Por Heraclio Astudillo Pombo. Universitat de Lleida
Los gigantes en los mitos y en la literatura de la antigüedad (2ª parte)
Posible origen de las creencias, antiguas y modernas, en humanoides gigantes (1)
Si se tienen en cuenta los relatos orales o escritos que describen las características corporales o las intervenciones personales de ciertos personajes míticos o legendarios, se puede comprobar que la creencia en la existencia de humanos o humanoides de gran tamaño, es una creencia universal e intemporal, pues ha existido en la mentalidad y en las tradiciones ancestrales de muchos individuos de muchas sociedades o culturas de todos los continentes y tal tipo de creencia se ha producido y mantenido en todos los tiempos, incluido el tiempo actual.
Una creencia de este tipo, tan primitiva como antigua, con bastante probabilidad, podría haber aparecido como consecuencia de la conjunción de algunas condiciones ambientales o hechos particulares, específicos para cada comunidad cultural humana. La creencia firme en la existencia de humanoides gigantes, estaría derivada de experiencias individuales y colectivas y de circunstancias locales, favorables a la aparición de ideas en torno a la certeza, la posibilidad o la probabilidad de que pudieran existir o haber existido personajes o seres semejantes a humanos, de enormes dimensiones y, por tanto, dotados de capacidades sobrehumanas.
Después de reflexionar sobre lo dicho anteriormente, creemos posible que las diversas circunstancias ambientales que pudieron ser favorables y estar relacionadas con la aparición de las creencias relacionadas con la existencia de gigantes humanoides podrían ser las siguientes:
1- Contemplación o avistamiento de verdaderos gigantes humanos.
La existencia excepcional e infrecuente de algunos individuos de talla extraordinaria, por estar afectados por dos tipos de anomalías fisiológicas que producen un desarrollo corporal exagerado, conocidas como gigantismo y acromegalia. A pesar de ser un fenómeno antropológico muy raro, que con frecuencia suele producir malformaciones, limitaciones y una vida corta a quienes padecen estas anomalías en sus formas extremas, pudo haber sido conocido, directamente, por algunas personas que luego darían testimonio de la existencia de hombres de talla gigante.
Una posible circunstancia de observación directa, de gigantes vivos, pudieron ser los hombres libres de excepcional tamaño, que habrían sido contratados como guardia personal de jefes de tribu, caudillos de coaliciones tribales, reyes, emperadores, etc. usados como impresionante barrera defensiva para proteger su importante persona en caso de intento de atentado personal, por parte de sicarios enemigos o pagados por potenciales conspiradores de su propia comunidad.
También ciertos cuerpos militares formados por mercenarios extranjeros de dimensiones anormalmente grandes, para constituir ciertos grupos de élite, usados en la guerra como fuerza de choque o como forma de impresionar y amedrentar, a distancia, a los hombres del ejército contrario, antes de entrar en combate.
Uno de los gigantes guerreros más famosos, de todos los tiempos, fue Goliat, cuya muerte vergonzosa, a manos de un muchacho, que con una sola pedrada de su honda de pastor venció al gigante enemigo. Este suceso legendario ha sido divulgado durante siglos por una narración del Viejo Testamento bíblico.
Imagen: David and GoliathEl mismo tipo de "trabajo" fue realizado por esclavos liberados, o no, procedentes de países lejanos, que fueron integrados en ese mismo tipo de unidades ofensivo-defensivas. En algunos escritos antiguos, a veces, se contaba que tales individuos procedían de ciertas regiones lejanas, en las que todos sus habitantes, eran gigantes y que todos presentaban sus mismas enormes dimensiones sobrehumanas.
Podría haber sido posible que pudiera haberse creído cierto que podrían existir otros individuos de la misma raza, aún, mucho más grandes en sus países de origen, reales o imaginarios.
La realidad es que el gigantismo verdadero es una enfermedad fisiológica con efectos anatómicos evidentes que producen una estatura anormalmente grande, dentro de unos limites. El gigantismo como la acromegalia son dos enfermedades del desarrollo humano, que aparecen como consecuencia de un desorden hormonal que afecta al crecimiento corporal de quienes lo padecen.
Individuo de 2,40 m. de altura real, afectado de gigantismo, extremo, junto a su esposa de talla normal. De acuerdo con el "Libro de los Récords de Rusia", Feodor Andreevich Makhnov sería la persona más alta en toda la historia y del mundo. Fue un ciudadano ruso, dedicado a exhibirse en espectáculos, por todo el mundo, utilizando diversos trucos de vestuario y escenario para exagerar su altura natural. En en la publicidad se afirmaba que medía de 2 metros 85 centímetros de altura y que su peso era de 182 kg.
Imagen: https://en.wikipedia.org/wiki/Feodor_Machnow
En la antigüedad, en algunos casos, estos hombres gigantes pudieron haber sido conocidos por medio de ciertas exhibiciones espectaculares, de tipo guerrero, como retos de enfrentamiento entre representantes de tribus vecinas, en competencia por el dominio de ciertos territorios o en litigio por el uso de ciertos recursos naturales, como pasos naturales, pastos o agua. En tiempos menos antiguos o modernos, ciertos espectáculos itinerantes especializados en la exhibición de curiosidades y rarezas humanas, que transitaban por multitud de poblaciones de diversas regiones y diferentes países, podrían disponer de una persona dotada con tales características. Espectáculos populares de tal tipo, no son una moderna atracción de feria del siglo XIX, puesto que se sabe que espectáculos similares ya existían en la antigüedad.
Cartel de propaganda de una única jornada de exhibición de Bob Wadlow, el muchacho más alto del mundo (2,72 m.). En la fotografía ilustrativa aparece junto a su padre (1,82 m.)
Imagen: Robert Wadlow
Ambas enfermedades producen, entre otros muchos síntomas, un crecimiento corporal desmesurado que cuando es descontrolado puede llega a ser descomunal. En los casos más extremos se suelen producir deformaciones corporales que suelen conducir a un grado variable de invalidez y con frecuencia a la muerte, prematura, de las personas que padecen gigantismo. Lógicamente los sepulcros y los esqueletos antiguos de los difuntos que hubiesen padecido este tipo de anomalías, tendrían unas dimensiones anormalmente grandes, en comparación con los de los individuos de talla normal.
Hoy día sabemos que, además de las instrucciones genéticas, la mala o buena alimentación de una comunidad determinada, influye en la talla media de la población, siendo más altos los individuos de las comunidades bien alimentadas que aquellos de las sociedades mal alimentadas.
El gigante ucraniano Leonid Stadnyk (1970-2014) fotografiado en el interior de su granja, hacia 2007. Fue un hombre que afirmaba medir 2,57 m., aunque la evidencia fotográfica sugiere que no medía más de 2,31 m. Stadnyk murió a la edad de 44 años, el 24 de agosto de 2014, a causa de una hemorragia cerebral Imagen:
Tal vez, el testimonios de algunas personas que habían conocido y observado directamente a humanos, vivos o muertos, afectados de gigantismo, sus esqueletos dentro de sus sepulcros o tumbas, cuando explicasen sus vivencias, a otras personas, exagerasen más o menos, las verdaderas dimensiones de unos u otros. Contribuyendo con sus narraciones a crear el mito de los gigantes, partiendo de la observación de hechos reales, pero luego magnificados de forma involuntaria o voluntaria, por su afán de protagonismo o por una memoria infiel tendente a fantasear.
2- Contemplación o avistamiento de representaciones antropomorfas colosales
Es muy probable que algunos antiguos navegantes del océano Pacífico que pasaran a cierta distancia de las costas de la isla de Pascua o Rapa Nui (Chile), percibieran, entre la neblina, las siluetas de los gigantescos "Moais". Es posible que algunos de aquellos antiguos navegantes pudieran haber interpretado las siluetas de aquellas enormes esculturas humanoides como un grupo de isleños gigantes que vigilaban el mar para detectar embarcaciones forasteras y proteger a los habitantes de la isla de posibles visitantes con malas intenciones. Hilera de moais, esculturas humanoides monumentales cuya función y representación social, actualmente nos resultan desconocidas pero que debieron ser importantísimas en razón del colosal esfuerzo invertido en esculpirlas, trasladarlas y erigirlas Imagen: Cooperativa.cl
También sería posible que la existencia de esculturas, relieves, pinturas murales y grabados rupestres, representando individuos de aspecto humanoide, de dimensiones colosales, en diversos lugares del mundo, ya abandonados por sus pobladores originales cuando fuero descubiertos, pudiera haber inducido a creer en territorios de gigantes. Pues ciertas personas supersticiosas y crédulas, llegadas desde muy lejos, pudieran haber interpretado literalmente aquellas representaciones, creyendo pudieran ser figuras realizadas a una escala real, natural o proporcional, mostrando el aspecto y la gran talla de algunos o de todos los habitantes del lugar, y por lo tanto, que, antaño, aquel territorios hubiera estado habitado por gigantes.
Reproducción de la antigua gigantesca estatua, hoy desaparecida, de la diosa Atenea Partenos, esculpida por Fidias. Sobre el pedestal, un hombre sirve como elemento de referencia de las verdaderas dimensiones de la escultura de la diosa griega.
Imagen: La Atenea Partenos de Fidias
Imágenes de formas claramente humanas pero muy sobredimensionadas, aparecen decorando ciertos lugares considerados por la comunidad social como muy especiales y muy importantes. En unos casos se trata de lugares cargados de significado simbólico, que pudieron estar dedicados al uso sagrado, destinados a establecer comunicación con ciertos seres míticos de capacidades sobrehumanas, a veces considerados como divinidades de la comunidad.
En muchas representaciones esculturales o murales, de la antigüedad, la figura de los gobernantes del máximo nivel, se representaba más o menos sobredimensionada, respecto a los de rango inferior. Era una forma alegórica de representar de forma ostensible su poder ejecutivo personal de tipo político, militar, económico y religioso, de manifestar la grandeza de su patrimonio, el alcance de su influencia social, o sus supuestos vínculos celestiales, etc.
Bajorrelieve egipcio representando al faraón Ramsés II, supuesto rey-dios, con talla de gigante, sosteniendo por los cabellos a tres guerreros hititas, apresados durante la batalla de Kadesh. Imagen: Ramses II, relief from memphis 2 https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Ramses-ii-relief-from-memphis2.png
Tales tipos de obras magnificadoras de la forma humana de los gobernantes, otras veces tenían una función social y política, ya que su finalidad era puramente propagandista o puramente megalómaniática. Estando dedicadas a publicar y promocionar el pretendido valor, bravura, magnificencia y poderío del gobernante que las había hecho construir. Generalmente se hicieron erigir para satisfacer el egocentrismo del patrocinador, impresionar a sus súbditos, empequeñecer y humillar a sus competidores e irritar a sus enemigos.
3- Contemplación o avistamiento de construcciones ciclópeas.
El descubrimientos, ocasional, en algunos lugares aislados, lejanos o difícilmente accesibles de ciertos
tipos de construcciones antiguas, levantadas con descomunales bloques de piedra, indujo a creer que tenían que haber sido construidas por individuos dotados de capacidades sobrehumanas.
Druidas y neopaganos, actuales, reunidos el día del solsticio de verano de 1984, en el interior del reconstruido observatorio astronómico circular, de origen prehistórico, de Stonehenge construido con gigantescos bloques de roca, hace 4000 años, cerca de la actual localidad de Amesbury, condado de Wiltshire, Reino unido. Se puede observar que está formado por un conjunto organizado de descomunales bloques monolíticos.
Imagen: Stonehenge
Parece ser que la atribución más razonable, en tiempos antiguos, fue la de suponer que los constructores que debieron haber tallado, transportado y levantados aquellos enormes bloques de piedra tenían que ser gigantes. Tal suposición determinó que, antiguamente, a este tipo de obras se las denominase "ciclópeas", aludiendo a unos seres gigantes míticos: los cíclopes. En tiempos modernos y menos míticos, se las denominó construcciones megalíticas, aludiendo no a los hipotéticos constructores sino a las enormes dimensiones de los bloques de piedra usados.
Grupo de estudiantes de educación secundaria, posando delante de la "Naveta des Tudons". Una construción ciclópea, existente en la isla de Menorca, realizada con enormes bloques de piedra caliza. Compárese el gran tamaño de muchos de los bloques de la construcción.
Imagen: Camp d'Aprenentatge es Pinaret
4- Contemplación de grandes osamentas de animales extintos.
En la antigüedad, los hallazgos casuales o intencionados de restos óseos de muy grandes dimensiones, indujeron a creer que pudieran haber pertenecido a a algunos de los seres gigantescos que cuyas andanzas eran descritas por su propia mitología. En algunos casos llegaron a ser identificados con ciertos personajes legendarios, de tamaño y capacidades sobrehumanas que eran mencionados con su nombre propio en los mitos fundacionales de la propia cultura.
Aspecto curioso y sorprendente del esqueleto de un elefante de mediano tamaño, cuando es reconstruido, en posición bípeda. Se puede ver como adquiere un aspecto y unas dimensiones que contemplados con los ojos de los antiguos y supersticiosos descubridores, hace 3000 años, habría pasado a convertirse, en los supuestos restos de un auténtico gigante humanoide. Se trata de un sencillo montaje con juguetes anatómicos infantiles, muy elemental pero muy didáctico de Adrienne Mayor, para demostrar una hipótesis arqueológica suya.
Imagen: Archaeology Magazine
En unas ocasiones se consideró que los huesos encontrados eran los auténticos despojos de enormes monstruos o de gigantes enemigos de los dioses y de los hombres. Otras veces se creyó que eran los huesos de unos gigantes amigos de los dioses y los hombres y, hasta se les llegó a asociar con los restos mortales de antepasados heroicos, protagonistas de ciertas leyendas épicas de la propia comunidad étnica.
Cartografía de la distribución geográfica de los antiguos hallazgos de "huesos de gigantes y héroes" mitológicos, según A. Mayor en The firts fossil hunters (2000)
Imagen: Foro chileno CC.OO.
Parece ser que en la antigüedad clásica por toda la Cuenca Mediterránea, se hallaron las ruinas de algunos enormes sepulcros, conteniendo huesos gigantescos, supuestamente, pertenecieron a héroes legendarios. Pretendidamente muertos en sucesos violentos, tales como combates, asesinados alevosamente o enfrentados a monstruos, sucedidos décadas o siglos antes. Tales huesos fueron hallados en pleno campo o en la costa, de forma portentosa, recogidos respetuosamente, piadosamente transportados y luego devotamente depositados con gran pompa fúnebre en sus recién construidas gigantescas tumbas. La explicación a tales tumbas y huesos estaría en la invención del culto religioso a los antiguos héroes y la abundancia de restos de megafauna terciaria dispersa por toda la zona de cultura griega que de forma supersticiosamente errónea fue interpretada como reliquias heroicas.
Reconstrucción, a partir de un enorme esqueleto, hallado en el interior de una caverna, del supuesto aspecto humano que debió tener en vida con sus 9 m. de altura. Abajo a la derecha, comparación entre los tamaños relativos de humanos y gigantes bíblicos. Según Athanasius Kircher en "Mundus subterraneus" (1664)
Imagen: Gigantes míticos
en el Como los hallazgos de este tipo de
construcciones pétreas y de restos óseos de grandes dimensiones se
produjeron, a lo largo de todos los tiempos, antiguos, y en todos los
continentes, no es extraño, que la mentalidad humana, primitiva o
precientífica, creara unos personajes en consonancia con sus creencias y
sus observaciones.
5- Narraciones míticas o legendarias sobre enfrentamientos con gigantes, en tiempos remotos
La
mitología y el folclore de todas las culturas, de todos los
continentes del mundo, y de todas las épocas históricas, ha recogido y
conservado muchas de las primitivas creencias y concepciones sobrenaturalistas,
imaginadas por algunas personas tant fantasiosas como supersticiosas para dar respuesta a preguntas
inquietantes sobre hallazgos misteriosos. Las explicaciones míticas o
legendarias aparecieron de forma "natural" al intentar encontrar una
explicación comprensible y satisfactoria para los conocimientos y
mentalidad de sociedades muy poco avanzadas racional y científicamente.
Ilustración de una fábula germánica, representando, en primer plano, un gigante constructor, cargando una gran piedra con la que pretende levantar una construcción megalítica. Al fondo, otros gigantes, como causantes de desprendimientos de grandes rocas, en la parte alta de un acantilado...
Imagen: Lernkiosk
La falta de
conocimientos biogeográficos, etnográficos, arquitectónicos, arqueológicos y paleontológicos, de los
que carecían aquellas personas antiguas, con los que poder entender,
racionalmente, los hechos observados, por distas personas, en distintos lugares y en
distintas ocasiones, condujo a la lógica asociación irracional de distintos tipos de
observaciones. Mediante la invención de una teoría explicativa, sencilla
y global, que permitiera relacionar todos los fenómenos conocidos, directa o indirectamente: las personas gigantes, las antiquísimas
construcciones ciclópeas, de origen ignorado, las representadciones antropomorfas magnificadas, y los grandes huesos de
naturaleza desconocida.
Imaginar
explicaciones coherentes, con muy pocos recursos intelectuales, sobre
cómo podrían ser, realmente, los seres representados en gran formato, o
porqué existían algunas personas que alcanzaban una talla muy superior a
la normal, o quiénes habían podido levantar enormes construcciones con
grandísimos bloques, o a quiénes pudieron
haber pertenecido los enormes huesos que afloraban en el terreno de
ciertos lugares... condujo a la invención de los correspondientes mitos
generales o universales y de las lógicas leyendas particulares y
locales.
“Odiseo en la cueva del gigante Polifemo”; pintura de Jacob Jordaens, s. XVII. Se puede apreciar que la estatura del gigante es casi el doble de la altura de los humanos, se le suponía una altura de unos 2,5-3 m.
Imagen: Polifemo
Con el paso del tiempo, la astucia manipuladora de ciertas élites convirtió mitos y leyendas, cuentos y fábulas en verdades históricas aceptadas acríticamente por la credulidad e ignorancia de la mayor parte de la población acabaron por convertirse en referentes fundamentales de creencias y prácticas religiosas, antiguas y modernas.