domingo, 13 de diciembre de 2015

Folclore paleontológico italiano (2)

Heraclio Astudillo-Pombo. Universitat de Lleida


Fósiles relacionados con algunas tradiciones populares sanpaulinas, en Italia (2)


 Una bolsita de curandero "sanpaolaro" con un contenido problemático (2ª parte)

Con la publicación de Una bolsita de contenido problemático, el pasado 1 de junio de 2015, se daba entrada, en este blog, a un nuevo ámbito geográfico de la etnopaleontología europea. Se iniciaba la presentación del folclore paleontológico italiano, a l@s seguidores/as y a l@s lectores/as ocasionales de GLOSSOPETRAE. 

Se presentaba el caso de una misteriosa bolsita de piel, con un contenido muy particular y bastante sorprendente, por el hecho de estar formado casi enteramente por objetos de origen paleontológico y porque, además, estaban vinculados al curanderismo mágico-religioso, en las zonas rurales de las áreas central y meridional de la península italiana, durante el s. XIX. 
El propietario de la bolsita y usuario de los objetos que ella contenía, seguramente, debió ser uno de aquellos curanderos ambulantes autoproclamados protegidos de san Pablo Apóstol que además eran encantadores y manipuladores de serpientes y a los que se denominaba "sanpaolaro" por estar relacionados con la devoción a "san Paolo". Su trabajo mágico-sanitario, muy especializado, estaba relacionado con la defensa contra la penetración, los ataques y la expulsión de todo género de animales venenosos y, muy especialmente, contra las serpientes venenosas y la sanación de sus mordeduras. 

Fotografía que ilustraba el artículo de Nello Blancato "Paolo Giliberto, ossia, Paulu u ciaràulu", sobre los curanderos sicilianos serpentarios, con el siguiente pie de foto: "Paolo Giliberto con il "suo" colubro"
ImagenDalla terra dei Santoni

Los ya comentados curanderos sanpaolari que realizaban exhibiciones con serpientes venenosas, a las que había roto la punta de los dientes inyectores de veneno, con inofensivas culebras y con otros reptiles y anfibios  supuestamente ponzoñososcompartían algunos rasgos profesionales y funciones sociales, con otros tipos de charlatanes engañabobos que actuaban de forma semejante. Unos eran los serpari, de Cocullo y los otros los llamados cirauli sicilianos. Todos ellos ejercieron su oficio en las zonas rurales de toda Italia central y meridional, hasta bien avanzada la segunda mitad del siglo XX, actuando como conjuradores de animales venenosos, especialmente reptiles, y sanadores de personas afectadas por ellos.

Sobre los posibles usos específicos de algunos objetos fósiles que no solían estar relacionados con el folclore mágico-sanitario, más típico de los curanderos sanpaolari

La relación credenciaria entre ciertos tipos de dientes fósiles de varias especies de peces hallados en la isla de Malta y el complejo mítico-ritual de san Pablo apóstol, a los que según su forma y tamaño se les denominaba de forma apropiada, ha sido comentada por diversos investigadores del tema, desde el s. XVI, y es ampliamente conocida. A los dientes de varios géneros de tiburones, si eran grandes y anchos, se les llamaba, vulgarmente, "lingua di san Paolo" (lengua de san Pablo) o "lingua di serpente" (lengua de serpiente) cuando eran más pequeños y estrechos. Además, a los dientes palatales fósiles de los peces del género Lepidotes, popularmente, se les llamaba "occhio di serpente" (ojo de serpiente).

Lo que a continuación se pretende mostrar y argumentar es qué tipo de relación con el complejo mítico-ritual de san Pablo apóstol, pudieran haber tenido los otros objetos fósiles contenidos en la bolsita, supuestamente, de un curandero sanpaolaro. Se buscará la manera de encontrar las relaciones, más probables, de los citados objetos atípicos, con el complejo mítico-ritual de san Pablo a partir de los amplios conocimientos de que se dispone,  actualmente, sobre el folclore paleontológico italiano y europeo. 


Los objetos que han sido estudiados e interpretados 
etnopaleontológicamente en este trabajo aparecen encerrados en unos recuadros rojos. 
En esta imagen, aparece ea la izquierda, la bolsita de piel, con su anilla de bronce en forma de serpiente para cerrarla y a su derecha todos los objetos mágico-milagrosos contenidos en ella.  Arriba a la izquierda el paquetito de papel, conteniendo arcilla, en el centro el fragmento de "pietra stellaria" y a su derecha un fragmento de espira del molde interno de un gasterópodo fósil. Abajo a la izquierda un fragmento de un rostro de belemnites, a la derecha, dos dientes fósiles de tiburón de un tipo particular.
Imagen: A partir de un recorte de pantalla, manipulado, de la lámina V, en Tra bambini e acque sporche

1º- El paquetito de papel blanco que contiene fragmentos de arcilla de color gris azulado claro. 

En el contexto en el que se halla inmerso, sólo puede representar a la llamada "Gracia" de san Pablo (Grazia di san Paolo), que era una especie de tierra o piedra blanda, arrancada de las paredes de una cueva en la isla de Malta, atribuida por la tradición como primitivo refugio del santo durante su estancia en la isla, tras su naufragio y la picadura de la víbora maltesa. Seguramente no se trata de verdadera "Gracia" original de Malta que se compone, casi exclusivamente, de carbonato de calcio puro (Zammit-Maempel G. 1975a: 92) y que es descrita, universalmente, como de color blanco:
"Esta tierra o piedra Melitea, ò Melitense comúnmente llamada Gracia de San Paulo se encuentra en la Isla de Malta en la Gruta denominada de San Pablo [...] es de color blanquísimo, suave, jugosa, fácil de romper y se pega a la lengua [...] (Passera F. 1688: 224).
"Se dice que la tierra de Malta es una clase de piedra de Malta, es de color blanco, con consistencia de piedra blanda, arenosa, cruje entre los dientes como el azúcar y se usa molida en forma de polvo blanco [...]" (Imperato, 
F. 1599: V, 149).

Cubierta de un librito titulado "Seals of medicinal terra sigillata melitensis and pauline traditions in Malta" que trata sobre las variadas virtudes y múltiples usos, medicinales que antiguamente se dio a cierto tipo de margas maltesas. 
Como ilustración de la cubierta, una fotografía del bajorrelieve estampado sobre un bloque, prensado, de marga melitense, destinado al uso médico. El relieve actuaba como certificado que garantizaba la autenticidad de la naturaleza y el origen del producto.
Imagen: I love books

Como ya atestiguaba el médico romano Girolamo Mercurio, a inicios del siglo XVII, muy a menudo, los sanpaolari vendían de manera fraudulenta tierra y dientes fósiles de peces "de san Pablo", a un precio elevado y sobre cuyos supuestos orígenes malteses, existían muchas y serias dudas de veracidad:
"Venden otras tierras de aspecto semejante a aquella, y hasta pedazos de cal, con gran perjuicio para la gente pobre e ignorante, que cuando resulta mordida por alguna serpiente venenosa, creyendo que serán sanados por la “tierra de San Pablo”, la usan sin recibir ningún otro tipo de ayuda, privándose del beneficio de otros remedios verdaderos que hubieran podido salvarles la vida, ya que luego carecían del dinero que habían malgastado antes" (Mercurio G. 1603: 280).

"San Pablo sacude la víbora que le muerde en el fuego".  Grabado en madera de Bernard Salomon (1510-1561), ilustración de la Biblia Sacra (Lyon, 1558). Arca Artium Collection, Hill Museum & Manuscript Library, Collegeville, MN.
Imagen: St. Paul's Shipwreck

En nuestro caso, es probable que el contenido del paquetito, sólo sean escamas de arcilla en la que estuvieron incluidos algunos fósiles típicos de tipo sanpaulino, como la que se podía recoger en muchos lugares de la Europa central y meridional, en los que no se daba valor alguno a la tierra ni a los fósiles por no ser de la isla de Malta. En Malta, a cualquier tipo de arcillas fosilíferas por el hecho de contener en su seno o haber contenido dientes fósiles de tiburones (lingue) y de lepidotes (occhi) se las creía impregnada de la misma virtud protectora, antivenenosa, ya que "participaban" del poder preventivo y curativo, que era atribuido a los mismos fósiles sanpaulinos: las lenguas de serpiente (lingue di serpentey a los ojos de serpiente (occhi di serpente) por el hecho de creer que eran auténticos restos de las serpientes maltesas que, supuestamente, habían resultado petrificadas de forma milagrosa por la maldición de san Pablo a la víbora que le mordió la mano y a todos los animales ponzoñosos de la isla.


2º- El fragmento del molde interno de la concha de un gran gasterópodo fósil 

O, tal vez, del molde interno del tubo calcáreo, curvado o acodado, de un gran gusano marino de tipo serpúlido o quizás de un teredo gigante, del género Kuphus (Teredinidae), podría estar relacionado con el complejo mítico-ritual de san Pablo, muy fácilmente debido a una confusión popular al haber hecho una interpretación mítica del resto fósil.  


Grabado de Agostino Scilla para su libro "La vana speculazione disingannata dal senso" (1670). Mitad inferior de la Lámina: XII. 
Fig. II. Piedra de Malta con un estuche adherido, del que queremos decir que se trata del caparazón de gusano marino, llamado por el vulgo ‘Serpe petrificato
Fig. III. Estuches de gusanos marinos que en una gran cantidad y con estravagantísimas formas, están adheridos en las rocas, bajo el mar, en el puerto de Messina.
Imagen: La vana speculazione disingannata dal senso

La creencia supersticiosa de que un trozo de piedra con aspecto de fragmento serpentiforme pudiera ser un pedazo de una auténtica "serpiente petrificada" milagrosamente por el patrón de la isla. Testimonio pétreo de aquellas que, milagrosamente, fueron transformadas en piedra por una maldición de san Pablo, en el mismo instante en que el santo, tras ser mordido por una víbora, en la mano, la maldijo a ella y a todos los animales venenosos de la isla de Malta (Scilla, A. 1670:166; Zammit-Maempel G. 1989: 11). 


3º- El rostro fósil de belemnites 

Inicialmente y 'a priori', al intentar relacionar el belemnites con el complejo mítico-religioso asociado con san Pablo, se plantearon importantes problemas de relación y de interpretación por la ausencia absoluta de casos equivalentes en ningún documento
Este tipo de fósiles es mencionado por Plinio en su Naturalis Historia (Plinio G. S. 1982-1988: XXXVII, 61, 170) donde los denominaba "Dattilo Ideo" (dedo de Ida) y escribía: " [...] los “dedos de Ida”, se asemejan al pulgar humano, son de color de herrumbroso y se hallan en Creta" . Pero el naturalista romano no mencionaba que estas piedras tuvieran ninguna virtud especial, ni uso terapéutico. 
En cambio Michael Pselo el Joven, un polifacético asesor de la realeza y la aristocracia de Bizancio y prolífico autor bizantino, del siglo XI, tomando la descripción de Plinio, lo recomendaba, vivamente, como remedio para proteger las concepciones de herederos legítimos. Pero, no proporciona ninguna indicación sobre sus posibles usos en la medicina de la época:
"El llamado Dedo de Ida se origina en el monte Ida de Creta y se asemeja, en la forma, a un dedo pulgar, mientras que la apariencia es como de hierro. Esta piedra es la más bella de todas las piedras pues facilita que la procreación llegue a término cuando las uniones han sido las correctas, y en cambio arruina aquellas concepciones que son producto de uniones injustas e ilegales." (Citado por Mottana A. 2005: 254).

Representación gráfica en la que se ha representado la intervención divina en la concepción de una criatura por parte de una pareja legal. Ilustración del  Traité divers, Paris, ms 5206, folio 174 (siglo XV), titulada "Une procréation assistée par le Ciel"
Imagen: Sexo en la Edad Media

En relación con la sexualidad humana, en ciertas regiones europeas, a los belemnites, debido a su forma fálica, se les atribuyó algún tipo de influencia mágica sobre la capacidad reproductiva, con imaginarios efectos fecundantes, pues se les suponía la virtud de favorecer la potencia viril, masculina y de estimular la apetencia carnal, femenina. 

En el caso del uso reproductivo dado a los belemnites por los bizantinos, la gran novedad sería su uso como amuleto reproductivo de efectos variables, como fecundante, contraceptivo o abortivo, según las condiciones morales de cada pareja. Se creía que aquella mágica piedra fálica podía ejercer, como juez y partera en unos casos o como juez y verdugo en otros, según si los "acoplamientos" humanos, puestos bajo su mágico influjo, resultaban aceptables o inacptables, según las normas morales o legales de la comunidad bizantina.  Se creía que la presencia de la piedra en la proximidad de la pareja, puesta bajo su mágica tutela, podría  determinar que las concepciones resultasen viables o inviables y por tanto controlar la capacidad reproductiva de las parejas tuteladas.

Rostro de Belemnites de aspecto acaramelado, del tipo de fósiles que fue considerado como orina petrificada de lince y con diversas virtudes protectoras para sus poseedores. Fotografía de Slawomir Kowalczyk
Imagen: "
Creencias de Masuria"  https://gizycko.bialystok.lasy.gov.pl/wydarzenia/-/asset_publisher/1M8a/content/wierzenia-mazursk-2 

En la época 'moderna', en la literatura médico-naturalista de toda Europa, se encuentran referencias a diversos usos de los belemnites, siendo recomendados con diversos fines terapéuticos. Las referencias más cercanas, geográficamente, provienen de algún lugar de los alrededores del Mar Negro:
"El belemnite, o sea, el verdadero Dedo de Ida [...] cuando es roto, muestra internamente que tiene un centro del que parten radios hasta el borde de la circunferencia,  formando como una especie de estrella radiante [...] vi esta piedra en el Mar Mayor [sinónimo del Mar Negro]; donde un marinero trataba una herida con sus raspaduras [...] ya que, sin mucha dificultad, el cuchillo  desprende una raspadura blanca y fina como harina, mientras tanto, se desprende un olor como de cuerno quemado [...] 
Tomado el polvo por vía oral, ayuda de maravilla, a expulsar las arenillas por medio de la orina." (Arnobio, Cleandro, 1670: 154-156).

Sobre usos terapéuticos de ciertos tipos de rostros de belemnites, translúcidos y de tonalidad anaranjada, de aspecto acaramelado, en la Europa central, medieval y renacentista, véase lo dicho en la entrada del 6 de mayo de 2014  en la que se trató sobre las denominadas “piedras de lince” (Luchssteine) y sobre el "Lincurio" (Lyncurien)

Aunque según relataba Cleandro Arnobio, pseudónimo de Giovanni Battista Ardemani, el uso terapéutico de los belemnites parecía estar bastante arraigado, en los alrededores del Mar Negro, sin embargo, no cita ningún caso italiano. Buscados en Internet, no parece haber constancia documental sobre su uso en la medicina popular italiana de su época ni se han encontrado citas sobre su uso con finalidad preventiva antiofidica, ni con función terapéutica  antivenenosa y tampoco, se han encontrado referencias a que los rostros de belemnites hubieran formado parte del arsenal mítico-ritual de los curanderos sanpaolari

Existe, no obstante, una posibilidad de que los rostros de belemnites pudieran haber estado relacionados con el complejo mítico-ritual de San Pablo,  aprovechándodose los curanderos del desconocimiento que debería existir en la población del centro de Italia sobre las características de los verdaderos bastoncitos de San Pablo (bastoncini di san Paolooriginarios de la isla de Malta, donde eran bien conocidos y venerados por los crédulos católicos isleños.
Dibujo, representando el aspecto de una pastilla de "terra sigillata melitense", de 25 mm. de diámetro y de un dracma de peso aparecido en el Museo de Olaus Worm. Además de como medicamento también fueron usadas como amuletos, supuestamente con efecto protector contra animales venenosos y venenos. 
En la parte anterior se había impreso en bajo relieve al prensar la arcilla un busto que representa a san Pablo sosteniendo un bastón en el que aparece enroscada una serpiente, recuerda bastante a Esculapio,. En la parte posterior aparece impresa la cruz de Malta.
Imagen: recorte de pantalla en Archivum Melitense 7

Aunque en la iconografía católica, tradicional, habitualmente se ha representado a san Pablo con una espada en la mano, en algunos amuletos malteses se le ha representado con un bastón en el que aparece enroscada una serpiente. La asociación supersticiosa: san Pablo-bastón-serpiente-veneno, habría podido transferir virtudes antiofídicas y antivenenosas al bastón del santo patrón de la isla. (Stilon, A. 1926: 98)

Tal vez las grandes espinas fósiles de algunos géneros de erizos marinos debido a su forma general y ornamentación, hubieran podido ser comparadas con reproducciones de bastones de mando o de cetros reales y haber sido asociadas a san Pablo y a su poder protector contra las serpientes y los venenos.

Grabado de Agostino Scilla para su libro "La vana speculazione disingannata dal senso" (1670). Mitad inferior de la Lámina  XXIV. Fig III y Fig IIIbis y detalle A, de la Fig. II:   Espinas de erizo marino, petrificadas, llamadas por el vulgo, en Malta,  'Bastoncini di S. Paolo
Imagen: La vana speculazione disingannata dal senso

A partir de la reproducción gráfica de los bastoncini di san Paolo realizada por Agostino Scilla 1670, algunos autores han pretendido identificar los géneros de erizos marinos fósiles que serían los portadores y generadores de las espinas fosilizadas que habían sido integradas en el folclore médico maltés e italiano, desde tiempos relativamente antiguos.

En el Dizionario Universale della Lingua Italiana (Bognolo, M. 1839: 669), se dice que los denominados "Bastoncini di san Paolo" es el "Nome volgare delle spine fossili o impietrite del riccio marino detto da Aristotele: Echimetra pelagia)..... 
En la colección o Museo de Ulisse Aldrovandi, aparecen identificadas como “bastoncini di San Paolo”, ocho radiolas fósiles del equinodeo Plegiocidaris coronata (Sarti, C. 2003: 211)
Según Wright (1855) se trataría de espinas del equinido cidaroide Stylocidaris melitensis. Parkinson (1833) asigna una identidad semejante. Citados por  Christopher Duffin (Duffin,  2006: 270).

Como los rostros de belemnites, aunque fuesen ejemplares de pequeño tamaño y especies de figura grácil, guardan una escasa semejanza con las grandes y esbeltas espinas fósiles de aquellas especies de erizos de mar que en Malta y en Italia eran  llamadas, vulgarmente, bastoncillos  de San Pablo (bastoncini di san Paoloque como otros muchos tipos de fósiles, eran asociados con el santo patrón de la isla por los supersticiosos isleños (Scilla, A. 1670:168;  Zammit-Maempel G. 1989: 7.) Se puede pensar que todo podría fundamentarse en un posible engaño intencionado.  Si a esta suposición se le añade la mala fama que acompañó a los sanpaolari u "hombres de San Pablo" (uomini di san Paolo), entre las personas cultas y racionalistas que los acusaban de ser unos tramposos redomados y unos despiadados engañabobos, entonces no sería nada sorprendente que los curanderos  sampaolari hubiesen sustituido, en su botiquín, particular, los típicos y auténticos bastoncitos de San Pablo, originarios de Malta, por unos sucedáneos fósiles apropiados, más fáciles de obtener y reponer, en su zona habitual de trabajo: los rostros fósiles de pequeños belemnites.


4º- Los dos dientes de tiburón más cortos, estrechos y recurvados. 

El mayor de ellos, con apenas una parte de la raíz, es un diente fósil de tiburón de la especie Misrichthys stromeri y el diente fósil de tiburón, más pequeño, es de la especie Odontaspis macrota. Ambos al ser relativamente estrechos, agudos y recurvados tienen forma de cuerno, razón por la que, tradicionalmente, han formado parte del arsenal terapéutico de las dos clases de curanderos rurales italianos relacionados con las serpientes, los sanpaolari y los cirauli. Quienes, tradicionalmente, los habían hechos pasar por auténticos cuernecillos de la víbora cornudacerastes (Cerastes cerastes), cuando los usaban en sus rituales mágico-curativos y exorcismos (Pogatscher, H. 1898):
"Cerastes es una serpiente que tiene en la cabeza dos cuernecillos negros; vive en Etiopía, en cuyas zonas cálidas, esconde su cuerpo bajo la arena, enteramente, desde donde acecha el paso de las personas distraídas para emponzoñarlas por los pies con sus cuernecillos venenosos" (Citado por Sacchetti, F. 1938: 231).

Típica postura de la víbora cornuda del desierto (Cerastes cerastes,), relajada y en reposo, semi-enterrada en la arena. Fotografía original de Holger Krisp
Imagen: Wikipedia

Muchos autores  antiguos, habían relacionado determinados tipos de dientes fósiles de tiburones (glossopetrae), cuando eran pequeños y estrechos,  con los "cuernecillos" que las víboras africanas del desierto, denominadas cerastes, tienen sobre los ojos. 
Algunos crédulos autores católicos consideraron los supuestos "cuernecillos petrificados de víbora" como reliquias verdaderas que atestiguaban la mítica destrucción de las serpientes venenosas de la isla de Malta,  realizada de forma instantánea y milagrosa por San Pablo, tras su naufragio:

"....otras (Glossopetras) son pequeñas como una lengua de pájaro, torcidas, estrechas y con una punta afilada,  son llamadas "lingua avis" por la semejanza que tienen, pero otros las llaman Ceruste (sic.)  ò Cuerno de serpiente (Corno di Serpe)(Moscardo, L. 1656: 137).
 "Esta piedra que en Italia es, comúnmente, llamada diente de lamia (dente di Lamia) [...] a las más pequeñas, torcidas, estrechas y agudas se las llama Ceraste, en Italia y en Portugal, es decir, cuerno de serpiente (Corno di Serpe) [...](Arnobio, Cleandro. 1670: 149).
"Aquellos ("dente di Lamia") que son cortos, agudos y estrechos son llamados Ceraste  en Italia y en Portugal, es decir, cuerno de serpiente (Corno di Serpe[...]" (Gimma, G. 1730: II, 220-222). 
"Aquellas (Glossopetras) que son cortas, agudas y estrechas, son llamadas Ceraste en Italia y también en Portugal, es decir, Cuerno de Serpiente (Corno di Serpe)"(Robbio, G. 1824: 252)

No sabemos si el nombre culto "ceraste" se mantuvo en uso, a lo largo de los siglos XVII, XVIII y XIX o es que los diferentes y sucesivos autores, copiaban literalmente los textos de sus antecesores, sin realizar trabajo de campo...

A los supuestos cuernecillos serpentinos, se les atribuyeron diversas virtudes antivenenosas específicas:
"La misma propiedad de sudar, en presencia de veneno, que tienen las glossopetras [...] la tienen algunos cuernecillos de la serpiente Ceraste de lo que escribe Pietro d’Ebano Conciliatore en el Libro de los Venenos, dice que a tal efecto los principes europeos han utilizado los "cornetti del serpente Ceraste" para adornar los mangos de los cuchillos que tienen en su mesa [...]" (Citado por A. Bacci 1587: 103).

“He visto muchas veces ciertos cuernecillos, como picos ò uñas de pájaros, de color gris o rojizo claro, muy brillantes, que son llamados por el vulgo cuernecillos de serpientes (Cornetti di serpenti) [...] Que luego me los he encontrado unidos a “bolos” (erizo de mar fósil) y he pensado en que pudieran ser dientes petrificados de peces. La gente común cree que en la presencia de veneno se ponen a sudar. Nunca he escuchado decir, en Roma, que un Gentil hombre tomase esto por 'verdad. Lo que sí puede creerse es que por ser muy lisos y duros cuando reciben el vapor venenoso sin poder absorverlo, se hace visible, al igual que hace el espejo” (Arnobio, Cleandro. Tesoro delle Gioie 1670: 175).

En la colección de amuletos italianos, de Giuseppe Bellucci hay otro supuesto "cuerno de cerastes" del que en su ficha aparece escrito lo siguiente:
"(Ejemplar 2360 B) Tubérculo radical de diente fósil de tiburón; el pequeño diente ganchudo que suele estar unido a este tubérculo, se rompió, desprendió y extravió después de su adquisición e ingreso en la colección, se usaba como amuleto." 

"Este tipo de amuleto era conocido con el nombre de cuernecillo de serpiente (cornetto di serpente) nombre popular equivalente al culto cerastes, usado por los autores antiguos.  Era costumbre popular y tradicional colgarlo del cuello a los niños lactantes, mediante un cordoncito, para que quedaran protegidos contra las infecciones de lombrices intestinales. Procedencia: Castiglione del Lago" (G. Bellucci, 1881: IV, 119).

El uso de ciertos tipos de dientes fósiles de tiburón, llamados cuernecillo de serpiente, como vermifugo, en los tratamientos de desparasitación de lombrices intestinales, durante la segunda mitad del siglo XIX, está ampliamente documentado. Igualmente está documentado el uso protector de dientes fósiles de tiburón, llamados cuerno de cerastes, durante el siglo XVIII, con la finalidad de proteger a las personas contra el contagio en las epidemias de fiebres malignas (posiblemente, f. tifoideas) y de viruela y, también, para proteger a los niños pequeños contra las infecciones de lombrices intestinales (Gimma G. 1730: II, 222). Por lo tanto, se creía que gozaban de las mismas virtudes antivenenosas que otros amuletos tradicionales, como las glossopetras y lenguas de serpiente, pero que además incluían la prevención permanente de la oxiuriasis infantil o la cura definitiva en caso de infestación


5º- El fragmento de "pietra stellaria" (piedra estrellada) 
En el interior de una bolsita de sanpaolaro, la presencia de una "pietra stellaria" (piedra estrellada) también conocida como "pietra stregonia" (piedra contra las brujas), se podría justificar debido a uno de sus usos más tradicionales y extendidos, como amuleto de protección infantil con finalidad antihelmíntica. Es muy probable que esta imaginaria virtud particular fuera la razón por la que un elemento mágico-médico, absolutamente ajeno al complejo mítico-ritual de San Pablo, pudiera estar contenido en la bolsita de curandero sanpaolaro
Pero es que además, la "pietra stellaria" no sólo era considerada un poderoso amuleto protector contra la infección del cuerpo humano por lombrices intestinales, durante la primera infancia, sino que incluso la literatura médica naturalista, moderna, le atribuía ciertos poderes antivenenosos de tipo genéricos, ya que recomendaba su uso preventivo como repelente, contra la aproximación de todo tipo de animales venenosos:
"Esta piedra es tan contraria a las lombrices intestinales que si es llevada en contacto directo con la piel del cuerpo, las expulsa rápidamente del interior y evita que se engendren de nuevo [...] y cuando está colgada dentro de una habitación, su presencia impide que entren animales venenosos en ella  [...]" (Boodt A. B. 1644: 383).

Fotografía de 1907 mostrando un amuleto colgante, en forma de corazón, la forma simboliza el afecto hacia la persona agasajada con la finalidad de protegerla contra las insidias de las brujas. Elaborado con "pietra stellaria", es decir esqueleto de corales fósiles, incluidos en ciertos tipos de rocas calizas recifales o coralinas. 
Un recorte plano de "pietra stellaria" aparece enmarcado en plata, labrada con cenefa vegetal y con colgador, para suspender de un cordón o cadenilla. En la parte inferior se pueden ver tres incisiones alargadas entrecruzadas que representan los clavos de Cristo. Posiblemente, en la parte posterior tuviera labrado algún otro símbolo cristiano, más elaborado, con el que reforzar milagrosamente su primitivo efecto protector mágico
Imagen: Recorte de pantalla del libro Il feticismo primitivo in Italia, e le sue forme di adattamento (p. 102) Giuseppe Bellucci (1907) 

Si el remedio mágico-religioso no funcionaba, a entero gusto del paciente-cliente, enfermo real o imaginario, el curandero siempre podía recurrir al típico recurso de transferirle la responsabilidad a otro: el alma del enfermo no estaba suficientemente limpia y el santo no había querido intervenir en su favor o es que en el entorno del enfermo había algún incrédulo que había causado un efecto semejante y neutralizado el efecto benéfico.


Nota informativa:

Tanto la primera parte de "Una bolsita de contenido problemático", como esta segunda, están basadas en un trabajo del antropólogo y etnólogo, italiano, Giancarlo Baronti, especialista en curanderismo tradicional y medicina mágica popular italiana, al que se han hecho algunas correcciones y diversas adiciones, ampliándolo considerablemente. El trabajo original del Dr. Giancarlo Baronti  se titulaba "Un sacchetto problematico" y está contenido en el interesantísimo libro: Tra bambini e acque sporche. Immersioni nella collezione di amuleti di Giuseppe Bellucci (2008)


Fuentes:

- Arnobio, Cleandro (pseud. de Ardemani, Giovanni Battista) (1670) Tesoro delle Gioie, trattato curioso, nel quale si dichiara brevemente le virtù, qualità, e proprietà delle Gioie. In Venetia, per il Miloco.
- Baronti, Giancarlo. 2008. Tra bambini e acque sporche. Immersioni nella collezione di amuleti di Giuseppe Bellucci. Perugia. Morlacchi Editore  
- Bellucci, Giuseppe (1889), Catalogue descriptif d’une collection d’amulettes italiennes envoyée a l’Exposition Universelle de Paris 1889, Pérouse, Imprimerie Boncompagni.
- Bellucci, Giuseppe (1898), Amuleti italiani contemporanei. Catalogo descrittivo della collezione inviata all’Esposizione Nazionale di Torino, Perugia, Unione Tipografica Cooperativa (già Ditta Boncompagni).
- Bellucci, Giuseppe (1898a), L’eresia nei parafulmini, “L’Umbria. Rivi-sta di Arte e Letteratura”, I, 1898, pp. 70-71.
- Bellucci, Giuseppe (1900), Amulettes italiennes anciennes et contemporaines. Séries d’amulettes antiques avec amulettes modernes enregard , pp. 275-287, in Exposition Universelle de 1900. Cataloguede l’Exposition de la Société d’Anthropologie de Paris, “Bulletins et Mémoires de la Société d’Anthropologie de Paris”, V série, I, 4,1900, pp. 254-294.
- Bellucci, Giuseppe (1901), Collezione paletnologica ed etnologica Bellucci in Perugia, “Archivio per l’Antropologia e l’Etnologia”,XXXI, 1901, pp. 299-312.
- Bellucci, Giuseppe (1911), Amuleti contemporanei, pp. 117-124, in Esposizione Internazionale di Roma 1911. Catalogo della Mostra di Etnografia Italiana in piazza d’Armi, Bergamo, Istituto Italianod’Arti Grafiche, 1911, 186 pp., 5 tavv. F. T.
- Bellucci, Giuseppe (1912), Sugli amuleti, pp. 121-127, in Società di Etnografia Italiana, Atti del Primo Congresso di Etnografia Italiana. Roma, 19-24 ottobre 1911, Perugia, Unione Tipografica Cooperativa.
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