida, es decir se trataba de seres monstruosos y por tanto relacionados con el mundo mágico o diabólico.
La ciencia ya descubrió, hace casi dos siglos, que aquellas marca con forma de huella de pezuña hendida, en realidad, era una replica natural de la concha de un molusco prehistórico. Se había formado por la acumulación de un depósito mineral que ocupaba la cavidad dejada por la concha original del molusco, previamente disuelta durante el proceso de litificación de los antiguos sedimentos marinos, a la que sustituía, moldeada por la cavidad en la que se acumulaba.

Grabado antiguo, xilográfico, representando el supuesto aspecto de un "wildermann" u "hombre salvaje", habitante de los bosques más densos y solitarios, situados en los territorios montañosos de los Alpes. Los "salvàns" eran una clase  de seres míticos localizados en la zona dolomítica, en el norte de Italia, muy emparentados con todas las demás variedades de "hombres salvajes" forestales de otras partes de Europa.   Imagen: Fotostock de Alamy.

Según cuentan las viejas leyendas, cuando los primeros hombres llegaron a las inmediaciones de los Alpes, descubrieron que la tierra a la que habían llegado no estaba deshabitada, sino que desde tiempos inmemoriales, los bosques de estos lugares habían estado habitados por una raza de hombres peludos, más fuertes y hábiles que los hombres recién llegados. Los hombres llamaron a estos seres selváticos "salvàns". 
Inicialmente, la convivencia entre los dos pueblos fue fácil. Los "salvàns" enseñaron a los hombres todo lo que ellos sabían sobre agricultura de montaña, cría de ganado, transformación de la leche y la caza de montaña, pero a medida que pasaba el tiempo, más hombres fueron llegado y se instalaron en aquellas tierras, prontamente enriquecidos y fortalecidos por sus nuevos conocimientos, comenzaron a aislar a los "salvàns" y expulsarlos de sus tierras. Esos seres, antes tan amistosos y cooperadores, pronto se convirtieron en seres agresivos, rencorosos y peligrosos de los que había que deshacerse. Y así comenzó el conflicto entre estos dos grupos de viejos amigos. Los "salvàns" empezaron a aprovechar las noches para interferir en todos los trabajos de los hombres, para hacerlos fracasar en su intento de colonización de sus antiguos territorios, e incluso se acercaban a los pueblos para robar niños pequeños, pero los hombres resistieron y nunca se marcharon para regresar a sus tierras de origen, por lo que los "salvàns" tuvieron que refugiarse en lo más profundo de los bosques más alejados del mundo humanizado.

Fragmento de roca mostrando la sección de una pseudoconcha de megalodonte, con su forma característica de pezuña bovina o caprina, según como se mire. Esta clase de piedras debieron ser muy valoradas, buscadas y utilizadas como amuleto por los montañeses dolomíticos, más supersticiosos, en la proximidad de las zonas densamente forestales.
Imagen: Adler Mountain Lodge

En siglos anteriores, los pastores que ascendían en verano con sus rebaños hasta estos lugares solitarios, para aprovechar los pastos naturales de la alta montaña, buscaban y recogían piedras con este tipo de marcas de pezuña caprina, convencidos que era la huella del pie de un "salvàn" y las usaron como amuletos para proteger el contenido de sus cabañas estivales de la mala influencia de cualquier clase de espíritus malignos que pudieran estar al acecho, con malas intenciones, por los alrededores, fuesen ladrones de ganado, lobos u osos, brujas, demonios o "salvàns" malignos. Por tal motivo colocaban las piedras con las marcas de la pisada de los salvàns en los cimientos o las incrustaban en los muros de sus cabañas.
Por las pisadas en forma de huella de pezuña de cabra o de toro, parece ser que se identificaba a los salvàns con una especie de seres semejantes a faunos o sátiros. Incluso en algunas fuentes se dice que la raza de mujeres que compartía con los "salvàns" el territorio situado en torno a las montañas de las  Dolomitas eran las "anguanas", también con pies en forma de pezuña caprina.


Huellas antiguas de pisadas de vacas

En el Alpe di Siusi, el altiplano alpino más grande de los montañas Dolomitas, también se han hallado un par de nombre populares modernos y una interpretación popular asociada a ellos y a este tipo de fósiles con forma de pezuña.  
En este caso parece evidente que la cultura vaquera del "Tirol del Sur" debió influir en el momento de interpretar popular de este tipo de fósiles, en una época relativamente cercana a la actual, pues tanto la interpretación como las denominaciones populares, halladas, no contienen indicios que puedan vincularlos con la fantasía mítica o legendaria, sino con las actividades comunes de la vida cotidiana de los ganaderos de vacuno.

l fósil guía que utilizan los geólogos, en la zona de las Dolomitas, para identificar la capa de caliza blanquecina denominada Dolomia principal, de edad triásica, son los grandes bivalvos triásicos denominados megalodones o megalodontes. Tales fósiles debido a su característica  forma de pezuña de vaca, cuando aparecían incluidos en la superficie rocosa eran denominados por los pastores y vaqueros de la zona, en su dialecto alemán "Kuhtritte", es decir, "pisada o huella de pie de de vaca" y también "versteinerte Kuhtritte", es decir, "pisada o huella de vaca petrificada" Los pastores y vaqueros italohablantes se refieren a ellos como "peste di mucca" o "impronte di vacca“ y  también como "impronte di mucca pietrificate", con el mismo significado

Dibujo esquemático, representando un conjunto de secciones de pseudoconchas y moldes internos de restos fosilizados de moluscos megalodontidos, del género 
Conchodus gumbelii, del Triásico superior, con un aspecto que por su forma y tamaño se asemejan a la de una pezuña bovina o caprina. La concentración de marcas de una tal clase de pezuñas, al ser interpretada en clave naturalista, parecería indicar que es un lugar en el que se han reunido o que ha sido frecuentado, por un tipo de seres naturales dotado de pies bovinos o caprinos, es decir, rebaños de vacas o de cabras.
Este esquema fue dibujado a partir de una losa pulida, existente en el Museo de Historia Natural de Viena. Aquella losa procedía de la zona montañosa, austriaca, de Tennengebirge (Modificado a partir de Zapfe, 1957).

Este tipo particular de fósiles, a menudo, se encuentra bien visibles, en la superficie de los bancos masivos de una clase de roca caliza blanquecina (Dolomía principal), reconocible por su característico color blanquecino pero no pueden extraerse sin romperse. Pueden encontrarse sueltos, individualizados, especialmente en los acúmulos de detritus rocosos, cumulados en la base de las paredes de los acantilados y taludes rocosos, tras haberse desprendido de la roca matriz por efecto de la disolución diferencial o/y de la gelifracción.

En un solitario paisaje alpino del altiplano de Alpe di Siusi (Tirol del Sur), en prados naturales situados a casi 2.000 metros sobre el nivel del mar. dos vacas pastan tranquilamente, algo alejadas del resto de su rebaño, durante la época estival. Fotografía de Roland Mayr
Imagen: Mein Bezirk

Hace dos o tres de siglos, en algunos lugares se aplicó una interpretación naturalista a la presencia de este tipo de fósiles, megalodóntidos, partiendo de su aspecto y de su localización. Como tenían la forma y el tamaño aproximados de pezuñas de vaca y de becerro y como su distribución coincidía con ciertas zonas frecuentadas por el ganado vacuno, ya fuese en aquellos lugares donde las vacas transitaban durante sus desplazamientos migratorios estacionales o en los que residían durante el verano, su existencia se atribuyó a esta causa. Tales motivos y explicaciones, hace 200 o 300 años, eran aparentemente lógicos y razonables, por lo que este tipo de fósiles se identificaron con las viejas marcas dejadas sobre el terreno, en la antigüedad, por el paso de los rebaños de vacuno, durante su trashumancia estacional y su estancia estival en los prados de alta montaña.


Fuentes

- Anónimo. Impronte di Megalodon. Museo Etnografico della Provincia di Belluno e del Parco delle Dolomiti Bellunesi:https://patrimonio.museodolom.it/items/show/3772 
- Anónimo. Anguana. Wikipedia: https://it.wikipedia.org/wiki/Anguana
- Anónimo. Una conchiglia chiamata "Zoccolo del diavolo" provincia de Bolzano Region de Trentino-Alto Adige. Adler resorts: https://www.adler-resorts.com/it/adler-lodge-alpe/unesco/368-53957.html
- Anónimo. (2011) Parchi naturali Alto Adige: Parco naturale Puez-Odle.  Editore: Provincia autonoma di Bolzano-Alto Adige. Regione Trentino-Alto Adige: http://www.provincia.bz.it/natura-ambiente/natura-territorio/pubblicazioni.asp?publ_action=300&publ_image_id=215206
- Jori, Francesco (2018)). Storia del Veneto dalle origini ai giorni nostri. Biblioteca dell'Immagine.
- Mornese, Michele (2010). L’uomo selvatico ci parla ancora. Lo sguardo di Massimo Centini. FORESTA, MITO, MESSAGGIO. FOCUS ARGOMENTI:  http://archivio.cai.it/fileadmin/documenti/Comunicati_Stampa_2010/Resoconti/Lo_sguardo_di_Massimo_Centini.pdf
- Schweiggl, Martin & Unterholzner, Leo (2011 ) Naturparks Südtirol. Naturpark Puez-Geisler. Herausgeber: Autonome Provinz Bozen-Südtirol Abteilung Natur und Landschaft Amt für Naturparke:
http://www.provinz.bz.it/natur-umwelt/natur-raum/publikationen.asp?publ_action=300&publ_image_id=215207
-Zenn (2022) Le anguane, le mitiche creature dei filò. Veneto storia, 19-03-2022 . https://www.venetostoria.com/?p=20378